Exhiben en Medellín un mural de Fernando Botero que estuvo olvidado por años
Un mural del artista colombiano Fernando Botero, pintado en 1960 y que por años estuvo olvidado en un pasaje comercial, fue exhibido al público este lunes en el Museo de Antioquia, en el centro de Medellín.
El mural “Escena con Jinete”, la pintura al fresco más grande de Botero, cobró vida en una pared del edificio del Banco Central Hipotecario hace seis décadas, pero fue perdiendo protagonismo con las múltiples transformaciones de ese espacio y el paso del tiempo.
“Se le dio una nueva aura a una obra que estaba en unas condiciones muy difíciles, no solo por el deterioro del edificio, sino también por el cambio de función del mismo”, explicó a Efe el curador del proyecto Camilo Castaño.
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El célebre edificio donde fue pintado el fresco, con la liquidación de la entidad bancaria, pasó a albergar una caja de compensación familiar y, finalmente, se convirtió en centro comercial, donde empezó hace seis meses empezó el rescate de la obra que permaneció oculta por años.
“A pesar de estar visible, el mural era invisible para la gente porque la vocación del lugar en el que estaba era otra”, apuntó el curador.
Rescatar a un Botero
Antes del proceso de restauración y de exhibición, un centenar de personas se encargó de la operación de traslado del mural, al que le retiraron los ladrillos para conservar únicamente la capa pictórica.
También fue necesario partir en dos la obra monumental de 9 metros por 2,55 metros –según Castaño– para facilitar su llegada al museo, donde expertos realizaron la limpieza y “la reintegración cromática que nos permite volver a ver el Botero colorista”.
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La directora del Museo de Antioquia, María del Rosario Escobar, señaló que con la adecuación de la “Sala Mural Escena con Jinete” se unió a la colección patrimonial que allí reposa el fresco que Botero, con 28 años, pintó tras ganar un concurso y cuando se encontraba en el proceso de consolidar su estilo.
Aseguró a Efe que el proyecto de rescate, traslado, restauración y exhibición al público ha sido “importantísimo” para el patrimonio de América Latina, incluso “más allá”, por “la rareza, la singularidad y la importancia del mural del maestro Fernando Botero”.
En el marco de la celebración de los 140 años de este museo, que está rodeado por 23 voluptuosas esculturas donadas por el artista a su ciudad natal, se reveló la sala permanente en la que reposa esta “joya de arte” para conectarla en ese espacio con otras 188 obras de su creador.
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“Es la forma en la que el museo le da las gracias al maestro Botero, lo vincula y le dice que lo mantenemos presente”, sostuvo Escobar, y agregó que el proceso con el fresco, planeado cinco años atrás, fue “muy bonito, entre artesanal y obra civil”.
El mural “Escena con Jinete”, la pintura al fresco más grande de Botero, cobró vida en una pared del edificio del Banco Central Hipotecario hace seis décadas, pero fue perdiendo protagonismo con las múltiples transformaciones de ese espacio y el paso del tiempo.
“Se le dio una nueva aura a una obra que estaba en unas condiciones muy difíciles, no solo por el deterioro del edificio, sino también por el cambio de función del mismo”, explicó a Efe el curador del proyecto Camilo Castaño.
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El célebre edificio donde fue pintado el fresco, con la liquidación de la entidad bancaria, pasó a albergar una caja de compensación familiar y, finalmente, se convirtió en centro comercial, donde empezó hace seis meses empezó el rescate de la obra que permaneció oculta por años.
“A pesar de estar visible, el mural era invisible para la gente porque la vocación del lugar en el que estaba era otra”, apuntó el curador.
Rescatar a un Botero
Antes del proceso de restauración y de exhibición, un centenar de personas se encargó de la operación de traslado del mural, al que le retiraron los ladrillos para conservar únicamente la capa pictórica.
También fue necesario partir en dos la obra monumental de 9 metros por 2,55 metros –según Castaño– para facilitar su llegada al museo, donde expertos realizaron la limpieza y “la reintegración cromática que nos permite volver a ver el Botero colorista”.
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La directora del Museo de Antioquia, María del Rosario Escobar, señaló que con la adecuación de la “Sala Mural Escena con Jinete” se unió a la colección patrimonial que allí reposa el fresco que Botero, con 28 años, pintó tras ganar un concurso y cuando se encontraba en el proceso de consolidar su estilo.
Aseguró a Efe que el proyecto de rescate, traslado, restauración y exhibición al público ha sido “importantísimo” para el patrimonio de América Latina, incluso “más allá”, por “la rareza, la singularidad y la importancia del mural del maestro Fernando Botero”.
En el marco de la celebración de los 140 años de este museo, que está rodeado por 23 voluptuosas esculturas donadas por el artista a su ciudad natal, se reveló la sala permanente en la que reposa esta “joya de arte” para conectarla en ese espacio con otras 188 obras de su creador.
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