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El artista español Luis Torras Martínez, considerado el pintor más viejo del mundo, que nació el 29 de diciembre de 1912, murió este martes en la ciudad de Vigo (noroeste de España) a los 111 años. Las causas de su deceso aún se desconocen.
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En una entrevista realizada en 2022, Torras, que entonces vivía con su esposa María Jesús, fallecida el año pasado, contaba que cada día se levantaba muy temprano para ponerse delante de un caballete sin necesidad de encontrar una motivación especial para continuar pintando.
“El afán de superación. No se queda uno parado. Hay que mejorar, siempre hay que mejorar. Eso es suficiente para pintar”, afirmó entonces el pintor centenario en una conversación que se produjo en el centro de un estudio donde se amontonaban los óleos, los caballetes y los pigmentos que utilizaba. Aseguraba que siempre quería mejorar y concluía que la pintura era su “vida”.
Considerado el pintor más viejo del mundo, el vigués Luis Torras Martínez, que nació en 1912, el mismo año en el que se hundió el 'Titanic', ha fallecido a los 111 años.https://t.co/G96dSbibKH pic.twitter.com/ymO4iqn6vL
— EFE Noticias (@EFEnoticias) January 16, 2024
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Sin embargo, cuando era joven fue obligado a incorporarse a las líneas del ejército y tuvo que hacer presencia en los combates de la Guerra Civil española (1936-1939). En uno de los enfrentamientos recibió dos balazos cerca al cerebro que le causaron sordera permanente. “Me pegaron un balazo y me ‘escarallaron (estropearon)’”, relató.
Este hombre, que había estudiado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, tras la Guerra Civil se convirtió en profesor de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, su ciudad natal. De acuerdo con el medio El Progreso, su colección de obras más importante está bajo el poder del Concello de Vigo, al que se la donó en 1998.
La obra de Luis Torras
Los temas principales de la pintura de Torras fueron figuras humanas estáticas, los paisajes, los bodegones y las naturalezas muertas. Buena parte de sus creaciones están en la Casa das Artes de Vigo, donde se encuentra la Colección Torras, pero también hay obra suya en otros museos españoles, entre los que se cuentan el Reina Sofía de Madrid.
El pintor fallecido fue seguidor de artistas como Piero della Francesca, del que admiraba la luminosidad que conseguía en sus frescos, o de El Greco y Leonardo da Vinci, "superpintores" para él.
De su legado se preocupaba poco, así como de la forma en la que se le fuese a recordar: “Cuando me muera se acabó, ¿no? No tengo afán. A burro muerto, cebada al rabo”, decía.
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