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                                                                                                                                  Fascismo sin Shoah (I) (Opinión)

                                                                                                                                  Presentamos la primera de ocho entregas de este ensayo sobre la Shoah, la Segunda Guerra Mundial y la guerra entre Israel y Hamás.

                                                                                                                                  Miguel Hernández Franco

                                                                                                                                  El 7 de octubre de 2023 comenzó la guerra entre Israel y Hamás. Es la escalada más sangrienta del conflicto más amplio desde mayo de 2021, con cientos más heridos en ambos lados.
                                                                                                                                  Foto: Foto: AFP - MAHMUD HAMS

                                                                                                                                  Escribo esto (comencé a escribirlo) un mes y un día después de que Israel comenzara su ofensiva genocida en Gaza tras los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023. Para ese momento, incluso quienes insistían en defender y apoyar a Israel no podían ocultar que lo hacían (y lo siguen haciendo) solamente por el cinismo que exige la política o, peor aún, por un convencimiento profundo de que someter a un pueblo entero a semejantes grados de crueldad es legítimo.

                                                                                                                                  Durante los ya más de tres meses que le ha tomado a un considerable número de personas sensatas entender — o peor: resignarse a aceptar — que lo que estamos viendo es (y ha sido) un genocidio, Israel ya ha matado a 26.751 personas, entre las que se cuentan al menos 10.000 niños. En los siempre objetivos términos del utilitarismo liberal, eso son 23.5 palestinos asesinados por cada uno de los 1.139 israelíes que murieron en los ataques del 7 de octubre a manos de Hamas y del Ejército Israelí. Quién sabe cuánto más aumentará ese ratio, según sienta Netanyahu que puede seguir intensificando el genocidio sin consecuencias de ningún tipo.

                                                                                                                                  Podría interesarle leer: Fascismo sin Shoah (II)

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Le sugerimos leer: “La imaginación para sobrevivir es característica del pueblo argentino”

                                                                                                                                  En principio, esto no es algo indeseable. Todas las sociedades necesitan referentes categóricos de moralidad. Imágenes, historias, mitos, personajes que sirvan como referentes de lo bueno y lo malo. Pero que el ejemplo paradigmático de maldad de las sociedades occidentales sea la Shoah no es el triunfo de la memoria de sus víctimas (que tanto han trabajado por defenderla y dignificarla), ni tampoco es una consecuencia de la intensidad excepcional del Holocausto (con sus millones de judíos europeos muertos), sino, me temo, la construcción de un altar.

                                                                                                                                  Las potencias occidentales han hecho de la Shoah un altar para expiar su culpa. Y ante este altar juran cada tanto nunca más cometer genocidio, y repiten que el mundo puede estar tranquilo, porque solo un nazi pensaría en aniquilar a un pueblo, y que mientras haya democracia liberal es imposible (o al menos muy improbable) que haya otra Shoah o algo que se le parezca. Ante este altar se han erigido instituciones y se han firmado acuerdos internacionales, se han escrito tratados de diplomacia multilateral y de Derechos Humanos. Pero debajo de este se oculta (no tan bien como uno creería, entre otras cosas) lo que las sociedades de las potencias occidentales se niegan a reconocer: que ni la Shoah ni el fascismo son excepcionalidades históricas, sino una expresión lógica (y particularmente intensa) de los afectos que subyacen al proyecto moderno-liberal.

                                                                                                                                  El 7 de octubre de 2023 comenzó la guerra entre Israel y Hamás. Es la escalada más sangrienta del conflicto más amplio desde mayo de 2021, con cientos más heridos en ambos lados.
                                                                                                                                  Foto: Foto: AFP - MAHMUD HAMS

                                                                                                                                  Escribo esto (comencé a escribirlo) un mes y un día después de que Israel comenzara su ofensiva genocida en Gaza tras los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023. Para ese momento, incluso quienes insistían en defender y apoyar a Israel no podían ocultar que lo hacían (y lo siguen haciendo) solamente por el cinismo que exige la política o, peor aún, por un convencimiento profundo de que someter a un pueblo entero a semejantes grados de crueldad es legítimo.

                                                                                                                                  Durante los ya más de tres meses que le ha tomado a un considerable número de personas sensatas entender — o peor: resignarse a aceptar — que lo que estamos viendo es (y ha sido) un genocidio, Israel ya ha matado a 26.751 personas, entre las que se cuentan al menos 10.000 niños. En los siempre objetivos términos del utilitarismo liberal, eso son 23.5 palestinos asesinados por cada uno de los 1.139 israelíes que murieron en los ataques del 7 de octubre a manos de Hamas y del Ejército Israelí. Quién sabe cuánto más aumentará ese ratio, según sienta Netanyahu que puede seguir intensificando el genocidio sin consecuencias de ningún tipo.

                                                                                                                                  Podría interesarle leer: Fascismo sin Shoah (II)

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Le sugerimos leer: “La imaginación para sobrevivir es característica del pueblo argentino”

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                                                                                                                                  Las potencias occidentales han hecho de la Shoah un altar para expiar su culpa. Y ante este altar juran cada tanto nunca más cometer genocidio, y repiten que el mundo puede estar tranquilo, porque solo un nazi pensaría en aniquilar a un pueblo, y que mientras haya democracia liberal es imposible (o al menos muy improbable) que haya otra Shoah o algo que se le parezca. Ante este altar se han erigido instituciones y se han firmado acuerdos internacionales, se han escrito tratados de diplomacia multilateral y de Derechos Humanos. Pero debajo de este se oculta (no tan bien como uno creería, entre otras cosas) lo que las sociedades de las potencias occidentales se niegan a reconocer: que ni la Shoah ni el fascismo son excepcionalidades históricas, sino una expresión lógica (y particularmente intensa) de los afectos que subyacen al proyecto moderno-liberal.

                                                                                                                                  Por Miguel Hernández Franco

                                                                                                                                  Ver todas las noticias
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