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Felipe Turbay: “No podemos olvidar que los deportistas son seres humanos”

Conversación con el psicólogo deportivo sobre las posibles afectaciones en el rendimiento de los deportistas en competencias como el Mundial del Fútbol, debido a la presión y el agotamiento mental que se pueden desencadenar.

Danelys Vega Cardozo
28 de noviembre de 2022 - 12:00 p. m.
Felipe Turbay es entrenador mental de deportistas y equipos de alto rendimiento.
Felipe Turbay es entrenador mental de deportistas y equipos de alto rendimiento.
Foto: JOSE VARGAS ESGUERRA
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A propósito del Mundial de Catar 2022, hablemos un poco sobre cómo el rendimiento deportivo de los jugadores se puede ver afectado en este tipo de competencias teniendo en cuenta su importancia y la cantidad de público que convoca.

El Mundial de Fútbol es un fenómeno muy interesante: es un evento deportivo que sucede cada cuatro años y eso implica que hay mucha preparación y expectativas, así como mucho miedo por parte de los jugadores de no poder participar. Entonces, hay varias cosas con las que se debe jugar y ahí entran otros temas como la publicidad y el marketing. Es un evento que cuando sucede “debes darlo todo en ese momento”, ya que no pasa periódicamente, lo que genera mucho interés en las personas. El tema de la frecuencia es fundamental: te preparas durante cuatro años para poder llegar a jugar y competir durante un mes; en ese sentido, es un poco desagradecido el deporte, pero así es (por eso tiene tantas implicaciones y nos gusta tanto). Entonces, hay mucha presión en el entorno del deporte para poder llegar y participar en el Mundial, ya sea llegar sanos, saludables, en un buen nivel o simplemente clasificar con tu selección. Por eso, hay varias variables que invitan a que las personas tengan mucha presión alrededor, no solo los jugadores, sino también las federaciones, los cuerpos técnicos, el staff, todas las personas que están alrededor y para el país anfitrión también implica un montón de organización y coordinación con múltiples países.

¿Y cómo ayudar a manejar esa presión?

Es un tema de preparación. Sin duda es difícil manejarlo si no tienes una preparación constante, aquí entran palabras interesantes como el proceso y el proyecto (nadie se prepara para el Mundial en un mes, la preparación se realiza desde que finaliza el último: en el último partido que juegas inicia el ciclo para el siguiente Mundial). Por eso es tan importante darles continuidad a los entrenadores, al cuerpo técnico y a los presidentes de las federaciones (que el proyecto sea constante, sólido y permanente). Dentro del mundo del deporte puede haber derrotas, fallas y estilos (algunos gustan y otros no), pero cambiar eso implica interrumpir proyectos (a veces es necesario, pero muchas veces la gente no entiende la importancia de dar esa continuidad para que los jugadores se acostumbren a una manera de entrenar). Entonces, ir por ese camino invita también a prepararte a todo nivel: físico, mental, nutricional (incluso todo lo que debes hacer con los cambios de horario y sueño), todo eso lo vas cuadrando a lo largo de los cuatro años que dura la preparación. Digamos que se ajustan los últimos detalles, “se pisa el acelerador”, ya cuando falta poco para el momento del certamen, pero la preparación es clave a lo largo de esos cuatro años (se nota cuando ves a una persona que se ha preparado a lo largo de mucho tiempo y que está acostumbrada a una preparación constante, en comparación con quien lo ha hecho recientemente).

Alrededor del territorio de Catar hay denuncias de violaciones de derechos humanos. ¿La presión podría aumentar en este caso?

Sin duda, creo que cualquier cosa afecta. El hecho de que exista este tema de la violación de derechos humanos invita a que las personas estén más pendientes, que haya más miradas. Ahora, gente a la que nunca le interesó el fútbol en su vida, está pendiente de lo que pasa en Catar por diferentes razones, ya sea porque les interesa genuinamente el tema de los derechos humanos o por el amarillismo o “por estar ahí”, pero el hecho es que hay muchas más personas mirando el Mundial y pendiente de este tema, entonces se aumenta el público, las expectativas y la presión (el tema arbitral también está bajo la lupa para no favorecer a los países árabes). Hay un montón de variables, así que los jugadores lo notan, se enteran. Parte de una buena preparación psicológica es cómo manejas ese tema que viene de afuera, hay muchas selecciones que tienen la capacidad de volverse un poco más herméticas y no dejarse permear por comentarios de su familia, sus amigos, su país y de la prensa local o extranjera y eso también hace que puedan mantenerse concentrados en su objetivo, pero es muy difícil en el momento histórico que vivimos con redes sociales y la internacionalización de las noticias (las personas cada vez hablan más idiomas y es un mes en donde el tema de conversación, afortunadamente o desafortunadamente, es solo uno, entonces aumenta la presión).

Lo que pasa y lo que les afecta a algunos jugadores es que el deporte deje de ser el tema de conversación y se vaya por otros lados que tal vez la mayoría de ellos no conocen, entonces les piden su opinión sobre temas de derechos humanos que no han escuchado (algunos ni siquiera podían ubicar a Catar en un mapa y reciben preguntas como estas, así que a veces se les tacha de indiferentes).

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Quizás este Mundial tan particular es una oportunidad para que los jugadores sean conscientes de que son emisores constantes de mensajes…

Sí, es una ventana. Nuevamente, en este momento histórico que estamos viviendo, al deportista no solo se le pide que sea bueno en su deporte, sino que sea también una figura pública e influyente en muchos temas. Hay diferentes posturas sobre si el deportista solo debería dedicarse a eso, como un trabajador cualquiera, o si adicionalmente, por su influencia en el medio, debería ser una persona que tome una postura política, económica, espiritual, etc. (a algunos no les gusta esa presión, no se sienten cómodos, mientras que otros asumen ese rol sin ningún tipo de inconvenientes, pero son personalidades y en cualquiera de los dos casos merecen respeto). Sí es verdad que el Mundial y en particular este es una oportunidad, una ventana para visualizar cosas y hacer visibles diferentes problemáticas que tenemos como sociedad (¿cómo lo aprovecharemos?, ya veremos en el futuro si lo haremos y sirve para algo o no). Este Mundial, lastimosamente, está rodeado de muchos escándalos y temas ajenos al deporte que también darán la oportunidad para que el fútbol se pueda posicionar, limpiar o, por el contrario, nos muestre un lado que no queremos ver.

A propósito de las exigencias que se les hacen a los deportistas, en su opinión, ¿qué es lo que realmente se les debería exigir?

Pienso que al final del día lo que debe primar es el respeto a la individualidad. Hay deportistas a los que realmente no les interesa posicionarse de ninguna manera y ellos se piensan y conciben como personas que tienen su pensamiento y su individualidad y necesitan tener privacidad: no requieren estar constantemente expresando sus pensamientos sobre política, economía, religión, sexualidad o de cualquier tema que pueda llegar a ser controversial; en ese caso deberíamos respetarlo, mientras que las personas que decidan tener un papel activo en este tema ya asumirán las consecuencias, negativas o positivas, de tener esta responsabilidad. Creo que el problema es medir a todos con la misma vara. Deberíamos poder permitirles a los que no les interese no hablar de esos temas y preguntarle sobre eso a otra persona que sí ha hecho público su interés (que sale a tuitear cualquier cosa con un presidente, una organización o lo que sea), porque también tendrá la responsabilidad de documentarse al respecto. Sin embargo, pienso que nadie puede ser ajeno a estos temas de política, religión y economía, que son trasversales a la sociedad, pero sí es verdad que cada persona debe escoger cómo se quiere involucrar en estos temas y no todos están preparados para tener estas conversaciones. Pensemos en el contexto: si vivimos en un país como el nuestro, muchos deportistas pueden no haber tenido una educación formal, pueden no saber de estos temas.

La psicología deportiva se encarga principalmente del entrenamiento mental de los deportistas y está relacionada con el rendimiento deportivo, pero a veces las personas no hacen esta asociación…

Correcto. Siempre digo que cuando llegas al alto rendimiento, a un nivel como por ejemplo el Mundial del Fútbol, y eres profesional en tu selección, la diferencia a nivel físico es muy pequeña con otros jugadores profesionales (habrá algunos que son más rápidos, fuertes, altos, bajos, explosivos, con más talento, técnica y entendimiento, pero la diferencia ahí es muy pequeña). En el alto rendimiento la gran diferencia la hace la parte mental, porque todos ellos se han preparado físicamente, son personas que se dedican profesionalmente a eso, que entrenan todos los días (no es lo mismo que comparar a un profesional con una persona que hasta ahora está iniciando).

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Volviendo al tema de la presión, este factor también lleva al agotamiento mental de los deportistas…

Sí. El tema del Mundial también es muy interesante, porque, como hablamos al principio, es tan particular y escaso que muchos de los deportistas llevan jugando todos los días en un club profesional, pero nunca han vivido lo que es estar en un escenario tan exclusivo como este certamen; entonces, puede que funcionen muy bien en su día a día, pero no durante el Mundial (algunos pueden decir que les entran los nervios, la ansiedad u otros motivos, porque nunca se han expuesto a un escenario en donde hay tanto en juego y tanta presión). La mirada va a estar sobre ellos durante un mes, entonces hay mucha presión, y saberlo manejar y prepararse también es importante; además, no podemos olvidar que son seres humanos, personas, y cada uno puede estar pasando, en ese momento, por algo particular en su vida que no los hace llegar completamente cómodos al Mundial (físicamente pueden estar perfectos, tal vez hasta estén en el mejor momento de su carrera, pero puede que haya pasado algo en su casa con su familia, su pareja, sus hijos o en su país y tal vez no llegan lo suficientemente concentrados y conectados mentalmente para disputar esta competencia). Entonces, eso no lo podemos olvidar: el rendimiento no es solo físico.

¿Por qué cree que a veces se nos olvida que los deportistas son seres humanos?

Creo que tendemos a pensar y a idealizar la vida del deportista, porque solo vemos lo que queremos o lo que nos muestran. Ellos nos muestran las redes sociales, entonces solo nos damos cuenta de los carros, las modelos, las mansiones, los viajes, los lujos y los entrenamientos, pero creo que ninguno se toma una foto viendo Netflix con su pareja o los momentos en que están solos o quieren salir de su casa y todo está rodeado de paparazis y no pueden hacerlo. Esa parte del deporte no la vemos: todos los sacrificios que hay detrás y tienen que hacer; entonces, tendemos a pensar que ellos tienen una vida perfecta, ideal, a la que algunas personas quisieran aspirar, pero nos olvidamos de que también hay dificultades, conflictos, problemas y situaciones que no logramos dimensionar, porque no estamos allí con ellos (se les exige como si fueran máquinas, perfectos y no tuvieran la posibilidad de equivocarse, de hacer las cosas mal en algún momento; entonces, les metemos una presión adicional, pero ellos son personas antes que deportistas).

¿Por qué es importante que el rendimiento deportivo vaya acompañado del personal?

Es fundamental, creo que, cada vez, se deben ir complementando más. Hay cada vez más selecciones que están implementando la psicología dentro de su preparación; eso es muy bueno, hay que aplaudirlo, porque, como te mencionaba anteriormente, tú puedes estar bien físicamente, pero no vas a rendir si hay algo personal o mental que te está afectando. Entonces, hay que entender al ser humano como una persona integral, completa (no solo es la técnica que alguien tenga con el balón, la habilidad para desplazarse, sino también otros aspectos). Nuevamente, las diferencias físicas son muy pequeñas, pero a nivel mental son más grandes, porque tenemos distintas personalidades, historias de aprendizaje y condiciones de vida, entonces si empezamos por tener en cuenta estos factores vamos a ser conscientes de que, si los trabajamos, tendremos la oportunidad de mejorar un poco más el rendimiento, porque al final del día el cuerpo tiene un límite (para estos deportistas es mucho más arriba que el nuestro). Las personas que trabajan la ciencia del deporte, la preparación física, la nutrición y los fisioterapeutas saben hasta dónde puede llegar la fuerza de un tejido, un músculo, un hueso para trabajarlo hasta ahí, pero mentalmente todavía nos hace falta descubrir cómo trabajar eso para llegar al máximo rendimiento y potencial de cada uno.

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¿Por qué hasta ahora se le está abriendo un espacio a la psicología en el deporte?

Creo que la pandemia tuvo que ver mucho con eso: con todos los efectos negativos que trajo, visibilizo un problema de salud mental muy grande que está teniendo la sociedad en general y eso incluye a los deportistas (durante un año o año y medio el deporte se canceló y estas personas, como muchas otras, perdieron familiares, se enfermaron y vivieron el encierro de una manera muy similar a cualquier otro ser humano que no hacía deporte). Entonces, también se dieron cuenta de que también les pasaba algo, que tenían sensaciones de ansiedad, de depresión, que tenían una mala relación con la comida o el alcohol. La pandemia lo que hizo fue visibilizar estas cosas que antes no eran tan obvias y los clubes y las federaciones se empezaron a dar cuenta de la importancia que tiene, porque, a veces, no entienden y piensan: “Por qué no estás feliz, rindes y metes goles si te pago tantos millones de euros, si vives en tal lado y andas en los mejores carros del mundo “, pero es que eso no lo es todo, porque hay una parte personal y psicológica que hay que trabajar y se va a notar si eso no se hace. La pandemia quitó el velo de todas esas cosas y mostró un montón de vacíos que tenemos como sociedad y en los que los deportistas tampoco son ajenos (no creo que haya sido solo este factor, pero eso nos ayudó un montón a que se visibilizara y la salud mental empezara a tenerse en cuenta como una parte integral de la preparación deportiva).

A veces tendemos a asociar el rendimiento deportivo solo con temas motivacionales. ¿Cómo hacerle entender a la gente que no todo es motivacional?

Totalmente de acuerdo contigo: la motivación existe y es importante trabajarla y saber cómo hacerlo (no todo el mundo sabe trabajarla y por eso es importante contar con alguien que conozca y sepa cómo tocar y movilizar a cada persona para que pueda sacar su motivación), pero no todo está relacionado con este aspecto, no es lo único que existe, muchas veces hay problemáticas más atrás que impiden que las personas quieran hacer cosas o se movilicen hacia un objetivo; es algo que está profundo y tenemos que explorarlo, porque si no lo que hacemos es poner una curita sobre una herida abierta (entre la curita y nada está bien, pero el problema es interno y necesitamos a alguien que pueda entrar, limpiar y trabajarlo, y después sí hago la costura o cicatriz con lo que pueda). El problema es creer que un jugador no rinde, no tuvo un buen partido porque está desmotivado, pero no siempre es así, a veces es más complejo de lo que parece, por eso necesitamos a alguien que sepa identificar, hacer las preguntas correctas, investigar y observar la manera adecuada para darnos cuenta de cuándo es un tema de motivación o no.

Danelys Vega Cardozo

Por Danelys Vega Cardozo

Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com

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