Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      EE ADS

                                                                                                        Cursos y programas

                                                                                                          Más

                                                                                                          Blogs

                                                                                                            Especiales

                                                                                                              Descarga la App

                                                                                                                Edición Impresa

                                                                                                                  Suscripción

                                                                                                                    Eventos

                                                                                                                      Foros El Espectador

                                                                                                                        Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                            Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                              Avisos judiciales

                                                                                                                                Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                  Contenido Patrocinado
                                                                                                                                  08 de diciembre de 2021 - 08:00 a. m.

                                                                                                                                  Feniletilamina (Cuentos de cuentos)

                                                                                                                                  Las lágrimas de la noche antepasada ya habían sido olvidadas cuando me dijo que caparamos clase. Teníamos inglés y ya había perdido la cuenta de cuántos días llevábamos sin hacer un solo ejercicio en esa materia, así que acepté antes de que pudiera arrepentirme. Bella y Lina nos dejaron solos, solos por primera vez desde aquella charla.

                                                                                                                                  Mariana Castro.

                                                                                                                                  Ilustración de Jonathan Bejarano.
                                                                                                                                  Foto: Jonathan Bejarano.
                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Después de divagar sin rumbo alguno, terminamos en el laboratorio de química. El cielo estaba despejado, pero se veían nubes en sus ojos. Hablamos de la nada, poco a poco, sin querer, dirigiéndonos a lo que ambos temíamos. Conozco esos ojos tan bien, pude ver a través de ellos.

                                                                                                                                  -Nadie nos va a creer, dijo mirando a la nada.

                                                                                                                                  Estábamos sentados en el rincón al lado de la alta ventana, espaldas apoyadas, manos separadas. Giré para observar su rostro, aquel rostro con cicatrices del pasado, con su sonrisa cansadamente oculta, era hermoso.

                                                                                                                                  -Lo sé, respondí.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Estábamos encerrados, parecía que los químicos respiraban. Nunca había olido algo tan peculiar.

                                                                                                                                  Read more!

                                                                                                                                  Le sugerimos leer: El rayo de luz en mi ventana

                                                                                                                                  Por fin volvió su mirada hacia mí.

                                                                                                                                  -Los mataste, su boca pronunció, sin sentimiento alguno en las palabras.

                                                                                                                                  Aquella suposición me hubiera hecho entrar en pánico si tan solo la hubiera escuchado un día anterior, pero sus ojos me daban calma, toda su persona me daba calma.

                                                                                                                                  -Te equivocas, repuse, -¿cómo he de matar a alguien que aún no tiene vida?

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Su mirada era tan profunda, que creí por un instante que examinaba mi alma, pero estaba perdida, lejana.

                                                                                                                                  -No has hecho nada, te dejaste caer, les diste el poder de hacerte caer. Y ellos cayeron contigo.

                                                                                                                                  Fui yo quien dejó de mirar su cara.

                                                                                                                                  -Yo te dije eso. Yo eso lo sé, ¿por qué me dices algo que ya sé?

                                                                                                                                  -Si te lo digo yo, te va a doler. Silencio.

                                                                                                                                  -Lo sé.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Un profesor entró al aula, buscaba algo. Por instinto mi mente buscó el consuelo de su mano, pero no podía, había una barrera que yo mismo había creado y que no podía romper, no después de ayer… Sin embargo, aun ahora, anhelo su tacto. El maestro no encontró nada.

                                                                                                                                  -Aún hay tiempo, dijo una vez él se había ido, -lo puedes enmendar, los puedes dejar respirar.

                                                                                                                                  Podría interesarle: El aprendiz de detective

                                                                                                                                  Mi aliento olía a amoniaco.

                                                                                                                                  -No sé cómo, respondí entrando en el calor de sus órbitas negras. Sonrió.

                                                                                                                                  -Claro que sí.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Mi mayor miedo era su sufrimiento. Uno que padecía desde hace tiempo. Sus ojos sabían, sabían que había sentido dolor por ellos. Apoyé mi cabeza en su regazo. Y acariciando mi cabello preguntó:

                                                                                                                                  Read more!

                                                                                                                                  -¿Tienes sueño? ¿Estás cansada?

                                                                                                                                  -No.

                                                                                                                                  Pero sí que lo estaba, estaba mamado. Estaba agotado de no poder besar sus labios, agotado de no poder quitarle un poco de eso, de ese constante susurro lento que lleva al matadero.

                                                                                                                                  Estaba agotado de eso, de querer siempre tener su presencia y constantemente perderla. Agotado de ser cansada y no cansado.

                                                                                                                                  -Lo siento, dijo como un deseo.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Sabía que me preocupaba, sabía que siempre me preocuparía y que estaría cansado por mucho tiempo, porque las cosas no se dieron como ambos soñábamos.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Las palabras flotaban en el aire. Estaban presentes, tal como el hidrógeno estaba presente, tal como la luz estaba presente. Esas cinco letras estaban atascadas en el trance de la conciencia y la inexistencia. Y aunque aún se encuentren en mí, como aquel día en el laboratorio, no fui capaz de darles vida, no podía. Y sabía que también las sentía. Como sé que aún las siente, como sabe que aún las siento.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Le podría interesar: La república imposible

                                                                                                                                  -Las dos fuimos, hablé por primera vez en voz alta.

                                                                                                                                  Por primera vez su persona me miró y lo hizo de manera extraña, atenta. No tenía idea a dónde se dirigía esa idea, pues habíamos hablado de nada. Habíamos estado en silencio por mucho tiempo. ¿De qué habla? Su mente se preguntaba. Al fin y al cabo la idea de quién era no era su persona. Había conversado mucho con su idea, pero ahora le tocaba a ella.

                                                                                                                                  -Las asesinas.

                                                                                                                                  Su mirada lo dijo todo. Todo lo que había deseado que dijera.

                                                                                                                                  Lo sé.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  *En esta edición del Magazín presentamos los tres primeros cuentos surgidos de “Con Textos”, un espacio de conversaciones y debates organizado por el Nuevo Gimnasio de Bogotá y El Espectador, liderado por Francisco Javier Burbano y dirigido a estudiantes de los grados 9° 10° y 11° de varios colegios de Bogotá (Colegio Nuevo Gimnasio, Colegio Bilingüe José Max León y Liceo Chico Campestre). Son una pequeña muestra de la manera de percibir el mundo y la vida de las nuevas generaciones del país.*

                                                                                                                                  Ilustración de Jonathan Bejarano.
                                                                                                                                  Foto: Jonathan Bejarano.
                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Después de divagar sin rumbo alguno, terminamos en el laboratorio de química. El cielo estaba despejado, pero se veían nubes en sus ojos. Hablamos de la nada, poco a poco, sin querer, dirigiéndonos a lo que ambos temíamos. Conozco esos ojos tan bien, pude ver a través de ellos.

                                                                                                                                  -Nadie nos va a creer, dijo mirando a la nada.

                                                                                                                                  Estábamos sentados en el rincón al lado de la alta ventana, espaldas apoyadas, manos separadas. Giré para observar su rostro, aquel rostro con cicatrices del pasado, con su sonrisa cansadamente oculta, era hermoso.

                                                                                                                                  -Lo sé, respondí.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Estábamos encerrados, parecía que los químicos respiraban. Nunca había olido algo tan peculiar.

                                                                                                                                  Read more!

                                                                                                                                  Le sugerimos leer: El rayo de luz en mi ventana

                                                                                                                                  Por fin volvió su mirada hacia mí.

                                                                                                                                  -Los mataste, su boca pronunció, sin sentimiento alguno en las palabras.

                                                                                                                                  Aquella suposición me hubiera hecho entrar en pánico si tan solo la hubiera escuchado un día anterior, pero sus ojos me daban calma, toda su persona me daba calma.

                                                                                                                                  -Te equivocas, repuse, -¿cómo he de matar a alguien que aún no tiene vida?

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Su mirada era tan profunda, que creí por un instante que examinaba mi alma, pero estaba perdida, lejana.

                                                                                                                                  -No has hecho nada, te dejaste caer, les diste el poder de hacerte caer. Y ellos cayeron contigo.

                                                                                                                                  Fui yo quien dejó de mirar su cara.

                                                                                                                                  -Yo te dije eso. Yo eso lo sé, ¿por qué me dices algo que ya sé?

                                                                                                                                  -Si te lo digo yo, te va a doler. Silencio.

                                                                                                                                  -Lo sé.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Un profesor entró al aula, buscaba algo. Por instinto mi mente buscó el consuelo de su mano, pero no podía, había una barrera que yo mismo había creado y que no podía romper, no después de ayer… Sin embargo, aun ahora, anhelo su tacto. El maestro no encontró nada.

                                                                                                                                  -Aún hay tiempo, dijo una vez él se había ido, -lo puedes enmendar, los puedes dejar respirar.

                                                                                                                                  Podría interesarle: El aprendiz de detective

                                                                                                                                  Mi aliento olía a amoniaco.

                                                                                                                                  -No sé cómo, respondí entrando en el calor de sus órbitas negras. Sonrió.

                                                                                                                                  -Claro que sí.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Mi mayor miedo era su sufrimiento. Uno que padecía desde hace tiempo. Sus ojos sabían, sabían que había sentido dolor por ellos. Apoyé mi cabeza en su regazo. Y acariciando mi cabello preguntó:

                                                                                                                                  Read more!

                                                                                                                                  -¿Tienes sueño? ¿Estás cansada?

                                                                                                                                  -No.

                                                                                                                                  Pero sí que lo estaba, estaba mamado. Estaba agotado de no poder besar sus labios, agotado de no poder quitarle un poco de eso, de ese constante susurro lento que lleva al matadero.

                                                                                                                                  Estaba agotado de eso, de querer siempre tener su presencia y constantemente perderla. Agotado de ser cansada y no cansado.

                                                                                                                                  -Lo siento, dijo como un deseo.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Sabía que me preocupaba, sabía que siempre me preocuparía y que estaría cansado por mucho tiempo, porque las cosas no se dieron como ambos soñábamos.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Las palabras flotaban en el aire. Estaban presentes, tal como el hidrógeno estaba presente, tal como la luz estaba presente. Esas cinco letras estaban atascadas en el trance de la conciencia y la inexistencia. Y aunque aún se encuentren en mí, como aquel día en el laboratorio, no fui capaz de darles vida, no podía. Y sabía que también las sentía. Como sé que aún las siente, como sabe que aún las siento.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Le podría interesar: La república imposible

                                                                                                                                  -Las dos fuimos, hablé por primera vez en voz alta.

                                                                                                                                  Por primera vez su persona me miró y lo hizo de manera extraña, atenta. No tenía idea a dónde se dirigía esa idea, pues habíamos hablado de nada. Habíamos estado en silencio por mucho tiempo. ¿De qué habla? Su mente se preguntaba. Al fin y al cabo la idea de quién era no era su persona. Había conversado mucho con su idea, pero ahora le tocaba a ella.

                                                                                                                                  -Las asesinas.

                                                                                                                                  Su mirada lo dijo todo. Todo lo que había deseado que dijera.

                                                                                                                                  Lo sé.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  *En esta edición del Magazín presentamos los tres primeros cuentos surgidos de “Con Textos”, un espacio de conversaciones y debates organizado por el Nuevo Gimnasio de Bogotá y El Espectador, liderado por Francisco Javier Burbano y dirigido a estudiantes de los grados 9° 10° y 11° de varios colegios de Bogotá (Colegio Nuevo Gimnasio, Colegio Bilingüe José Max León y Liceo Chico Campestre). Son una pequeña muestra de la manera de percibir el mundo y la vida de las nuevas generaciones del país.*

                                                                                                                                  Por Mariana Castro.

                                                                                                                                  Ver todas las noticias
                                                                                                                                  Read more!
                                                                                                                                  Read more!
                                                                                                                                  Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                  Aceptar