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“Nunca se está tan vivo como durante la lectura, al leer estoy viva aquí y en otra parte, en muchas partes, leer no puede alargar la vida, pero va a ensancharla y te regala un pasado mucho más extenso que el que puede medirse en años”, dijo durante su conferencia “El cascarón es el mundo”.
Trías, nacida en Montevideo en 1976, aseguró que la escritura le dio un sentido de identidad y la salvó como “una soga en el mar”, a la que se aferra desde que era adolescente a pesar de lo “doloroso” que puede llegar a ser.
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“La soga va a despellejarte las manos, te dejará en carne viva, pero es tu única opción y más te vale agarrarte con fuerza, escribir es un trabajo arduo, frustrante, que te enfrentará todo el tiempo a la desazón de saber que podrías hacerlo mejor”, aseguró.
Aunque escribir es mucho más satisfactorio que publicar, esto último legitima su trabajo como escritora y le pone fin a un libro, añadió.
La autora de novelas como “La azotea” (2001) y “Mugre rosa” (2020), es una de las invitadas a charlar con sus lectores durante el largo programa de actividades que la ciudad mexicana de Guadalajara ha preparado como parte de su nombramiento de Ciudad Capital del Libro que concluye el 23 de abril de 2024.
Trías, Premio Sor Juana Inés de la Cruz, contó a su público que comenzó a leer siguiendo el ejemplo de su abuelo, quien usaba los libros para escapar de su abuela y refugiarse en el silencio.
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“Un libro era un gran biombo que te protege del mundo, ante el gesto escandaloso de ser una mujer sola en público, descubrí que un libro me resguardaba en mi soledad, con un libro abierto no se me acercaba nadie, una lectora era un bicho raro, pero aceptable, mientras que una mujer sola era una sospecha”, recordó.
La también autora del libro de cuentos “No soñarás flores” (2016) se refirió a su libro “Mugre Rosa” que fue un intento de recuperar sus recuerdos de la niñez y que se perdieron en el devenir de los años.
“Para mí no existe una literatura ficcional y otra autobiográfica, toda ficción es también autobiografía y se nutre de los retazos que exhala la memoria”, señaló.
La narradora dialogó con sus lectores y habló de la importancia de la música en las palabras, además de los silencios que permiten al texto vivir en las ausencias y los vacíos.
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