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No nos hemos recuperado de Bohemian Rhapsody cuando ya llega Rocketman. Pero, un momento: “Nuestra película es un animal diferente”, aclaraba su protagonista, Taron Egerton, en el encuentro con la prensa en el Festival de Cannes, donde la cinta en cuestión fue presentada fuera de concurso.
Realizada por Dexter Fletcher, el mismo que in extremis salvó la exitosa biopic de Freddie Mercury cuando su director original, Bryan Singer, fue despedido, el recuento de la vida de Elton John tiene todos los elementos para alojarse en el renglón de preferencias de la audiencia a nivel mundial.
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Las lágrimas derramadas a borbotones por el cantante y pianista de 72 años tras la premier en el Grand Théâtre Lumière vienen a ser el visto bueno que esperaban Fletcher y los protagonistas. “Fue más emocionante de lo que nos esperábamos, nos abrumó la acogida”, comentaba el cineasta en la rueda de prensa junto a Egerton, Bryce Dallas Howard, que interpreta a la madre de Elton John, y Richard Madden, quien encarna al mánager y amante del cantante.
Pero ¿qué tiene Rocketman para estar tan seguros desde ya de que va a calar en el público, de que está destinada a convertirse en un fenómeno de taquilla? Las razones son varias. La primera es que no se trata de una biopic como tal, es más bien un musical, una fantasía sustentada en su música y en hechos reales, en el camino recorrido a través de diferentes etapas de su vida. Desde el descubrimiento de su talento en su niñez, las carencias afectivas, el sometimiento a ser relegado por sus padres, pasando por sus diversas adicciones, amoríos, decepciones, su gran amistad con el autor de las letras de sus canciones (Bernie Taupin, interpretado por Jamie Bell), sus extravagancias y, por supuesto, el gran éxito y fortuna que le llegó a los 25 años. “Es un unicornio”, describía Taron Egerton la película en resumen.
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Egerton también lloró durante la ovación tras el estreno. No era para menos. Detrás de su magnífica actuación está un arduo trabajo de larguísimos meses de preparación, ya que el actor también interpreta las canciones. “Me emocioné. Fue el mejor día de mi vida”, dijo quien durante el proceso de realización del filme tuvo acceso ilimitado a Elton John, con licencia para preguntarle sobre cualquier detalle de su vida y permiso para compartir tiempo con él y su familia. “Es un fenómeno”, dijo refiriéndose al músico, “y fue una responsabilidad muy grande interpretarlo”.
En la proyección a mitad de mañana, también en el Grand Théâtre Lumière, con sala llena, espectadores, prensa especializada y gente de la industria cinematográfica, Rocketman volvió a hacer magia. Y como en la noche anterior, ese público se trepó en una montaña rusa de emociones con mucha música, para terminar, tal como Elton John, llorando.