Maya Zinshtein es la directora del documental que muestra la cara más siniestra del fútbol en Israel. / dogwoof.com
Foto: AP - Bernat Armangue
El día que se jugó el partido de fútbol para despedirlo, Diego Armando Maradona botó una frase para la inmortalidad. Otra más. “La pelota no se mancha”, dijo el 10 de noviembre de 2001.
Ojalá esa máxima fuera cierta. Ojalá ese perfume bohemio y versero que adorna al fútbol lograra que esa pasión que lo convierte en el deporte más hermoso del mundo no cruzara los límites de la estupidez. Quizá eso no pase nunca.
Por Joseph Casañas - @joseph_casanas
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