Fórum: por un cine inclusivo e integral
Fórum, proyecto vinculado a la productora Mutokino, busca retrotraer varios contenidos cinematográficos que han marcado la historia del cine en Colombia y juntarlos con las nuevas dinámicas del séptimo arte en el país.
Andrés Osorio Guillott
Los últimos años han soplado a favor de las expresiones artísticas y el cine en Colombia ha sabido aprovechar el ventarrón para apropiarse de los relatos que tejen país y darle un giro a las producciones que solamente se basaban en escenarios de violencia y de un humor de escaso nivel. Nuevos relatos e imágenes se han incrustado en los cineastas del último tiempo. Cine documental y cine de ficción empieza a visibilizar otros territorios y otras comunidades que siempre han simbolizado un eje de progreso o de resistencia. Un cine comprometido con la realidad, con la crisis, con los conflictos, con las esperanzas y las remembranzas empieza a surgir y la importancia de resaltar las bases y los peldaños que han permitido la construcción de nuevos discursos e identidades en el cine deben ser homenajeados y puestos como espejo ante quienes se atrevieron a cambiar el contenido audiovisual en Colombia.
Felipe Guerrero, director de mutokino y reconocido por su película Oscuro Animal, encabeza esta iniciativa que busca generar conciencia ante quienes siempre ligaron al cine con un carácter contestatario y a quienes sentaron un legado del arte como el medio para visibilizar verdades y exaltar aquello que puede ser excepcional y diferente.
¿En qué momento decidió crear el proyecto Fórum y qué lo motivó a hacerlo?
“El proyecto FÓRUM hace parte de una curaduría en programas de exhibición que empecé con mutokino en 2014 y que regularmente presentamos al público cada año. La motivación principal es la de expresar a través de una exhibición colectiva de películas, una idea, un estatuto, un relevamiento de autores que inciden de manera rupturista a una hegemonía que privilegia una unívoca manera de narración. La idea de FÓRUM es que sea territorio y tránsito de estas narrativas contemporáneas en el cine colombiano”.
¿Cuáles fueron los ítems y el proceso de selección de los cortometrajes y largometrajes de Fórum?
“La selección de las obras estuvo a cargo mío como curador, y en cada una de ellas encuentro formas complejas de realización cinematográfica. La idea desde mutokino ha sido la de generar un sistema de voces y no necesariamente de películas. Como diría Susan Sontag, “una manera de mirar, no la mirada misma”. Las películas que proponemos son emocionantes por el explícito espíritu vanguardista de sus autores, y estos gestos se vuelven vitales porque así proponen nuevas maneras de contar a través del cine. Son obras que de alguna manera empujan a las obras del mañana”.
¿Son estos referentes de su obra y de su manera de hacer cine?
“Las películas de FÓRUM son procesos que he acompañado en los últimos años. En Mariana, Interior y Nacimiento colaboré en el montaje. Con Nicolás Rincón Gille y Camilo Restrepo he trabajado en proyectos y conozco su manera de pensar el cine. La obra de Sebastián Múnera me impactó y tenía elementos conceptuales que se conectaban con las otras así que decidimos sumarla. Y luego está Chircales, la obra de la maestra Marta Rodríguez, que me parece que es una obra que debe de verse constantemente y quisimos ubicarla retrospectiva y espacialmente como un faro. Nos pareció además increíble que se hubiera restaurado y que no se conozca mucho sobre esta nueva copia”.
Cortometrajes y largometrajes desde diversos ángulos y perspectivas incluyen la selección de los siete contenidos audiovisuales que se están presentando durante todo el mes de septiembre en salas de cine alternativas en Bogota, Cali y Medellín. Las franjas, que se dividen en Estrenos y Retrospectivas, buscan unir al cine colombiano a través de su historia y de sus mejores producciones. Así, el documental de Chircales de los maestros Marta Rodríguez y Jorge Silva se muestra como una de las obras icónicas del cine documental en el país y como un referente que deben tener quienes trabajan en este género para reconocer elementos y herramientas que conforman un trabajo cercano a las comunidades y comprometido con el respeto y la pulidez del arte.
Puede leer: Los estímulos del Fondo de Cinematografía y su apuesta por el cine nacional
¿En Colombia hace falta mayor apoyo al cine independiente y local?
“Fórum ofrece una luz sobre lo que implica romper con los modelos de creación, financiación y producción. Todas estas obras han sido producidas de manera diferente y con metodologías peculiares. Aun así pienso que estas películas existen porque provienen de pulsiones mucho más fuertes que encontrar una financiación estatal que las haga existir.
Considero que los estímulos al cine se dan de ejemplar manera en Colombia, pero también pienso que habría que salir del circuito establecido de producción y no dejar que ese vértigo termine por apagar la expresión más auténtica”.
¿Qué tanto ha mutado la manera de hacer y concebir el cine en el país?
“Justamente desde la ley de cine, hace 15 años atrás, se ve incrementar la producción local. Esto ha traído una solidificación de modelos establecidos de producción de cine, abarcando también maneras de distribución, exhibición y comunicación que son parte de esta naciente industrialización. Afortunadamente este incremento ha hecho venir a flote también un cine más vital, que por el contrario busca la no-solidificación de un sistema para poder desdibujar y cruzar fronteras que retro alimenten y vitalicen la expresión cinematográfica”.
Es una gran propuesta retrotraer producciones que marcaron un hito en el cine nacional por la oportunidad que nos da de conocer la identidad de nuestros cineastas y artistas... ¿Cree que este tipo de acciones deberían darse en los medios para fomentar un reconocimiento de nuestra identidad y cultura?
“Considero que conocer la historia del cine nos hace mejores personas porque conociéndola repetiríamos menos errores. Maneras equivocadas de enfrentarse o entender nuestra sociedad se han dicho muchas veces en nuestro cine, quizá no de manera continuada -o muchas veces invisibilizada- pero nos han servido cada vez para pensarnos como país. Volver a Chircales es volver a vernos casi 50 años atrás con algunos de los mismos problemas de hoy”.
Puede leer: Cine documental en Colombia: un reflejo de nuestra complejidad
¿Qué mensaje deja usted a las personas que piensan asistir al programa y que quieren acercarse a Mutokino? ¿Qué enseñanza le deja a usted todo el trabajo realizado?
“El proyecto FÓRUM propone un encuentro, la proyección como lugar para compartir imágenes a oscuras y asombrarse frente a ellas en comunidad. La posibilidad de descubrir aquellas películas que hacen uso del cine como manifestación artística y lingüística. Cine que reivindica el placer por ver y escuchar por encima de la dictadura de la historia por contar. Obras que proponen una experiencia sensorial porque cuestionan las posibilidades de narración que ofrece el cine, una pantalla reflectante y sonora como espacio movilizante de emociones”.
Las cortometrajes y largometrajes que hacen parte del programa son: Nacimiento (Martín Mejía), Interior (Camila Rodríguez), Mariana (Chris Gude), La bouche (Camilo Restrepo), La torie (Sebastián Múnera), Besos fríos (Nicolás Rincón) y Chircales (Marta Rodríguez y Jorge Silva). Desencuentros, cruces fortuitos, embarazos en lugares no convencionales, muertes con secuelas negativas, intenciones de libertad, desahogo y venganza cobijan a las producciones que unió Fórum para equilibrar a todas las voces y todas las realidades en un mismo escenario: el cine y su factor transformador.
Los últimos años han soplado a favor de las expresiones artísticas y el cine en Colombia ha sabido aprovechar el ventarrón para apropiarse de los relatos que tejen país y darle un giro a las producciones que solamente se basaban en escenarios de violencia y de un humor de escaso nivel. Nuevos relatos e imágenes se han incrustado en los cineastas del último tiempo. Cine documental y cine de ficción empieza a visibilizar otros territorios y otras comunidades que siempre han simbolizado un eje de progreso o de resistencia. Un cine comprometido con la realidad, con la crisis, con los conflictos, con las esperanzas y las remembranzas empieza a surgir y la importancia de resaltar las bases y los peldaños que han permitido la construcción de nuevos discursos e identidades en el cine deben ser homenajeados y puestos como espejo ante quienes se atrevieron a cambiar el contenido audiovisual en Colombia.
Felipe Guerrero, director de mutokino y reconocido por su película Oscuro Animal, encabeza esta iniciativa que busca generar conciencia ante quienes siempre ligaron al cine con un carácter contestatario y a quienes sentaron un legado del arte como el medio para visibilizar verdades y exaltar aquello que puede ser excepcional y diferente.
¿En qué momento decidió crear el proyecto Fórum y qué lo motivó a hacerlo?
“El proyecto FÓRUM hace parte de una curaduría en programas de exhibición que empecé con mutokino en 2014 y que regularmente presentamos al público cada año. La motivación principal es la de expresar a través de una exhibición colectiva de películas, una idea, un estatuto, un relevamiento de autores que inciden de manera rupturista a una hegemonía que privilegia una unívoca manera de narración. La idea de FÓRUM es que sea territorio y tránsito de estas narrativas contemporáneas en el cine colombiano”.
¿Cuáles fueron los ítems y el proceso de selección de los cortometrajes y largometrajes de Fórum?
“La selección de las obras estuvo a cargo mío como curador, y en cada una de ellas encuentro formas complejas de realización cinematográfica. La idea desde mutokino ha sido la de generar un sistema de voces y no necesariamente de películas. Como diría Susan Sontag, “una manera de mirar, no la mirada misma”. Las películas que proponemos son emocionantes por el explícito espíritu vanguardista de sus autores, y estos gestos se vuelven vitales porque así proponen nuevas maneras de contar a través del cine. Son obras que de alguna manera empujan a las obras del mañana”.
¿Son estos referentes de su obra y de su manera de hacer cine?
“Las películas de FÓRUM son procesos que he acompañado en los últimos años. En Mariana, Interior y Nacimiento colaboré en el montaje. Con Nicolás Rincón Gille y Camilo Restrepo he trabajado en proyectos y conozco su manera de pensar el cine. La obra de Sebastián Múnera me impactó y tenía elementos conceptuales que se conectaban con las otras así que decidimos sumarla. Y luego está Chircales, la obra de la maestra Marta Rodríguez, que me parece que es una obra que debe de verse constantemente y quisimos ubicarla retrospectiva y espacialmente como un faro. Nos pareció además increíble que se hubiera restaurado y que no se conozca mucho sobre esta nueva copia”.
Cortometrajes y largometrajes desde diversos ángulos y perspectivas incluyen la selección de los siete contenidos audiovisuales que se están presentando durante todo el mes de septiembre en salas de cine alternativas en Bogota, Cali y Medellín. Las franjas, que se dividen en Estrenos y Retrospectivas, buscan unir al cine colombiano a través de su historia y de sus mejores producciones. Así, el documental de Chircales de los maestros Marta Rodríguez y Jorge Silva se muestra como una de las obras icónicas del cine documental en el país y como un referente que deben tener quienes trabajan en este género para reconocer elementos y herramientas que conforman un trabajo cercano a las comunidades y comprometido con el respeto y la pulidez del arte.
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¿En Colombia hace falta mayor apoyo al cine independiente y local?
“Fórum ofrece una luz sobre lo que implica romper con los modelos de creación, financiación y producción. Todas estas obras han sido producidas de manera diferente y con metodologías peculiares. Aun así pienso que estas películas existen porque provienen de pulsiones mucho más fuertes que encontrar una financiación estatal que las haga existir.
Considero que los estímulos al cine se dan de ejemplar manera en Colombia, pero también pienso que habría que salir del circuito establecido de producción y no dejar que ese vértigo termine por apagar la expresión más auténtica”.
¿Qué tanto ha mutado la manera de hacer y concebir el cine en el país?
“Justamente desde la ley de cine, hace 15 años atrás, se ve incrementar la producción local. Esto ha traído una solidificación de modelos establecidos de producción de cine, abarcando también maneras de distribución, exhibición y comunicación que son parte de esta naciente industrialización. Afortunadamente este incremento ha hecho venir a flote también un cine más vital, que por el contrario busca la no-solidificación de un sistema para poder desdibujar y cruzar fronteras que retro alimenten y vitalicen la expresión cinematográfica”.
Es una gran propuesta retrotraer producciones que marcaron un hito en el cine nacional por la oportunidad que nos da de conocer la identidad de nuestros cineastas y artistas... ¿Cree que este tipo de acciones deberían darse en los medios para fomentar un reconocimiento de nuestra identidad y cultura?
“Considero que conocer la historia del cine nos hace mejores personas porque conociéndola repetiríamos menos errores. Maneras equivocadas de enfrentarse o entender nuestra sociedad se han dicho muchas veces en nuestro cine, quizá no de manera continuada -o muchas veces invisibilizada- pero nos han servido cada vez para pensarnos como país. Volver a Chircales es volver a vernos casi 50 años atrás con algunos de los mismos problemas de hoy”.
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¿Qué mensaje deja usted a las personas que piensan asistir al programa y que quieren acercarse a Mutokino? ¿Qué enseñanza le deja a usted todo el trabajo realizado?
“El proyecto FÓRUM propone un encuentro, la proyección como lugar para compartir imágenes a oscuras y asombrarse frente a ellas en comunidad. La posibilidad de descubrir aquellas películas que hacen uso del cine como manifestación artística y lingüística. Cine que reivindica el placer por ver y escuchar por encima de la dictadura de la historia por contar. Obras que proponen una experiencia sensorial porque cuestionan las posibilidades de narración que ofrece el cine, una pantalla reflectante y sonora como espacio movilizante de emociones”.
Las cortometrajes y largometrajes que hacen parte del programa son: Nacimiento (Martín Mejía), Interior (Camila Rodríguez), Mariana (Chris Gude), La bouche (Camilo Restrepo), La torie (Sebastián Múnera), Besos fríos (Nicolás Rincón) y Chircales (Marta Rodríguez y Jorge Silva). Desencuentros, cruces fortuitos, embarazos en lugares no convencionales, muertes con secuelas negativas, intenciones de libertad, desahogo y venganza cobijan a las producciones que unió Fórum para equilibrar a todas las voces y todas las realidades en un mismo escenario: el cine y su factor transformador.