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Mario Benedetti nació en septiembre de 1920 en Uruguay. Su infancia y primeros años fueron en Paso de los Toros, Tacuarembó y Montevideo. Comenzó sus estudios en el Colegio Alemán y luego en el Liceo Miranda, aunque no completó la secundaria debido a problemas económicos.
A los catorce años trabajó en diversos roles en una empresa de repuestos y, tras mudarse a Buenos Aires en 1939, descubrió su vocación de poeta. Regresó a Montevideo en 1941, donde trabajó en la Contaduría General de la Nación y se unió al semanario “Marcha”. En 1945 publicó su primer libro de poemas y al año siguiente contrajo matrimonio con Luz López Alegre. Durante los años 50 y 60, Benedetti publicó novelas y cuentos, una de las más destacadas La tregua, que le otorgó proyección internacional.
La participación política de Benedetti se intensificó a partir de 1960, alineándose con la Revolución Cubana y escribiendo El país de la cola de paja. Su actividad literaria y política lo llevó al exilio tras el golpe de Estado en 1973, residiendo en Argentina, Perú, Cuba y España. Regresó a Uruguay en 1983, reanudando su carrera y publicando numerosos libros.
Tras el fallecimiento de su esposa en 2006, Benedetti se mudó a Montevideo, donde continuó escribiendo hasta su muerte el 17 de mayo de 2009. Fue homenajeado con un duelo nacional y su cuerpo descansa junto al de su esposa en el Cementerio del Buceo de Montevideo.
Algunas frases de Mario Benedetti:
- “No vayas a creer lo que te cuentan del mundo (ni siquiera esto que te estoy contando) ya te dije que el mundo es incontable”.
- “El amor no es repetición. Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, una órbita cerrada en su propio ritual. Es, cómo podría explicarte, un puño de vida”.
- “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
- “Defender la alegría como una trinchera, defenderla del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas”.
- “Que te quede bien claro. Donde acaba tu boca, ahí empieza la mía”.
- “Lo que uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno; entonces hay que tomarlo, o intentar. En eso se te puede ir la vida, pero es una vida mucho mejor”.
- “Qué bueno que tengas el valor de ser distinto y no sucumbas al poder unánime”.