Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Muchos años antes de que Ned Flórez Duarte (Lokillo) contemplara la posibilidad de vincularse a las batallas de freestyle de la forma en la que lo ha venido haciendo en los últimos meses, durante una noche de amigos y copas; sin cámaras, reflectores o cientos de testigos, el comediante afrontó su primera batalla de improvisación con una base de rap contra Juan Carlos Fonnegra (Gambeta), uno de los MC de Alcolirykoz.
“El primer rapero con el que yo me puse a improvisar y duramos toda una noche improvisando fue con Gambeta, nada más ni nada menos que el rapero más importante de Colombia. Con él empecé esta goma de improvisar en este formato (…). Los primeros pasitos que di en el freestyle (rap) fue con verdaderos raperos, no con gente que solo sabe batallar”, dice Lokillo en entrevista para El Espectador.
Después de aquella primera noche, el hombre que acumula dos títulos como Rey Nacional de la Trova (2011 y 2012), otros tres como Rey del Festival Orquídea de Oro (2011, 2014 y 2015) y un par más como Rey del Festival Nacional de la Trova en la Feria de las Flores (2008 y 2010), empezó a masticar la idea de competir haciendo freestyle.
Raperos colombianos como Camilo Ballesteros (Valles-T), Daniel Rendón García (Big Killa) o William Daniel Martín Martínez (Carpediem), todos con amplio recorrido en el circuito nacional e internacional de freestyle, le secundaron la idea a Lokillo y empezaron a entrenar con él.
Le invitamos a leer: Esto es lo que se sabe de la llegada de la FMS a Colombia
El pasado 23 de agosto el comediante se clasificó a la final nacional de Red Bull Batalla Colombia y, aunque el fue eliminado en octavos de final por Maribel Camilo Gómez (Marithea), quien al final de la noche se convertiría en la campeona, Lokillo protagonizó uno de los minutos más recordados de aquella competencia.
La participación de Lokillo, que está matizada por la curiosa presencia de un comediante en un mundo de raperos, llamó la atención de varios de los comentaristas de freestyle en habla hispana más destacados del mundo. Entre ellos, el MC argentino Papo.
Además: Marithea, más allá de los titulares y un campeonato nacional de freestyle
“Mucho antes de la participación en Red Bull ya había ido a ver cómo era el ambiente de las plazas en una competencia de Medellín que se llama Cuatro Barras. Quedé muy entusiasmado, pero por cuestiones de tiempo no había podido asistir a participar, pero esta vez se dio la oportunidad de ir al Rey de la Villa”, le dice Lokillo a este medio.
Como el resto de los participantes, el también presentador de televisión pagó los $5.000 por la inscripción en la competencia que esa noche se terminó ganando Rubén Darío Correa Munera (RBN), un reconocido freestyler colombiano que incluso a representado al país en competencias internacionales como la Batalla de Maestros (BDM).
El debut de Lokillo en las plazas de freestyle no fue malo. Clasificó en los filtros previos de la competencia y llegó a cuartos de final, instancia en la que fue eliminado por MC Gafas.
“En la plaza se ve la realidad. No hay como maquillar absolutamente nada. Es la sensación de tener un público que se conecta contigo o que manifiesta que no le gusta lo que haces. Es la realidad de la calle. No hay cámaras, no hay directores, no hay luces. Es uno contra otro y lo que logre la gente conectar”. Competir en la plaza se presta, entre otras cosas, para ser más políticamente incorrecto. Para fluir sin estar condicionado por las buenas maneras. “Aunque hoy con las redes sociales y con todo el mundo con un celular en la mano, ya no solo se le habla a las personas que están ahí sino a todo el mundo, pero sí se siente más libertad para poder expresarse. El contexto de la calle hace que todo fluya”.
Daniela Arango Amaya, encargada de la logística del Rey de la Villa, le dijo a El Espectador que la presencia de Lokillo en el evento fue sorpresiva.
“La Villa se hace todos los viernes y así se hizo esa semana. Normal. El premio de esa noche era de $100.000 y la inscripción valía $5000. En un momento llegó por un ladito y me pasó $10.000. ‘Inscriban a Big Killa y Lokillo’. Yo me extrañé, pensé que estaban tomando del pelo, pero cuando miré efectivamente era él. Solo que no se reconocía porque tenía el tapabocas, una chaqueta negra y la capucha”. Esa noche, dice Arango Amaya, se inscribieron 30 improvisadores.
“La Villa ha tenido dos etapas. Hace mucho tiempo se llamaba la Villa Freestyle, pero dejó de funcionar por algunos problemas, luego nos encontramos con Brayan Córdoba (Elepz líder de la liga) para hablar la posibilidad de revivirla. Hace dos años y medio nos pusimos en esa tarea. Y en eso hemos trabajado desde finales de 2019. Tratando de consolidarla, buscar patrocinios y promoviendo la participación de más jóvenes y nuevos públicos”, agrega Daniela Aranga, quien es contadora pública egresada de la Universidad Luis Amigó.
El efecto Lokillo en la organización de la Villa fue inmediato. En la más reciente jornada de esta competencia de freestyle se inscribieron 58 personas y más de 300 personas presenciaron el evento. “Tenemos que agradecerle porque después de su participación hemos tenido una repercusión muy grande. Por ejemplo, en el canal de YouTube teníamos 2 mil suscriptores. Ahorita estamos en 10.300. Le han hecho reacciones en Chile, Perú, México, España”, dice Daniela.
¿Qué se viene para Lokillo en el freestyle?
“Estoy viviendo esto de acuerdo con la emoción del momento, como cuando participaba en los campeonatos de trova Lo hacía cuando quería y no solo por una necesidad de figurar. Así quiero hacerlo con el freestyle. Cuando tenga el tiempo y tenga las ganas de ir a una plaza lo voy a hacer. Quiero seguir encontrándome con freestyler de todo el mundo. Quiero estar a donde la improvisación me llame”.
¿Estará en la FMS Colombia?
Me encantaría. Es el formato que más me gusta del freesyle. Es el escenario perfecto para que los improvisadores muestren su talento. Hay más oportunidad de que un jurado entienda las habilidades. Me gustaría estar. No hay nada confirmado.
En redes sociales he visto el deseo de mucha gente que quisiera verme allí. EL hecho de que hayan ampliado dos cupos también me deja tranquilo de que, si llegase a existir la posibilidad de estar allí, me deja tranquilo de que están los diez de la gente que quería ver, más otros dos que logramos entrar. No quisiera entrar con la gente sintiendo que alguien debía estar no está. Eso no me gustaría”.
¿Qué le dice a quienes lo cuestionan por no ser parte de la escena del freestyle?
“Sigo mi camino y mi proyecto de mostrarle a la gente las infinitas posibilidades que nos da la improvisación. Cualquier escena diferente a la trova a la que yo entre, al principio va a causar esa incomodidad de que no pertenezco a ese universo, pero cuando comprendan que yo soy un improvisador y que lo que hago me permite hablar todos los idiomas del repentismo, la gente me va a terminar aceptando en cada escena en la que incursione.
Esto no es solo con el freestyle. Mi sueño es hacer contrapunteo llanero, festival vallenato, estar en Cuba con los poetas más grandes haciendo décimas”.