Gabinete de curiosidades de Ole Worm, Musei Wormani Historia, 1655.
Foto: Didier Descouens
El auge de la exploración geográfica en el Renacimiento europeo propició el comercio de objetos naturales y manufacturas provenientes de lugares remotos, un fenómeno que alimentó la creciente fascinación de las élites europeas por lo exótico. Los príncipes, cortesanos, comerciantes, algunos médicos, naturalistas o farmaceutas con poder adquisitivo comenzaron a mostrar interés por conocer y acumular diversos objetos provenientes de lugares lejanos que incluían animales (mamíferos, peces, reptiles, aves o insectos disecados); conchas, muestras...
Por Mauricio Nieto Olarte
Mauricio Nieto Olarte es filósofo de la Universidad de los Andes y doctor en Historia de las Ciencias de la Universidad de Londres.