Gorgona: hogar para pescadores artesanales de Bazán
En esta segunda entrega se ahondará en la relación ancestral de Gorgona con la comunidad de pescadores artesanales nariñenses de Bazán. Este vínculo se desconoció, en 2015, cuando se le otorgó una licencia ambiental a la Armada Nacional, sin haberle consultado a la comunidad.
Paola Moreno Delgadillo
Desde Bazán (Nariño) observan a Gorgona. Tienen un vínculo ancestral con la isla. Los pescadores artesanales del pueblo recorren la ruta en alta mar, de 35 kilómetros, hasta llegar a su humilde cabaña. Es una propiedad colectiva que utilizan para pernoctar y llevar a cabo sus faenas de pesca durante varios días. Todos saben que no se puede pescar dentro del área protegida del Parque.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Desde Bazán (Nariño) observan a Gorgona. Tienen un vínculo ancestral con la isla. Los pescadores artesanales del pueblo recorren la ruta en alta mar, de 35 kilómetros, hasta llegar a su humilde cabaña. Es una propiedad colectiva que utilizan para pernoctar y llevar a cabo sus faenas de pesca durante varios días. Todos saben que no se puede pescar dentro del área protegida del Parque.
A las seis de la mañana Cecilio Obando sale de la casa de pescadores, en el Parque Nacional Gorgona, y se dirige a mar abierto. En su embarcación guarda agua dulce y su espinel. Este último lo dejará en el océano hasta el otro día. Hacia las tres o cuatro de la tarde debe regresar a Gorgona. Entonces recuerda el saber ancestral de navegación que tiene con la isla y que su padre le enseñó.
Su conocimiento es parte de la ciencia comunitaria transmitida en cada generación de pescadores artesanales. Para explicar sus rutas reúne a otros compañeros y dibuja Gorgona, junto a Gorgonilla. Detrás de ella resaltan una zona a la que nombran Piedra del Viudo, porque está sola en medio del océano. Este es uno de los puntos de guía para regresar a la isla.
Por eso, Espaciano Aguirre insiste que Gorgona es la única protección que tienen en el mar. “En la inmensidad del océano, ella nos cuida y protege. Después de nuestra faena de pesca llegamos hacia las cuatro o cinco de la tarde a la isla para bañarnos, cocinar y dormir”. Relata que si llegan después de las seis se debe a dos razones.
Le sugerimos: El concepto de violencia en el exterminio político de la Unión Patriótica
El principal motivo ocurre por la presencia de alta nubosidad, que hace difícil ubicar los puntos de navegación. Por ejemplo, la principal zona de orientación, Dos Cerros, permanece casi invisible en este clima. También sucede cuando el espinel, dejado el día anterior, se mueve a causa de la marea y emplean hasta dos horas para buscarlo.
Los que llegan temprano a Gorgona se reúnen para recordar viejos tiempos. Evocan historias de sus ancestros. Todas señalan que, desde siempre, los pescadores de Bazán habitan la isla. Los más viejos se quedaban hasta 15 días. Narran cómo sus abuelos y padres les enseñaron a pescar con canalete y vela. “A la Gorgona se iba con canalete. La gente de afuera lo llama remo”, cuenta Pascual.
Otras veces los funcionarios del Parque llegan para realizar actividades que no sobrepasan las seis de la tarde. Por seguridad, en la noche nadie puede salir de la cabaña. Ricaurte Obando afirma que la casa de pescadores en Gorgona existe por el Acuerdo Playa Agujero.
Ocurrió después de convertir a Gorgona en Parque Nacional. Allí surgió el conflicto entre funcionarios y pescadores de Bazán por la decisión institucional de crear zonas delimitadas para realizar pesca, sin tener en cuenta la relación ancestral de esta comunidad con la isla y su participación en esta toma de decisiones.
Sin embargo, la dependencia entre Bazán y Gorgona es tan fuerte, que la autoridad ambiental reconoció en el documento, “Plan de manejo del ensamblaje de peces demersales de importancia pesquera del Parque Nacional Natural Gorgona y su zona de influencia Parque”, que:
(...) “La presencia de comunidades de pescadores asentados hace más de 100 años en esta zona, con fuerte apropiación al territorio y una dinámica de vida generada en el área de influencia del PNN Gorgona y en el interior del PNN Sanquianga (...) quienes en su memoria colectiva consideran algunos sectores del área protegida como parte de su territorio ancestral, en la medida que les ha proporcionado medios de subsistencia, pese a no tener un asentamiento permanente (...). La tradición de uso, previa a la declaración del Parque, hace que la comunidad de Bazán continúe sintiendo a Gorgona como parte de su territorio, pues, como se ha visto, las relaciones tejidas con la isla son tradicionales y persisten, ya que sin tener una ocupación de hecho forjaron en el tiempo y mediante la tradición lazos de conectividad con el espacio, los cuales van más allá del usufructo pesquero y se asientan en la apropiación, en el sentir el lugar como parte de su espacio de vida”. (PNN, 2015, pp. 12 y 23).
Le recomendamos: “Es muy raro que los psicópatas sean asesinos”: Richard Firth-Godbehere
De esta manera surgió el Acuerdo Playa Agujero entre el Parque Nacional Natural Gorgona y pescadores artesanales de Bazán. Se reconocen como habitantes ancestrales y actores fundamentales para la recuperación de especies demersales, que habitan en aguas profundas, y que en el Pacífico las más conocidas son merluza, chema y pargo.
Se entusiasman cuando hablan del acuerdo. “Tenemos un compromiso con Gorgona para ayudar en la conservación de la isla. Por eso ahora tenemos casa en la isla. Lo que no podemos hacer es pescar y realizar otras cosas que afecten al Parque. Tenemos un área establecida para pescar. Antes dormíamos en unas carpas y sobre las piedras. Cada año nos reunimos dos o tres veces para hacer seguimiento a los acuerdos”, dice Crucito Obando.
Los pescadores artesanales pactan otros compromisos: unir esfuerzos para hacer de Gorgona un área de conservación, transmitir sus conocimientos de tradición a las nuevas generaciones de pescadores artesanales, mantener su cabaña en la isla en condiciones de higiene y sus cabañas deben estar marcadas y ubicarse en sitios definidos. Muestran con orgullo su documento: “El portador de este carné es un pescador responsable y se compromete a no pescar en el interior del Parque, por lo tanto, está autorizado a usar la cabaña y se reconoce como miembro del Acuerdo de Bazán”.
De este acuerdo también se creó la Mesa de Pesca de Bazán. Está conformada por uno o dos representantes del gremio educativo, pescadores artesanales, comercio pesquero y del Consejo Comunitario. Así, toda la comunidad está representada para dialogar con el Parque Nacional Gorgona. Asimismo, tienen un acuerdo de cocos. La Mesa de Pesca designa a dos o tres pescadores artesanales para buscar cocos en la isla. Con antelación se avisa a los funcionarios del parque para que expidan el permiso.
La Mesa de Pesca surgió ante la necesidad de convertirse en un actor válido frente a la explotación de la vida marina por la pesca industrial. Los pescadores artesanales tienen gran sentido crítico con esta actividad que, con licencias, extrae a gran escala la vida en el mar. “A nosotros como pescadores artesanales nos prohíben muchas cosas porque nosotros no tenemos dinero. Pero a los barcos industriales no les dicen nada. Uno ve que sacan demasiados animalitos y especies que no se deberían pescar. Eso es algo de toda la Costa Pacífica”, comentan.
Podría interesarle: María Luisa Carnelli: Las letras de la ofensa
Coinciden en que el Acuerdo Playa Agujero va más allá de la pesca. Estableció programas educativos en Bazán para la conservación comunitaria de la isla. De este proceso surgió el grupo Ecoparque en la Institución Educativa Distrital de Bazán. El objetivo es formar jóvenes cuidadoras(es) de la biodiversidad de Gorgona.
Sobre su cabaña, en la isla, trabajan unidos para obtener los permisos y construir un fogón ecológico, porque siempre cocinan en el suelo. Al ingresar a la casa se pueden leer los avisos del Parque: “Como fruto de un trabajo en equipo, el Parque Nacional Natural Gorgona y los pescadores de la comunidad de Bazán nos comprometemos a conservar el área. (...) Gorgona es nuestro refugio. Aquí descansamos después de las faenas de pesca. Por eso es nuestro compromiso unir esfuerzos con Parques y conservarla”.
Dormirán otra noche en la Gorgona, como le dicen con cariño. Afuera está el mar y el fragor de la selva Pacífica. Las yubartas saltan y arrullan el sueño en la humilde casa de pescadores artesanales.
No obstante, la isla enfrenta dos amenazas actuales: el cambio climático y un proyecto de la Armada Nacional, desde 2015, para convertirla en base guardacostas y vigilar rutas de narcotráfico. La licencia ambiental fue otorgada por la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) sin realizar consulta previa a las comunidades nariñenses del río Tapaje y caucanas del río Guapi que tienen una relación ancestral con la isla. El principal argumento es que ningún grupo humano habita Gorgona.
“El conflicto ambiental que se vive en la actualidad en el Parque Nacional Natural Gorgona, con ocasión de las obras de infraestructura autorizadas mediante una cuestionada licencia ambiental, pone en peligro derechos ambientales constitucionales y legales, asunto en el cual el Grupo de Investigación en Derechos Colectivos y Ambientales (GIDCA), desde sus capacidades y conocimiento, viene apoyando en el análisis jurídico y político de las afectaciones a los elementos naturales de especial protección ecosistémica de la zona y, a las comunidades que históricamente son parte de esta territorialidad afropacífica, a quienes no se les ha consultado sobre los proyectos, obras y actividades por ejecutar”, dice el profesor Gregorio Mesa, del GIDCA, de la Universidad Nacional de Colombia.
Le recomendamos leer: Abdulrazak Gurnah, Juan Gabriel Vásquez y los legados narrativos del colonialismo
Por lo anterior, y debido a la fragilidad ecosistémica de Gorgona, las comunidades buscan un espacio de diálogo. La comunidad de Bazán espera la respuesta a un derecho de petición radicado el 10 de enero de 2023 ante la ANLA. Piden que sean reconocidos, posibles afectados e intervinientes en el proyecto de la Armada Nacional. Que se les entregue información detallada del mismo, junto al plan de operaciones y cronograma actualizado. Además de reevaluar los impactos socioambientales e imponer medidas cautelares de suspensión.
La memoria ancestral del pueblo de Bazán está en Sundigua, Yundigua o Gorgona. Es la casa del pescador artesanal y de muchas especies. Dicen que hasta las ballenas jorobadas deciden tener sus crías allí. No imaginan una vida sin la isla, porque Gorgona otorga fuerza vital. Sin ella habitaría la tristeza, la nostalgia y la desolación.
*Este especial de Gorgona es posible por los valiosos testimonios de las comunidades, el Colectivo Unidos Por Gorgona y el trabajo del Grupo de Investigación en Derechos Colectivos y Ambientales (GIDCA), de la Universidad Nacional de Colombia.