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                                                                                                                                Julio Enrique Blanco: el recorrido “Hacia una Barranquilla alejandrina”

                                                                                                                                Hace 80 años, un helénico filósofo barranquillero señaló que su ciudad natal, ubicada sobre el delta del Río Magdalena y frente al trajinado Mar Caribe, poseía las condiciones y características que irrevocablemente la conducirían “Hacia una Barranquilla alejandrina”.

                                                                                                                                Leydon Contreras Villadiego

                                                                                                                                Julio Enrique Blanco (1890 - 1986) fue un filósofo barranquillero, fundador del Museo del Atlántico, que en la actualidad es la Universidad del Atlántico.
                                                                                                                                Foto: Archivo Particular
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                                                                                                                                Le recomendamos: El dolor en El Palmar

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Más allá de una visión regional que buscaba extender su trasmallo idealista sobre otras naciones del Gran Caribe, el filósofo proyectó a Barranquilla como un faro de progreso integral, material y espiritual, capaz de influir positivamente en lo largo y ancho de estas recién emancipadas latitudes. Una ciudad alejandrina en pleno corazón del trópico macondiano.

                                                                                                                                No deje de leer: Un día en la Berlinale

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Con publicaciones, traducciones de textos claves y desde el campo de la docencia, cada cual por su lado contribuyó en favor de la “normalización” de la filosofía en Colombia, que para los años cuarenta, y desde finales del siglo XIX, todavía se encontraba enclaustrada y reducida al neotomismo, en cuya doctrina filosófica se condensan los principales postulados de la escolástica y en ella, toda la carga del pensamiento cristiano medieval.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Entre las primeras se cuenta la ocurrida entre Blanco y Enrique Revollo del Castillo, hermano del sacerdote e historiador Pedro María Revollo, dadas en junio de 1937. Debate que intentó establecer si había, o no, filósofos en Colombia.

                                                                                                                                Luego, en mayo de 1954, el filósofo barranquillero trabaría una nueva contienda epistolar, también publicada en el principal diario de la ciudad a cargo de Juan B. Fernández.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Entrada la década del setenta, la Escuela de Filosofía de la Universidad Metropolitana permite que algunos jóvenes lleguen a fundar sus propios recintos para el estudio de la ciencia y la filosofía.

                                                                                                                                Le puede interesar leer: Sindicatos denuncian el mal estado de la Torre Eiffel en el cuarto día de huelga

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                De la actualidad filosófica que se trataba en los recién aparecidos escenarios académicos son prueba la visita de filósofos renombrados como el epistemólogo y evolucionista Donald T. Campbell; el destacado lógico norteamericano Willard Van Orman Quine; el editor y director de la revista francesa de pensamiento contemporáneo Espirit, Olivier Mongin; el español Manuel Reyes Mate y el profesor Pablo Guadarrama, y así, fue un ir y venir del no muy conocido mundo de las estrellas de la filosofía que se anduvieron de paso por una ciudad que en un principio no tenía en mente los negocios de la cultura y la razón.

                                                                                                                                Nacionales y extranjeros desembarcaron sobre sus puertos para participar en conferencias, foros, seminarios y terminar, al final, en una que otra buena empinada de codo. No erraba Pasteur al decir que: “hay más filosofía en una botella de vino (de ron) que en todos los libros (las esquinas) del mundo”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En 1998 se inaugura la Cátedra Julio Enrique Blanco. Tampoco se puede dejar de lado los 33 años de Conversatorios Filosóficos que vieron su luz en el hoy clausurado Teatro Municipal Amira de la Rosa.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Julio Enrique Blanco (1890 - 1986) fue un filósofo barranquillero, fundador del Museo del Atlántico, que en la actualidad es la Universidad del Atlántico.
                                                                                                                                Foto: Archivo Particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Le recomendamos: El dolor en El Palmar

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Más allá de una visión regional que buscaba extender su trasmallo idealista sobre otras naciones del Gran Caribe, el filósofo proyectó a Barranquilla como un faro de progreso integral, material y espiritual, capaz de influir positivamente en lo largo y ancho de estas recién emancipadas latitudes. Una ciudad alejandrina en pleno corazón del trópico macondiano.

                                                                                                                                No deje de leer: Un día en la Berlinale

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Con publicaciones, traducciones de textos claves y desde el campo de la docencia, cada cual por su lado contribuyó en favor de la “normalización” de la filosofía en Colombia, que para los años cuarenta, y desde finales del siglo XIX, todavía se encontraba enclaustrada y reducida al neotomismo, en cuya doctrina filosófica se condensan los principales postulados de la escolástica y en ella, toda la carga del pensamiento cristiano medieval.

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Entre las primeras se cuenta la ocurrida entre Blanco y Enrique Revollo del Castillo, hermano del sacerdote e historiador Pedro María Revollo, dadas en junio de 1937. Debate que intentó establecer si había, o no, filósofos en Colombia.

                                                                                                                                Luego, en mayo de 1954, el filósofo barranquillero trabaría una nueva contienda epistolar, también publicada en el principal diario de la ciudad a cargo de Juan B. Fernández.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Entrada la década del setenta, la Escuela de Filosofía de la Universidad Metropolitana permite que algunos jóvenes lleguen a fundar sus propios recintos para el estudio de la ciencia y la filosofía.

                                                                                                                                Le puede interesar leer: Sindicatos denuncian el mal estado de la Torre Eiffel en el cuarto día de huelga

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                                                                                                                                Nacionales y extranjeros desembarcaron sobre sus puertos para participar en conferencias, foros, seminarios y terminar, al final, en una que otra buena empinada de codo. No erraba Pasteur al decir que: “hay más filosofía en una botella de vino (de ron) que en todos los libros (las esquinas) del mundo”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En 1998 se inaugura la Cátedra Julio Enrique Blanco. Tampoco se puede dejar de lado los 33 años de Conversatorios Filosóficos que vieron su luz en el hoy clausurado Teatro Municipal Amira de la Rosa.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hay que decir que todo este vertiginoso trasegar de la historia y desarrollo de la filosofía en Barranquilla fue inusitado por la visión de un filósofo sin cartón y permite que hoy la ciudad cuente con el gran árbol genealógico de la filosofía en Barranquilla, en el cual las nuevas generaciones no solo encuentran un patrimonio cultural y filosófico.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cada jueves podrán recibir en sus correos el newsletter de El Magazín Cultural, un espacio en el que habrá reflexiones sobre nuestro presente, ensayos, reseñas de libros y películas y varias recomendaciones sobre la agenda cultural para sus fines de semana. Si desean inscribirse a nuestro newsletter, que estará disponible desde la segunda semana de marzo, puede hacerlo ingresando al siguiente link.

                                                                                                                                Por Leydon Contreras Villadiego

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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