Hasta que la muerte los separó: Vicente Fernández y María del Refugio Abarca
El cantante mexicano falleció el 12 de diciembre y dejó una viuda, cuarto hijos, once nietos y tres bisnietos. María del Refugio Abarca lo acompañó en el hospital hasta su último respiro.
Andrea Jaramillo Caro
Con un beso sobre el féretro de Vicente Fernández y vestida de negro, María del Refugio Abarca Villaseñor, conocida como Doña Cuquita, despidió al que fue su esposo desde 1963. Rodeada de familiares y en una arena con miles de fanáticos dio inicio a las exequias del Charro de Huentitán.
Inseparables en vida, la pareja se conoció desde la infancia. Sin embargo, fue años más tarde que el amor comenzó a florecer entre los dos. Cuando “Chente” tenía 23 años regresó de Ciudad de México a su pueblo natal, Huentitán El Alto, en Jalisco, después de trabajar como cantante en restaurantes. La vio durante ese viaje y luego se enteró de que era la hermana de un amigo de infancia.
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Todo comenzó cuando Fernández le regaló una flor de laurel a la “chaparrita caderona”, como se refería a ella, en la plaza del pueblo. Ese mismo día la invitó al rancho de su familia y allí le preguntó si sería su novia. Sin embargo, Abarca Villaseñor no le dio una respuesta positiva de inmediato, lo hizo esperar hasta el domingo, aunque ya sabía que su respuesta sería sí.
“Estaba, qué te diré, de unos 16 años cuando él me habló para [ser su] novia en la calle. Ellos tenían una lechería y delante de sus papás me dijo que si quería ser su novia”, afirmó María del Refugio Abarca en una entrevista. Estuvieron juntos durante un tiempo, sin embargo, cumplir su sueño musical implicaba que no tendría el tiempo suficiente para estar con su amada, por lo que optó por terminar con ella, siguiendo el dicho de “si amas algo, déjalo ir”. Le dijo “búscate otro, porque yo no sé cómo me vaya”.
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Esa separación no les duraría mucho, pues a pesar de estar lejos se mantuvieron en contacto a través de cartas. “Él me escribía a diario mientras vivía en México, me contaba lo que le pasaba”, afirmó Abarca Villaseñor. Desafortunadamente para Fernández, ella siguió su consejo y tenía otra pareja, pero él no se dio por vencido. Ya sabía que tenía otro novio y estuvo a punto de perderla, sin embargo, muy a su estilo le dijo que le daba 10 minutos para terminar con su novio porque ellos se casarían el 27 de diciembre, según reporta Telemundo. Y así fue: contrajeron matrimonio el 27 de diciembre de 1963 y estuvieron casados por 57 años.
La pareja tuvo tres hijos: Vicente Jr, Gerardo, Alejandro, y luego adoptó a Alejandra, su única hija. Además de su descendencia, la relación estuvo acompañada de varios rumores por supuestas infidelidades por parte de Fernández. La más sonada fue con Patricia Rivera, aunque se dice que hubo otras. Sin embargo, Doña Cuquita se mantuvo a su lado afirmando su estatus como matriarca de la dinastía Fernández.
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María del Refugio Abarca Villaseñor estuvo al lado de Fernández desde el momento en que ingresó al hospital y esperaba regresar con él a su rancho Los tres potrillos. Sin embargo, su historia de amor tuvo un fin abrupto el 12 de diciembre y a pesar de que el gran amor de Doña Cuquita se haya ido, su historia de amor permanece como parte de su legado.
Con un beso sobre el féretro de Vicente Fernández y vestida de negro, María del Refugio Abarca Villaseñor, conocida como Doña Cuquita, despidió al que fue su esposo desde 1963. Rodeada de familiares y en una arena con miles de fanáticos dio inicio a las exequias del Charro de Huentitán.
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