"Mi corazón es como una roca cubierta de musgo, donde nunca falta una lágrima", escribió José Eustasio Rivera en "La vorágine".
Foto: Archivo particular
“Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia”, José Eustasio Rivera.
La cita con la que se inicia esta reflexión es uno de los comienzos narrativos más simbólicos y potentes de la literatura colombiana, no solo por la analogía con el amor, sino por la fuerte implicación social e histórica que contiene esa corta oración en una novela en la que se escuchan ecos tanto del Romanticismo decimonónico como del Modernismo de comienzos del siglo XX.
Por Mónica Acebedo
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación