Historia de la literatura: “Robinson Crusoe”
En nuestro viaje por la historia de la literatura voy a iniciar el siglo XVIII, mejor llamado Siglo de las Luces o la Ilustración, con una obra, que sin duda, ha traspasado la barrera del tiempo, ha pervivido en múltiples escenarios literarios, cinematográficos, de entretenimiento, aventuras y supervivencia y se constituye como la primera novela inglesa: Robinson Crusoe escrita en 1719 por Daniel Defoe.
Mónica Acebedo
Pero antes de adentrarnos en la vida de Defoe y en su famosa novela, me voy a referir a las condiciones históricas que rodean el nacimiento de la novela en Inglaterra. Durante la segunda mitad del siglo XVII los ingleses se convierten en los patrones de los mares. Viajan, exploran, explotan y siembran las semillas del colonialismo en muchos lugares del globo terráqueo. A medida que avanza y termina el siglo, ese colonialismo llena los bolsillos de muchas personas y del mismo Estado, al tiempo que surge una nueva clase social entre los comerciantes, rica y poderosa. Aránzazu Usandizaga se refiere así a este fenómeno social: “Esta nueva clase, cada vez más aposentada en Inglaterra, con medios y tiempo para leer, va poco a poco imponiendo sus intereses ideológicos y culturales, que difieren profundamente los de las clases tradicionalmente acomodadas, es decir, de los de la aristocracia” (Lecciones de literatura universal, La novela inglesa en el siglo XVIII, Cátedra, p. 430).
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Pero antes de adentrarnos en la vida de Defoe y en su famosa novela, me voy a referir a las condiciones históricas que rodean el nacimiento de la novela en Inglaterra. Durante la segunda mitad del siglo XVII los ingleses se convierten en los patrones de los mares. Viajan, exploran, explotan y siembran las semillas del colonialismo en muchos lugares del globo terráqueo. A medida que avanza y termina el siglo, ese colonialismo llena los bolsillos de muchas personas y del mismo Estado, al tiempo que surge una nueva clase social entre los comerciantes, rica y poderosa. Aránzazu Usandizaga se refiere así a este fenómeno social: “Esta nueva clase, cada vez más aposentada en Inglaterra, con medios y tiempo para leer, va poco a poco imponiendo sus intereses ideológicos y culturales, que difieren profundamente los de las clases tradicionalmente acomodadas, es decir, de los de la aristocracia” (Lecciones de literatura universal, La novela inglesa en el siglo XVIII, Cátedra, p. 430).
Le invitamos a leer: Historia de la literatura: sor Juana Inés de la Cruz
Uno de los cambios culturales a los que se enfrenta la sociedad del momento es el de percibir el conocimiento de una manera más empírica. Locke y Hume, por ejemplo, invitan a investigar a partir de métodos inductivos y no deductivos. La razón empieza a desplazar al humanismo y a los estudios clásicos. Pero también se enfrenta la sociedad inglesa a las pugnas religiosas entre la Iglesia anglicana, los presbiterianos, los puritanos y metodistas. A partir de este contexto surge la novela como alternativa de observar la realidad social y política.
Daniel Defoe (originalmente apellidado Foe) nació, probablemente, en Londres el 10 de octubre de 1660 y fue solamente hasta 1719 que publicó Robinson Crusoe, luego de haber escrito en diferentes periódicos por más de 20 años, además de participar en temas políticos y en actividades comerciales, que en algunos momentos lo llevaron a tener mucho dinero y en otros a perderlo todo. Murió en 1731.
La novela es una autobiografía ficticia y, por lo tanto, está narrada en primera persona. Está construida al estilo de los relatos de viajes que, dado el contexto histórico, estaban de moda en toda Europa. El narrador ficticio es un hombre llamado Robinson Crusoe, un inglés nacido en York, que en contra de los consejos de sus padres decide viajar por el mundo. Durante una de las expediciones, la embarcación en la que viaja es atacada por corsarios turcos que lo convierten en esclavo. Se escapa con la ayuda de un capitán portugués que se dirige a Brasil. Allí se dedica por un buen tiempo a la siembra de caña de azúcar, pero durante su estancia se percata del excelente negocio de importación de esclavos. Se embarca hacia África, pero en el camino su barco naufraga y queda atrapado, solo, en una isla desierta. Para sobrevivir toma las armas y otros artículos de la embarcación. Esporádicamente se acercan a la isla aborígenes caníbales. Allí permanece durante 23 años completamente solo, donde lleva un meticuloso diario hasta que se le acaba la tinta. En algún momento salva a un indígena de la muerte y le pone por nombre Viernes. Con él vive cinco años más. Finalmente, ambos logran salir de la isla y se dirigen a Inglaterra.
Son diversos los temas que se destacan en la narración: la trama argumental presta más atención a los sucesos y a las aventuras que a los sentimientos del protagonista, que son justamente una de las características que empieza a perfilar la Ilustración; es también símbolo del colonialismo y del eurocentrismo, ya que la narración parece suponer que el hombre blanco europeo es perfecto cultural y moralmente, incluso en situaciones extremas. La novela presenta una intención domesticadora de manera permanente (loros, gatos, perros y hasta el mismo Viernes); igualmente, se podría decir que es una suerte de apología del cristianismo puritano, ya que la creencia que deja vislumbrar la novela es que las circunstancias adversas sirven para la salvación del alma.
En suma, Robinson Crusoe es considerada la primera novela inglesa. Al mismo tiempo representa el colonialismo británico, que supone que la suya es una cultura y una justicia suprema, que, además, posee creencias religiosas superiores y coherentes. Se evidencia claramente el imperialismo cultural, pero también es una novela de viajes y aventuras. Se ha llevado al cine y se ha analizado desde la perspectiva cultural, social, política e incluso económica, pues plantea una defensa del capitalismo como un sistema de producción que se sostiene incluso sin sociedad. Resume así Eberhard Kreutzer: “Defoe no fue solo el primer autor importante de novelas en Inglaterra, sino también el primer escritor que aportó una idea sobre las múltiples posibilidades de expresión de la prosa, ante todo de aquellas que se preocupaban por una nueva intervención de la cambiante realidad”. (Historia de la literatura de Akel, V4, p. 208)