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La historia del último libro de Valeria Gallo comenzó con un marcador rosado fosforescente y el deseo imperioso de utilizarlo por primera vez. Con su libreta de dibujo abierta y su nueva adquisición, la mexicana se sumergió en un espacio creativo del que surgió la imagen de un niño y un padre. El último utilizaba un par de tacones, de color rosa, por supuesto. Bajo la ilustración, escribió: “En sus zapatos”. Y así, de manera orgánica, nació la idea del libro que llevaría por título aquella frase.
En sus zapatos es un libro álbum, es decir, un libro en el que no hablan las palabras, sino exclusivamente las imágenes. Incluso, algunas gritan. Nunca se sabe el nombre del niño ni del padre, ni se lee un diálogo entre ellos, pero se hacen evidentes para el espectador las dificultades que afrontan como familia en búsqueda de la libertad y la felicidad. El padre desea utilizar prendas, como aquellos tacones, que causan miradas despectivas y desaprobatorias por parte de la comunidad y, por lo tanto, la angustia y tristeza de su hijo. La narrativa visual de Gallo lleva a una reflexión que, aunque parece dirigida únicamente a la infancia, está destinada a cualquier lector.
Para ella, al igual que para otros creadores, el insumo de su obra es producto de una mezcla de experiencias. Dice que, en su caso, el interés por darles visibilidad a las historias diversas proviene de los estudiantes transgénero que ha conocido ejerciendo como profesora de ilustración y narrativa gráfica en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero también de su mismo núcleo familiar, que está conformado por su hijo y su pareja, que no es el padre biológico de él.
“Alfonso Ochoa, mi pareja, y yo tenemos un libro que se llama Esta familia que ves. Él hizo los textos y yo las ilustraciones. Todo está escrito en versos y muestra a familias de todo tipo. Aunque no lo dijimos explícitamente, para nosotros estaba la necesidad de afirmar que las familias no tienen que ser como nos han dicho en las narrativas de la televisión o en los cuentos para niños. Las familias pueden estar formadas por cualquier clase y número de miembros, y las une el amor, ni siquiera los une la sangre, como es nuestro caso”.
Así, la autora ha decidido apostarle a la diferencia. “Yo sí le apuesto mucho a eso. Las diferencias son las que nos hacen seres humanos, y eso hace que todas las historias sean válidas. Platiqué con Maia Fernández Miret, editora del sello Océano Travesía, porque quería explicar un poco de dónde venían estos personajes que en el libro son prejuiciosos, porque al final creo que las personas que no acaban de entender a los demás traen una historia que es importante contar”, afirma.
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Poniéndose en el lugar del otro, la mexicana construyó una bandera, un vehículo para apostarle a la transformación social. Ha sido así desde 2014, cuando 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron víctimas de desaparición forzada. “Mi discurso como creadora e ilustradora se ha vuelto más social a razón de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. Eso me indignó muchísimo. Ya muchas cosas me habían indignado antes, pero no había tomado acción hasta ese momento”, cuenta Gallo, quien escuchaba aquellas noticias con su hijo, que en ese entonces tenía nueve años. En esa ocasión, por primera vez, la ilustradora sí tradujo su indignación en acciones.
El blog “Ilustradores con Ayotzinapa”, hoy, ocho años después, cuenta con más de 400 ilustraciones de los estudiantes que no volvieron a aparecer. Algunas están llenas de colores, y de los rostros de aquellos jóvenes nacen flores e instrumentos musicales. Otras son imágenes de bordados y unas más son trazos detallados con lápiz. Debajo de cada una hay una leyenda diferente: “Yo, Fran Yáñez, quiero saber dónde está Dorian González Parra”. “Yo, Lorena Mondragón, quiero saber dónde está José Luis Luna Torres”. “Yo, Daniel Arzola, quiero saber dónde están”. Es una bitácora en línea del trabajo que comenzó Valeria Gallo.
“En un desayuno con mi pareja, que es director creativo, le dije: ‘Quiero hacer algo, quiero juntarme y hacer una exposición’. Él me dijo que era muy lento y me sugirió hacerlo por redes sociales. Entonces agarré las fotos que estaban circulando en esa época de los muchachos, que eran de esas típicas chiquitas de credencial en blanco y negro, y empecé a hacer un retrato de Benjamín Ascencio Bautista. Les escribí a tres colegas y les propuse que escogieran a quien quisieran de los 43 muchachos, que hicieran un retrato y que lo compartieran en sus redes sociales con el numeral “Ilustradores con Ayotzinapa”, y que pusieran una frase del estilo: “Yo, Valeria Gallo, quiero saber dónde está Benjamín Ascencio Bautista”, asegura. “Subimos los dos primeros retratos con Margarita Sada, etiquetamos a otros ilustradores y fue impresionante: ese primer fin de semana ya había 200 retratos en línea”.
Unos meses después, aquella iniciativa se transformó también en una intención de devolverles algo a la escuela y a los familiares de los estudiantes desaparecidos. El resultado fue un libro, cuyo título es la frase de uno de los padres: “Te buscaré hasta encontrarte”, y que ha sido donado a bibliotecas, escuelas y, por supuesto, a los familiares afectados. “A partir de ahí me di cuenta de que como comunicadora visual tengo una responsabilidad social de hablar de temas importantes”. Y como tal, Valeria Gallo ha ilustrado otros libros como Nosotras/Nosotros, una pieza con textos de Ana Romero que reflexiona sobre lo que significa ser hombre y mujer. La obra se lee de los dos lados y el lector encuentra el final en el medio de esta, cuando ambos géneros se encuentran. Un intento de reducir el antagonismo en el otro.
En la dedicatoria de En sus zapatos se lee: “Para Patricio”, su hijo, quien le inspiró a escribir un libro con su pareja y a utilizar sus habilidades artísticas para visibilizar la desaparición forzada de los 43 estudiantes en México. “Y para todas las personas que solo buscan ser felices”, continúa. Le pregunto, entonces, qué constituye la felicidad. “Siempre estamos queriendo llegar a la felicidad, como si la felicidad fuera un fin, y creo que es el proceso. Para mí, los procesos son felicidad y eso pasa también por la libertad, por la libertad de ser quien somos”.
Gallo asegura que el protagonista de su último libro es el niño, no el padre, pues es él quien tiene un arco de transformación en la historia. Y eso es lo que quiere inspirar en sus lectores: que todos suframos los cambios que ameritan las problemáticas sociales. Que podamos, gracias a una imagen, ponernos un par de zapatos ajenos, intentar ver el mundo desde otros ojos y ocupar un lugar diferente por un momento.
Actividades de Valeria Gallo durante la Feria del Libro de Bogotá
La ilustradora mexicana, autora de En sus zapatos e ilustradora de Nosotras/Nosotros, El bondadoso rey, Cazadores de croquetas, entre otros, dictará una clase magistral enfocada en narrativa gráfica, haciendo un recorrido por la historieta, el cómic y la novela gráfica, dirigida a profesionales y personas interesadas en la formación artística. El evento, que se realizará el viernes 22 de abril de 8:00 a.m. a 11:45 a.m., no es gratuito y para asistir hay que inscribirse previamente.
El mismo día, desde las 5:00 p.m. y hasta las 5:45 p.m., Gallo ofrecerá un taller al público infantil para hablar sobre la diversidad y las expresiones de género diversas.
El sábado 23 de abril, desde las 11:00 a.m. y hasta el mediodía, la ilustradora hablará con Lucas Insignares en Libros Mr. Fox Usaquén (calle 120A N° 5-07) sobre la literatura para niños como transformadora de estructuras de pensamiento limitantes.
Por último, el domingo 24 de abril a las 10 de la mañana, la mexicana hablará del interés y el acto de escribir sobre la comunidad LGBTI y sus experiencias con la creación del libro En sus zapatos. Esta conversación se llevará a cabo en el Gran Salón Ecopetrol de Corferias.