Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Immigration Records es una compañía de distribución musical y un sello discográfico para artistas inmigrantes en Estados Unidos. Empezó hace más de cinco años con una artista argentina, Lucia Tacchetti, amiga de su fundador, el colombiano Julián Duque. Hoy en día, su artista principal, Mimi Rose, también es argentina. Hablamos con Duque, quien, gracias a la pandemia, decidió dedicarse de lleno a este proyecto que tiene como meta apoyar a quienes se asemejan a él.
¿De dónde nace la idea de Immigration Records?
Yo soy inmigrante, soy colombiano, como te puedes dar cuenta por el acento, y estoy acá hace casi siete años. La idea sale de la necesidad de crear algo dentro de la industria de la música donde pueda ayudar a artistas inmigrantes y ofrecerles el apoyo y las herramientas que yo de pronto no tuve cuando llegué acá. Yo no soy músico como tal. Yo soy ejecutivo de la industria de la música, si quieres llamarlo así. Y en ese camino de inmigrante tuve muchos tropiezos, emigrar a otro país tiene muchas dificultades. Entonces el nombre sale tras preguntarme cómo puedo ayudar a artistas inmigrantes, principalmente acá en Estados Unidos que es donde estoy.
¿Y cómo empezó? ¿Quién fue ese primer artista con el que se inició este proyecto?
La primera artista con la que trabajé es una chica argentina que se llama Lucia Tacchetti. A ella la conocí en Texas, en un festival que se llama South by Southwest. Empezamos una amistad con ella y con su manager y eventualmente yo les propuse trabajar juntos y ellos estuvieron felices de empezar a trabajar. Eso ya fue hace por ahí unos cinco o seis años. Con Lucía fue muy interesante porque su proyecto musical cambió mucho desde el momento en que arrancamos a trabajar hasta que finalizamos. Pasó de ser una cantautora de música en español a hacer una mezcla de pop y electrónica.
Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖
Usted dice “yo como inmigrante viví ciertas dificultades cuando llegué a Estados Unidos y quise como hacerle el camino más fácil a los otros artistas que venían detrás de mí”. ¿Cuáles son esos retos que identificó que son específicos de la población migrante?
Lo podría dividir en dos: los retos como inmigrante y los retos como artista. Para el primero, es difícil adaptarse a la economía local y muchas veces yo no tenía el dinero para tener una vida normal. Obviamente entonces uno tiene dos o tres trabajos para cubrir los gastos. Y la manera cómo yo apoyo a los artistas es abriendo un poco esa red de contactos aquí, para lo que necesiten: un lugar donde quedarse, una carta de recomendación para que puedan tramitar su visa, etc. Para lo segundo, la parte artística, es clave explicarles cómo funciona el tema de la música acá en Estados Unidos y cómo funciona la industria a nivel digital, que es muy diferente de lo que era la música antes, y también navegar un poco ese mundo de la música en la ciudad en la que se encuentra el artista. Por ejemplo, si el artista está en Miami, ahí tenemos una serie de contactos y que pueden ayudar al artista a que entre más rápido dentro de la escena musical cuando está recién llegado a este país. Es una forma de apoyarlos en un sueño que yo también tuve.
Supondría que en Miami la población migrante se compone más que todo de personas que vienen de Latinoamérica. ¿Cómo es la demografía de este grupo de artistas que ha apoyado Immigration Records?
Al yo ser latino por naturaleza llegan muchos artistas latinos hacia nosotros. Entonces principalmente tenemos artistas de Colombia, Argentina, México, República Dominicana, Venezuela. Pero también tenemos artistas que son latinos de segunda generación, que nacieron en Estados Unidos, pero con padres latinos.
Le recomendamos: Música para expandir el universo
¿Cómo es ese proceso de encontrar artistas?
La gran mayoría llegan por referencia de otros artistas con los que hemos trabajado. Acá en Miami estamos armando una comunidad de artistas emergentes súper interesante, donde estamos trabajando con los artistas más emergentes, los que están haciendo su primer lanzamiento y no tienen ni idea cómo ni cuándo hacerlo. Otros llegan porque alguien del equipo los escucha en persona, en festivales, o en las plataformas de música, como Spotify o Youtube.
¿Cómo ha cambiado Immigration Records en estos años?
Ha crecido como negocio. Esto arrancó en mi apartamento en Nueva York y yo tenía mi trabajo en Sony Music y hacía esto en mi tiempo libre. Me vine a Miami por otro trabajo y, en la pandemia, me sacan. Fue un momento muy difícil, pero fue el que me hizo tomar la decisión de irme tiempo completo con este proyecto. A la música digital le fue muy bien en la pandemia, porque los artistas no tenían manera de salir a tocar. Entonces empezar a trabajar con ellos fue lo que nos dio como ese arranque. Y hoy somos un equipo de cinco personas, con aliados en España, México, Estados Unidos. Empezamos solamente con distribución digital y hoy en día ofrecemos más cosas, booking para eventos, toda la parte de desarrollo artístico, entre otras. Es decir, lo que casi nos mata es lo que nos mantiene vivos hoy en día.
Le podría interesar: Fernando Valverde: “Quise escribir un libro que pusiera nombre al dolor”