Jacobo Peña, el joven de 15 años detrás del mundo ficticio de Looderish hsiredool
Jacobo Peña Mesías nació un 19 de abril. Acaba de cumplir 15 años y reside en la ciudad de Bogotá. Su familia y su entorno estudiantil son pilares fundamentales en el desarrollo de sus proyectos. En este momento, su mayor pasión es la literatura, pero también siente atracción por el cine y la filosofía, considerándolos como carreras complementarias.
Daniel Esteban Reyes Espinosa
Su amor por la literatura surgió a través de la lectura de autores emblemáticos como JRR Tolkien, JK Rowling y Julio Verne. Estos escritores marcaron profundamente su estilo narrativo y despertaron su imaginación. Sin embargo, en los últimos años, ha ampliado sus horizontes con literatura latinoamericana, explorando obras de Gabriel García Márquez y Julio Cortázar. Peña busca no encasillarse en un solo género y prefiere nutrirse de diferentes perspectivas para construir su propio camino literario.
Comenzó a escribir a los cinco años. Al principio no utilizaba lápiz y papel, sino que narraba, desde su imaginación, el hilo conductor de sus historias inventadas a sus padres. Fue al trasladarse al entorno digital donde realmente sintió que sus palabras cobraban vida. Desde el inicio, su objetivo fue publicar sus escritos y compartir su pasión con los demás. Para él, la escritura no solo es un acto individual, sino también una acción social que busca transmitir la felicidad que experimenta al escribir.
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“Pocas veces tuve la iniciativa de escribir en papel. La primera versión de esta realidad literaria la tuve en mi mente, sin una representación material de lo que estaba escribiendo. Empecé a imaginar una historia continua que se repetía día tras día, sin perder el hilo, dependiendo en gran medida de mi propia memoria para mantener el flujo narrativo; sin embargo, me di cuenta de que mi memoria podía fallarme y que no era inmortal. Así que decidí recurrir a la escritura. Ahí es cuando comienza este proceso de dictar a mis papás los escritos que iba imaginando”. dijo Peña.
El primer libro de Peña, Cae la Oscuridad, fue un proyecto que comenzó entre los 5 y 7 años. Durante el proceso de corrección se dio cuenta de que la historia era del todo satisfactoria para sí mismo. Hasta el momento, no ha sido publicado, pues sigue trabajando en él.
Luego de haber tenido un bloqueo creativo, decidió empezar a escribir un segundo libro titulado Viaje al Dargosush. Esta vez, se dejó influir directamente por Julio Verne, creando algunos capítulos e incluso páginas inspiradas en las experiencias del capitán Nemo en 20.000 leguas de Viaje Submarino o al Viaje al centro de la Tierra. “Esta influencia directa también me hizo feliz al escribir”, admitió. Sin embargo, volvió al primer escrito y se dio cuenta de que nuevamente quería encontrar una nueva voz, una forma diferente de contar historias, menos similar a la de otros autores como, por ejemplo, Julio Verne. “En el proceso de revisión, me di por vencido y decidí escribir una nueva historia. Historia que me llegó en ese momento en el que revisaba el texto”.
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“Finalmente, llegó la idea de Looderish Hsiredool. En muchas ocasiones, tuve la sensación de cambiar mi estilo de escritura y explorar algo nuevo. Sin embargo, con esta historia propongo la tarea definitiva de publicarla. Hasta este momento, continúo realizando cambios en el lenguaje y la estructura durante la reedición de Looderish. Esto me permite conservar la inocencia del momento en que comencé a escribir el libro. Y finalmente, logramos publicarlo”, contó.
Aun así, había semanas y meses en los que no escribía directamente, por motivos de su cotidianidad, como su colegio y su vida personal, porque para el, el acto de escribir es un juego. En su cabeza, no quería que la escritura se convirtiera en un acto de disciplina, ya que temía perder cualquier atisbo de amor que existiera por esa historia, sus demás escritos y el mundo que estos encapsulan. Siempre deseaba que fuera algo impulsado por la pasión, un momento en el que necesitara escribir. Durante este proceso, reestructuró todo el libro y modificó el lenguaje. Finalmente, a los 13 años, terminó su texto y junto con sus padres, lo publicó en 2021.
Luego de este proyecto independiente y casi autogestionado (estuvo involucrada una editorial internacional en el proceso de distribución y publicación), Peña pensó en realizar más historias que enriquecieran el universo ficticio de Looderish.
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“La intención es crear siete libros conectados al mundo de Looderish, pero sin que se conviertan en una saga. Cada uno de ellos sería autoconclusivo e independiente, sin embargo, el séptimo libro será el que unirá, según mi plan, todas estas historias para mostrar la versión definitiva del universo que comenzó hace diez años. La idea es utilizar esta dinámica para explorar en cada libro diferentes géneros, protagonistas y perspectivas, completamente ajenas a la historia de los protagonistas de la novela inicial”.
Como cualquier proceso creativo, el joven escritor ha estado en diferentes proyectos propios, tanto en su vida académica, como personal. Actualmente, está realizando un proyecto paralelo llamado Silenciografias, un libro de cuentos que reúne 15 relatos de diversos géneros y tipos de historias en donde su objetivo ha sido ampliar la visión más allá de la fantasía y la ciencia ficción. Cada cuento ofrece una perspectiva única y explora diversas temáticas.
De hecho, parte de ese universo extendido y fantástico, en el que Jacobo trabaja, está un cómic, que como su libro principal, ha estado con él en exposiciones y espacios para los amantes de la lectura y literatura, como la Feria del Libro. Dicho formato, conocido por inspirar la basta temática audiovisual de los superhéroes, es una extensión de su universo literario, muestra misma de su intención de explorar diferentes géneros y formatos de lectura.
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El hombre y el Goorgop es una historia corta, en formato cómic, con ilustraciones de Daniela Núñez, que sirve como precuela de Looderish Hsiredool. Ambientada en una dimensión distópica, vista en su primera novela, narra el encuentro y conflicto entre dos seres desde dos perspectivas diferentes. Las páginas de la izquierda presentan la historia desde la perspectiva del protagonista humano, mientras que al darle la vuelta, se encuentra la misma trama desde la perspectiva del antagonista, un ser llamado el Goorgop. Esta narrativa dual busca mostrar el valor del multiperspectivismo, algo que a veces, según él, se deja de lado en la ciencia ficción, la fantasía y el mundo real.
En medio de la charla que llevamos, Peña arrojó pensamientos al aire relacionados con la poca cultura literaria que se tiene en el país: “La lectura abre horizontes más allá de lo que la cotidianidad nos ofrece. En mi experiencia, la fantasía y la ciencia ficción han sido herramientas poderosas para expandir esos horizontes. Al igual que en La historia interminable, descubrí que la imaginación es una herramienta liberadora y creativa, que nos permite ir más allá de la realidad y explorar visiones alternativas”.
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Como cualquier otro artista o creativo, Peña busca explorar y explicar distintos panoramas y perspectivas de la actualidad sociocultural de su entorno propio. Su objetivo es lograr que los lectores comprendan y se identifiquen con sus personajes, historias y narrativas de su libro titulado Looderish Hsiredool, nombre que no tiene apellido y que se pertenece así mismo, como se lee en varias de sus páginas. Nombre que aunque aparenta no significar nada, es al final de la aventura que adquiere razón de ser
Su amor por la literatura surgió a través de la lectura de autores emblemáticos como JRR Tolkien, JK Rowling y Julio Verne. Estos escritores marcaron profundamente su estilo narrativo y despertaron su imaginación. Sin embargo, en los últimos años, ha ampliado sus horizontes con literatura latinoamericana, explorando obras de Gabriel García Márquez y Julio Cortázar. Peña busca no encasillarse en un solo género y prefiere nutrirse de diferentes perspectivas para construir su propio camino literario.
Comenzó a escribir a los cinco años. Al principio no utilizaba lápiz y papel, sino que narraba, desde su imaginación, el hilo conductor de sus historias inventadas a sus padres. Fue al trasladarse al entorno digital donde realmente sintió que sus palabras cobraban vida. Desde el inicio, su objetivo fue publicar sus escritos y compartir su pasión con los demás. Para él, la escritura no solo es un acto individual, sino también una acción social que busca transmitir la felicidad que experimenta al escribir.
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“Pocas veces tuve la iniciativa de escribir en papel. La primera versión de esta realidad literaria la tuve en mi mente, sin una representación material de lo que estaba escribiendo. Empecé a imaginar una historia continua que se repetía día tras día, sin perder el hilo, dependiendo en gran medida de mi propia memoria para mantener el flujo narrativo; sin embargo, me di cuenta de que mi memoria podía fallarme y que no era inmortal. Así que decidí recurrir a la escritura. Ahí es cuando comienza este proceso de dictar a mis papás los escritos que iba imaginando”. dijo Peña.
El primer libro de Peña, Cae la Oscuridad, fue un proyecto que comenzó entre los 5 y 7 años. Durante el proceso de corrección se dio cuenta de que la historia era del todo satisfactoria para sí mismo. Hasta el momento, no ha sido publicado, pues sigue trabajando en él.
Luego de haber tenido un bloqueo creativo, decidió empezar a escribir un segundo libro titulado Viaje al Dargosush. Esta vez, se dejó influir directamente por Julio Verne, creando algunos capítulos e incluso páginas inspiradas en las experiencias del capitán Nemo en 20.000 leguas de Viaje Submarino o al Viaje al centro de la Tierra. “Esta influencia directa también me hizo feliz al escribir”, admitió. Sin embargo, volvió al primer escrito y se dio cuenta de que nuevamente quería encontrar una nueva voz, una forma diferente de contar historias, menos similar a la de otros autores como, por ejemplo, Julio Verne. “En el proceso de revisión, me di por vencido y decidí escribir una nueva historia. Historia que me llegó en ese momento en el que revisaba el texto”.
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“Finalmente, llegó la idea de Looderish Hsiredool. En muchas ocasiones, tuve la sensación de cambiar mi estilo de escritura y explorar algo nuevo. Sin embargo, con esta historia propongo la tarea definitiva de publicarla. Hasta este momento, continúo realizando cambios en el lenguaje y la estructura durante la reedición de Looderish. Esto me permite conservar la inocencia del momento en que comencé a escribir el libro. Y finalmente, logramos publicarlo”, contó.
Aun así, había semanas y meses en los que no escribía directamente, por motivos de su cotidianidad, como su colegio y su vida personal, porque para el, el acto de escribir es un juego. En su cabeza, no quería que la escritura se convirtiera en un acto de disciplina, ya que temía perder cualquier atisbo de amor que existiera por esa historia, sus demás escritos y el mundo que estos encapsulan. Siempre deseaba que fuera algo impulsado por la pasión, un momento en el que necesitara escribir. Durante este proceso, reestructuró todo el libro y modificó el lenguaje. Finalmente, a los 13 años, terminó su texto y junto con sus padres, lo publicó en 2021.
Luego de este proyecto independiente y casi autogestionado (estuvo involucrada una editorial internacional en el proceso de distribución y publicación), Peña pensó en realizar más historias que enriquecieran el universo ficticio de Looderish.
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“La intención es crear siete libros conectados al mundo de Looderish, pero sin que se conviertan en una saga. Cada uno de ellos sería autoconclusivo e independiente, sin embargo, el séptimo libro será el que unirá, según mi plan, todas estas historias para mostrar la versión definitiva del universo que comenzó hace diez años. La idea es utilizar esta dinámica para explorar en cada libro diferentes géneros, protagonistas y perspectivas, completamente ajenas a la historia de los protagonistas de la novela inicial”.
Como cualquier proceso creativo, el joven escritor ha estado en diferentes proyectos propios, tanto en su vida académica, como personal. Actualmente, está realizando un proyecto paralelo llamado Silenciografias, un libro de cuentos que reúne 15 relatos de diversos géneros y tipos de historias en donde su objetivo ha sido ampliar la visión más allá de la fantasía y la ciencia ficción. Cada cuento ofrece una perspectiva única y explora diversas temáticas.
De hecho, parte de ese universo extendido y fantástico, en el que Jacobo trabaja, está un cómic, que como su libro principal, ha estado con él en exposiciones y espacios para los amantes de la lectura y literatura, como la Feria del Libro. Dicho formato, conocido por inspirar la basta temática audiovisual de los superhéroes, es una extensión de su universo literario, muestra misma de su intención de explorar diferentes géneros y formatos de lectura.
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El hombre y el Goorgop es una historia corta, en formato cómic, con ilustraciones de Daniela Núñez, que sirve como precuela de Looderish Hsiredool. Ambientada en una dimensión distópica, vista en su primera novela, narra el encuentro y conflicto entre dos seres desde dos perspectivas diferentes. Las páginas de la izquierda presentan la historia desde la perspectiva del protagonista humano, mientras que al darle la vuelta, se encuentra la misma trama desde la perspectiva del antagonista, un ser llamado el Goorgop. Esta narrativa dual busca mostrar el valor del multiperspectivismo, algo que a veces, según él, se deja de lado en la ciencia ficción, la fantasía y el mundo real.
En medio de la charla que llevamos, Peña arrojó pensamientos al aire relacionados con la poca cultura literaria que se tiene en el país: “La lectura abre horizontes más allá de lo que la cotidianidad nos ofrece. En mi experiencia, la fantasía y la ciencia ficción han sido herramientas poderosas para expandir esos horizontes. Al igual que en La historia interminable, descubrí que la imaginación es una herramienta liberadora y creativa, que nos permite ir más allá de la realidad y explorar visiones alternativas”.
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Como cualquier otro artista o creativo, Peña busca explorar y explicar distintos panoramas y perspectivas de la actualidad sociocultural de su entorno propio. Su objetivo es lograr que los lectores comprendan y se identifiquen con sus personajes, historias y narrativas de su libro titulado Looderish Hsiredool, nombre que no tiene apellido y que se pertenece así mismo, como se lee en varias de sus páginas. Nombre que aunque aparenta no significar nada, es al final de la aventura que adquiere razón de ser