Jaime Abello Banfi: ‘A García Márquez hay que tomárselo con seriedad’

El Festival Gabo tiene muchas ofertas, pero podría decirse que la principal es la de las charlas. Hay muchas conversaciones, y quiero preguntarle por los valores de verbalizar experiencias sobre oficios como el periodismo o la literatura. Sobre los valores de conversar sobre estos temas...

El Festival Gabo tiene muchas ofertas, pero podría decirse que la principal es la de las charlas. Hay muchas conversaciones, y quiero preguntarle por los valores de verbalizar experiencias sobre oficios como el periodismo o la literatura. Sobre los valores de conversar sobre estos temas...

En el sentido de panel o de conversación, las charlas publicas son un pilar: son la manera de compartir. Tienen, ante todo, el valor de hacerlo de una manera no académica, sino de tertulia, que es el espíritu de muchas de las cosas que hacemos en la Fundación Gabo. También nos damos cuenta de que la gente no solo quiere ir a la charla, sino que también necesita comentarla, salir a tomarse un café o cambiar de tema. Muchas personas están detrás de cosas más concretas como la formación y los talleres que hacemos, entonces el menú ha ido evolucionando. Somos un festival centrado en la charla que trata de convocar públicos más amplios. También tenemos que aceptar la doble vida que llevamos: somos análogos y digitales. Todo el tiempo estamos recibiendo información y tenemos tanta que la asimilación se dificulta, o eso creo yo. Necesitamos que las cosas se relajen un poco y, en ese sentido, el festival no pretende ser un simposio lleno de conferencias y de charlas, no quiere ser un congreso profesional, quiere ser un encuentro, por eso ofrecemos espacios para charlar, porque en la conferencia habla la voz autorizada, en la conversación se comparte.

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Revisando el programa, noté que esta vez hay muchos más espacios para hablar de formatos como el pódcast, ¿por qué les interesa hablar sobre este tema? Hay muchísimas más charlas dedicadas a esto que el año pasado...

El año pasado tuvimos por primera vez la sección de concurso de periodismo de audio en el premio Gabo. Digamos que hicimos un primer acercamiento, así que este año decidimos meternos con más fuerza en este tema: notamos que hay un interés real de los jóvenes, les interesa muchísimo el podcast. Y a propósito de tu primera pregunta, fíjate que esta es otra forma de charlar. Obviamente hay distintos tipos de podcasts, pero en los que la gente charla y se oye, están muy en boga. También aprovechamos una alianza con RTVC y el festival Podcast al Oído, que encajó perfecto con nuestro interés en la importancia creciente de estos formatos. Otro tema son los medios nativos digitales, que empezamos a trabajar más fuertemente el año pasado cuando arrancamos con Los hormigueros, un estudio de la fundación para hacer un un análisis sobre cómo funcionan los medios, los emprendimientos nativos digitales de periodismo en América Latina.

Hablemos de ese estudio, ¿cuáles fueron sus hallazgos? Y se lo pregunto porque son cada vez más los que se lanzan y demandan, argumentando una necesidad de contrastes, sobre todo con respecto a los medios tradicionales...

Tiene dos fases y ha sido apoyado por Google News Initiative. La primera se hizo el año pasado y cubrió 12 países de lengua española. La segunda es este año y ya se inició con Brasil y otros países de lengua española. Después de encontrar aproximadamente 10.000 sitios que parecían periodísticos, se hizo una depuración cuidadosa y quedaron establecidos 1.521. Lo que vemos es que la presencia de estos medios tiene una importancia altísima al lado de los de corte más tradicional. Su trabajo es de un corte más comprometido, con causas, lo cual no significa que sea activismo comunicacional, es periodismo, pero más comprometidos con ciertos temas.

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En qué consiste el periodismo comprometido con causas. Lo que pensé cuando lo escuché, fue, justamente, en activismo...

Lo importante es el periodismo comprometido con temas que corresponden a causas sociales o ambientales. Un periodismo que responde a preocupaciones del público a demandas de información. Hoy en día no existe un público único, eso se acabó, lo que sí hay son comunidades de intereses. La gente va de un lado a otro, entonces lo primero es que hay una demanda de ese tipo de información, lo segundo es que es periodística en el sentido en que, a diferencia del activismo que promueve, vende o lucha, se trata es de hacer cobertura periodística. Una cobertura de manera sistemática y a partir de unas preocupaciones éticas o, inclusive, políticas, pero con el rigor de investigar o reportear hechos, de verificarlos y con la distancia que impone el periodismo, que es de orden ético.

Porque el periodismo activista temina por contradecir muchos de los llamados esenciales del oficio...

El periodismo no es para vender, sino para informar. Es distinto al activismo. Puede que estén cerca, no nos engañemos: los políticos circundaron este oficio y lograron infiltrarse o tener agenciamiento periodístico, pero hoy en día tienen su propia estrategia de medios o de comunicación. Es paradójico algo que he notado: mientras la demanda hacia estos medios especializados es de un periodismo enfocado, comprometido, por decirlo así, la demanda a los medios grandes, tradicionales o masivos, es por imparcialidad. Lo que la gente espera de los medios grandes es neutralidad. En mi opinión, cada vez hay más pluralismo y opciones, la pregunta es ¿cuál es el valor agregado diferencial del periodismo? ¿cómo distinguir? porque también hay una cantidad de problemas psicológicos, y ese un punto clave sobre la educación para la vida digital: la selectividad. Hay un problema y es que la gente puede percibir como periodistas a muchas personas con cierta visibilidad, pero no lo son. Hay mucha gente interviniendo en redes sociales. Esto realmente confunde.

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Hablemos de un tema recurrente en el festival: la poesía y su relación con el periodismo... Ahora que usted menciona la sobreestimulación en redes, le quisiera pedir que se refiera a la disposición que demanda la poesía y a cómo puede servirse de ella el periodismo...

Yo creo que en medio de esta cantidad de opciones, hay un asunto que es fundamental, y es el valor de la palabra como núcleo central de la comunicación. Este año volveremos a tocar el tema de la poesía y nuestro énfasis, de alguna manera, tiene que ver con un cierto homenaje a una experiencia personal: cuando estaba en los comienzos de la fundación, tuve la oportunidad de hacer un viaje largo a México con Gabo. Hablé mucho con él y le hice una pregunta que tenía trancada: cuál era la mejor formación que podía tener un periodista. “La poesía”, me respondió. Toda la vida insistió en la necesidad de hipnotizar al lector, que había que seducirlo. Ese punto de encanto y concentración, esa disposición a la que te referiste, era un asunto que también le preocupó a tu antecesor. La poesía dota de herramientas lingüísticas y expresivas y de imagen al periodista para enriquecer su relato, manteniéndose dentro de los cánones del periodismo basado en hechos verificados. Dos años después le pregunté lo mismo a Richard Kapuscinski y, sorprendentemente, me contestó igual: la poesía.

Y es un tema oportuno para el momento: las herramientas que pueda dotar a un periodista que, además, ahora se preocupa por asuntos como la Inteligencia Artificial...

Yo también he hecho esta reflexión a raíz de todo el debate que se ha hecho sobre la inteligencia artificial. Uno de las puntos sobre los que han llamado la atención pensadores o analistas es que una de las grandes amenazas de la inteligencia artificial generativa es que, justamente, no conocemos cuáles son los límites que pueden llegar a tener en la capacidad de contar historias. Por primera vez los humanos han creado una tecnología que, eventualmente, podrá competir y superar la capacidad de contar historias, pero ¿a qué viene esta mención? a que ese eventual poder narrativo de la Inteligencia Artificial, tengo la esperanza de que tenga un límite, que podría estar en la calidad que solo da la poesía. Yo no creo que la Inteligencia Artificial llegue a tener la altura poética que tiene la prosa de Gabriel García Márquez o tantos trabajos que valen la pena de tantos poetas. Creo que la poesía va a convertirse en el último reducto de humanidad cuando estemos invadidos por las inteligencias artificiales y los mundos virtuales con los que estamos conviviendo.

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Sobre sus menciones con respecto a Gabriel García Márquez, se me ocurre preguntarle por una conversación reciente en la que alguien se quejó de la “explotación” de la figura del escritor. Usted qué piensa...

Hay un plano que hay que reconocer y es que Gabo se volvió un clásico en vida. Ese fue un derecho que él se ganó a punta de sudor y de trabajo. Sigue teniendo muchos lectores y una vigencia literaria. Eso es indiscutible. Otro asunto es el de Gabriel García Márquez como figura histórica en Colombia, que no creo que haya esa preocupación en otros países. La preocupación esta aquí porque está en el billete de 50.000 y porque la palabra Macondo se usa para todo. García Márquez fue capaz de lograr que este país se sintiera en un espejo y produjo una influencia perdurable, pero además diría que no hemos acabado de asimilarlo. Para mucha gente, él suscita curiosidad, emoción, fascinación, rabia. Es decir, Gabo está fresco.

¿Cómo asumen la figura de Gabriel García Márquez como fundación? ¿Cómo lo promueven?

El realismo mágico empieza por la realidad. García Márquez insistió siempre en que el investigaba para crear, que todo lo que él decía lo tomaba en la realidad. No conocemos a García Márquez, lo que tenemos son muchos clichés. Para mucha gente, a Gabo lo representan las mariposas amarillas, la parranda, pero lo que hay que hacer es tomarlo con seriedad. Y eso estamos haciendo en la fundación: ponerlo en su justo valor. Trabajamos porque sea un activo de desarrollo social y cultural de Colombia, no para seguir nombrándolo como un mantra facilongo. Te mencionaría el Centro Gabo, la máquina de la memoria. Una matriz conceptual que llamamos el árbol Gabo, donde tenemos claramente identificados los campos que nos interesa investigar y resaltar. Son cinco áreas que tienen que ver con su historia personal, con su papel como educador, con su emprendimiento con su ciudadano y con sus oficios y sus obras como autor en cine periodismo y literatura. Hemos recopilado todos sus textos, especialmente sus entrevistas, para citarlo. Lo tercero es que tenemos un equipo investigador.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo regresa a Bogotá para hablar sobre periodismo, ciudadanía y cultura de la región. El evento se llevará a cabo durante tres días y desde distintos puntos de la capital, con más de 100 actividades para públicos de todas las edades, que incluirán talleres, clases magistrales, charlas, conciertos, shows de pódcast en vivo y exposiciones con invitados de diferentes partes del mundo.

“Igual que le ocurrió a nuestro fundador, Gabriel García Márquez, que siempre tuvo razones para retornar a Bogotá, su Fundación y su Festival han encontrado en esta gran urbe latinoamericana una recepción cálida y un espacio idóneo de creatividad y diversidad, para celebrar las mejores historias e impulsar las transformaciones del periodismo y el oficio de narrar”, agregó Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo, organizadora del evento.

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Al Gimnasio Moderno, que repite por segunda vez como uno de los epicentros del festival, se suman distintos escenarios culturales como: Cinemateca Distrital de Bogotá, Teatro Colón, Centro Cultural Gabriel García Márquez, Librería Garabato, Casa Taller Cuarto Plegable y las bibliotecas públicas: Manuel Zapata Olivella, Virgilio Barco, Julio Mario Santo Domingo y Gabriel García Márquez, en las que se contará con programación gratuita.

Bajo la premisa #TodosEnLasHistorias, la invitación de sus organizadores es a unir historias y construir un relato en el que todos nos encontremos y nos sintamos representados.

Dentro de los temas principales se encuentran actividades asociadas a lo afro, la población LGBTIQ+, la diversidad de género, la cobertura ambiental y antirracista, la migración y el periodismo queer, que ocupan la agenda periodística a nivel mundial, pero que durante mucho tiempo estuvieron al margen de los relatos predominantes.

Le sugerimos revisar la programación general del Festival Gabo aquí: https://festivalgabo.com/

Otras temáticas transversales que permean la agenda de charlas, conferencias, exposiciones, encuentros, pero también la oferta formativa de talleres y clases magistrales, son la libertad de expresión, los medios nativos digitales, la innovación, la inteligencia artificial y el mundo del pódcast, este último con un segmento exclusivo que durará dos días, y que se realiza en alianza con el Festival Pódcast al Oído de RTVC, en las instalaciones de la EAN.