Resulta inaudito que un centro comercial deba poner letreros en donde se aclare que las personas no se pueden llevar más de dos unidades por producto. Una imagen así, donde se obliga a tener empatía con los otros, lo que de por sí ya es contraproducente porque la empatía surge de la voluntad y no del deber, dice mucho de una sociedad caníbal, que devora a los demás en nombre del bienestar individual, que hace de la indiferencia su mayor rasgo, porque el mundo afuera puede estar matándose, pero mientras no salpiquen mis muebles de sangre y no...
Por Andrés Osorio Guillott
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