Juan David Correa y su llegada al Ministerio de Cultura: entrevista
El exeditor de la editorial Planeta fue nombrado como nuevo ministro de Cultura. En esta entrevista, habló sobre sus razones para aceptar la propuesta, sus intereses como líder del sector y la presunta crisis de la institución.
Laura Camila Arévalo Domínguez
¿Cómo lo tomó la noticia? Qué está pensando en este momento sobre su nuevo cargo...
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¿Cómo lo tomó la noticia? Qué está pensando en este momento sobre su nuevo cargo...
Agradezco muchísimo la solidaridad que me brinda la gente con la que he trabajado a lo largo de 25 años. Su confianza en mí pone un listón mucho más alto: uno tiene que cumplir en algunas dimensiones con esas expectativas y en ese sentido tengo la certeza de que puedo ejercer un liderazgo colectivo, no jerárquico ni simbólico. Este país necesita reconocer la fuerza, la potencia de sus territorios y entender que la paz y todos los cambios sociales tienen un componente esencial en la cultura. Si no hay transformaciones profundas de mentalidad será muy difícil construir un país más tranquilo y menos apasionado. Esa es mi expectativa.
¿Cómo le hicieron la propuesta?
Me llamaron anoche para preguntarme si me interesaba. Lo medité con mi esposa y mi familia. Decidí aceptarla: no estaba buscándola, pero no podía ser inferior al reto de alguien a quien admiro como el presidente Gustavo Petro, además de que creo en su programa de gobierno. Cuando llega una noticia así, no sabes cómo reaccionar, pero entendí que cada una de las cosas que había hecho hasta ahora en cada uno de los lugares por los que pasé, comenzando por El Espectador, hacían parte de una mirada sobre el país que me interesaba. No podía negarme a este momento en el que se me pidió asumir esta responsabilidad.
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Hace poco hablamos sobre la reunión entre los artistas y Gustavo Petro. Usted dijo: “El presidente tiene en su poder una llave muy poderosa que tiene que aprender a usar y ese es el ofrecimiento que le estamos haciendo, la llave de la cultura”. ¿Ya habló de esto con el presidente? Finalmente, de alguna forma esa llave se la entregaron a usted...
No he hablado con él, pero sigo creyendo que tenemos esa llave, esa puerta para apelar a algo que en el arte y la cultura es fundamental: la imaginación moral. Esta es la que, a través de la literatura, el arte, la música, los bailes, las ferias, el cine, y todas las manifestaciones culturales y la esencia misma de la vida nos ayuda a ponernos en los zapatos de otros, a veces imaginarios, a veces reales. Esta llave es esencial: a veces creemos que tenemos la razón y no nos detenemos a pensar que hay diversos puntos de vista, que la verdad es una construcción social y popular. No es, ni mucho menos, algo que alguien dice o dicta. En esa construcción tenemos que participar todos como sociedad. Es una llave, además, para todo aquel que quiera estar en este ministerio, que es una institución plural, colectiva y abocada a las directrices que ha dado el presidente Petro.
El foco de la exministra Patricia Ariza fue la paz. Tenía unos ejes temáticos que se concentraron en el medio ambiente, las expresiones artísticas, los territorios, ¿en qué quiere que se enfoque su ministerio?
Creo en la experiencia acumulada. No creo en el adanismo. No creo que uno tenga que inventarse el mundo apenas obtiene una responsabilidad, sino más bien entender y recoger los procesos que se han hecho a lo largo de los años. Ha habido personas, funcionarios, ministros y ministras muy serios todos estos años, hay que tener en cuentan su gestión. Pero no solo eso, sino hasta el proceso que se vivió en Colcultura, que fue anterior. Esa experiencia acumulada me fue dando pistas, hojas de ruta. Te diría que la paz, que es un objetivo de este gobierno, también tendría que ser uno de la cultura en el país. Es que la cultura es transversal a todas las áreas de las actividades humanas. Esa es una de mis ideas centrales. La llave es insistir en una verdadera sociedad del conocimiento porque cuando las sociedades profundizan en este asunto, se comienzan a componer de ciudadanos activos que reclaman sus derechos. Sujetos esenciales en un cambio social.
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Su experiencia tiene que ver, sobre todo, con la edición, con la lectura y escritura. Pero hay otro montón de pendientes como las actualizaciones de las leyes de Cultura y de Espectáculos públicos. Hay que retomar las quejas con respecto al exceso de burocracia, revisar convocatorias, etc...
Yo delego y confío en la gente y en sus saberes. Si algo he sido en la vida, es editor. Creo que un editor es alguien que tiene una antena, como decía el argentino Arnaldo Orfila, y con esta identifica quién sabe de las cosas que necesita. En ese sentido, creo que soy capaz de reconocer los diversos liderazgos que hay en todos los temas desde el ministerio. Además de reconocer que hay una arquitectura institucional que hay que poner a funcionar o que hay que contribuir para que siga funcionando. Soy una herramienta para insistir en que la cultura puede ser esencial en la transformación social de este país. Quiero escuchar a la gente que está dentro del ministerio, pero no se trata de creer que un solo hombre tiene la experiencia para manejar todos los temas.
Ha sido una queja constante: la falta de formación cultural cuando son expertos en administración o gestión pública, o la falta de experiencia como funcionarios cuando han sido parte del sector…
Creo que un líder es alguien capaz de reconocer quiénes saben sobre distintos temas e impulsa, delega y ayuda a que las cosas se movilicen. Esa es la importancia de la construcción de un equipo. Por supuesto que tendremos que construir, mirar, pensar y actuar muy rápido (no hay mucho tiempo). Todos esos temas que mencionas estarán en mi horizonte. Esa es la altura de mi reto: atender cada uno de esos temas porque este país necesita que se le reconozca. La gente no puede seguir teniendo la sensación de que no hay diálogos. Habrá interlocuciones para que estos pendientes se vuelvan realidad.
Se le criticaba a Jorge Zorro por falta de legitimidad. Las reacciones que hasta ahora he leído sobre su nombramiento hablan de cierta esperanza… ¿qué cree que le otorga a usted la legitimidad para ocupar este cargo?
Quizás la idea de que en los lugares en los que he estado (Biblioteca Nacional, El Espectador, La Cámara colombiana del libro, la editorial Planeta, Revista Arcadia) me he empeñado en esto que digo, que suena bastante abstracto, sea real, y me refiero al reconocimiento. El liderazgo tiene que reconocer a los otros y eso fue lo que hicimos en Arcadia, en la Feria del libro, etc. Es decir, este ministerio no es de Juan David Correa, sino de los colombianos, que tienen que estar incluidos. Quizás en las acciones que he hecho a lo largo de mi vida profesional, ha habido algunos aciertos y, quizás también, ese es el reconocimiento que se me da en este momento. Agradezco mucho eso, pero soy consciente de que empieza un trabajo largo, sostenido, complejo.
Jorge Zorro quedó a cargo del Programa en pedagogía musical en colegios públicos. Fue muy criticado durante su encargo. ¿Cuál es su postura frente a él? ¿Está de acuerdo con las quejas con respecto a su liderazgo?
Como no estuve adentro del ministerio, prefiero no opinar. Si algo intenté o intento en la vida, es no personalizar los debates. Es decir, había un encargo que tenía unas incomodidades en ciertos sectores. Participamos en un diálogo, pero este ya es otro momento. Yo creo que partir de la idea de que hay gente que no funciona es una mala forma de comienzo. Ninguna relación se inicia así. Al contrario, hay que abrir la puerta, sentarnos juntos y conversar.
Se habla de una crisis interna en la institución que usted ahora liderará. Hay una sensación de que las decisiones se están basando en cuotas políticas y no en méritos para gestionar, ¿qué piensa?
La respuesta está implícita en tu pregunta: soy un ciudadano independiente que hace parte de los movimientos culturales de manera solitaria desde hace 25 años. Nunca me he integrado a un partido político y creo que eso es lo que está reconociendo el presidente. Creo que la señal que él da es muy clara. Yo espero corresponder a esa responsabilidad que me ha dado.
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¿Y sobre la crisis interna? ¿Ha sabido algo? Antes de este anuncio, ¿se enteró de esos problemas?
Todos tenemos derecho a disentir, discutir, preguntar y a estar en desacuerdo con ciertas cosas. Tenemos derecho a que se nos conteste. En ese sentido, yo quedé conforme con las respuestas que se dieron en mayo durante la reunión entre el sector y el presidente. Finalmente, él tomó una decisión dos meses después y me honra. La acepté porque creo que la voy a asumir con todo lo que tengo a mi disposición, que no es sólo mi energía y conocimiento, sino la gente con la que me pueda rodear y sacar adelante este proceso.
¿Qué piensa sobre el cargo de Andrea Casallas, hermana de Alejandro Casallas (fundador de Buena Vibra eventos, la empresa organizadora del Jamming)?
No tengo los elementos necesarios para decirte qué va a pasar, pero estoy al tanto. Espero que todos estos casos se vuelvan más anecdóticos, que esenciales. Es claro que llego a ser ministro de cultura y tendré que tomar decisiones.
Claro, entiendo que ahora no disponga de toda la información para darme una respuesta sobre alguna decisión, pero ¿qué opina? Hay quienes creen que Casallas está siendo juez y parte…
No lo sé. Conozco el caso del Jamming y la denuncia que se hizo en las redes. También leí la entrevista de El Espectador y las respuestas del ministerio, pero creo que lo responsable es no lanzarse a tomar acciones cuando uno no conoce los casos, los responsables. Primero me informaré para tomar decisiones y para no evadir este tipo de preguntas porque no es mi estilo. En este país eso tiene que acabarse. Uno tiene que decir lo que está haciendo, lo que uno considera que es adecuado y ser capaz de reconocer cuando uno se equivoca.