La historia detrás de los retratos olímpicos de París 2024
Héctor Vivas, fotógrafo de Getty Images, la agencia fotográfica oficial de los Juegos Olímpicos, ha sido uno de los responsables de inmortalizar para la historia y para nuestra memoria esta edición de las justas.
Samuel Sosa Velandia
Este año el mundo presenció el regreso de Simone Biles, quien bajo sus propios términos, sin el peso de la culpa y con la certeza de que no le debía nada a nadie, volvió al deporte que la ha convertido en una leyenda. Una que no solo ocupa un lugar en los libros de historia, sino que se hace capaz de poner nuestros ojos sobre ella y robarnos la atención.
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Este año el mundo presenció el regreso de Simone Biles, quien bajo sus propios términos, sin el peso de la culpa y con la certeza de que no le debía nada a nadie, volvió al deporte que la ha convertido en una leyenda. Una que no solo ocupa un lugar en los libros de historia, sino que se hace capaz de poner nuestros ojos sobre ella y robarnos la atención.
Las redes sociales, los portales de noticias, los periódicos de aquí y de todo el globo tenían la imagen de la gimnasta, que se alzó con cuatro medallas en estos Olímpicos. Pero el hacernos testigos de estas victorias y de inmortalizarlas en nuestra memoria no solo fueron posibles por las virtudes de Biles. Las fotos que se capturaron en esos momentos también son responsables, porque nos regalaron la oportunidad de mirar para recordar.
Cerca de 140 fotógrafos y editores de Getty Images, la agencia fotográfica oficial del Comité Olímpico Internacional, llegaron hasta París para mostrarnos cada minuto y cada detalle del mayor evento deportivo de la humanidad. Héctor Vivas fue uno de los seleccionados para también romper un récord -como los deportistas- propuesto por su equipo: capturar más de cinco millones de imágenes en estas justas.
Mexicano, fotógrafo y, ante todo, un apasionado por el deporte. Así se define él. Dice que no hubiese llegado hasta allí si no fuera por ese gusto que tiene por el juego de la pelota naranja, el baloncesto. Aunque abandonó ese camino y tuvo que hacerse la difícil pregunta de: “¿Ahora qué hago con mi vida?”, se dio cuenta de que pueden existir diferentes caminos para llegar hasta eso que anhelamos.
Su retiro de las canchas no significó que tuviera que alejarse del deporte, pues descubrió que la fotografía era una manera de mantenerse cerca. Incluso, que así podía verbalizar o, más bien, retratar esa pasión que le despierta.
Hizo un técnico en el que aprendió sobre la perfección y la estética, pero tenía la idea de que en las fotos también se movilizaban historias y, por eso, estudió una licenciatura en periodismo en Ciudad de México, una carrera que le ha permitido contar relatos sin necesidad de las frases. Sin embargo, no es un fiel creyente de aquel adagio de que “una imagen vale más que mil palabras”.
“A veces queremos tener una sola imagen, pero las historias también se cuentan con una serie de fotografías. Creo que esa es una de las cosas que me gustan de Getty, que no es únicamente una foto, sino el trabajo de varios fotógrafos, con visiones diferentes, sobre un mismo hecho… A mí esa frase no me convence del todo”, afirmó.
Sus primeros trabajos fueron en agencias de su país. De hecho, fue gracias a una de estas que logró llegar a Getty Images, en donde ya lleva más de una década. Es probable que en cuanto evento deportivo internacional se haya organizado exista una fotografía de Vivas: Mundiales de Fútbol, Juegos Panamericanos, carreras de Fórmula 1, entre otros.
Ya estuvo en los Olímpicos de Tokio, pero dice que la experiencia este año ha sido diferente. Basta con ver la inauguración que, por primera vez, no se hizo en un estadio, sino que se tomó las calles de la capital francesa.
“La ceremonia inaugural fue algo único. Ha sido una de las operaciones más grandes que hemos tenido como compañía, pues todos los fotógrafos debíamos estar en acción, a diferencia de otros Juegos en los que no podíamos estar todos. En esta ocasión, como era en el exterior, todos estuvimos en alguna posición”. A él le tocó en la Plaza del Trocadero, donde se estaban izando las banderas, mientras que a otros de sus colegas les tocó en la cima de la Torre Eiffel y otros en las embarcaciones en las que iban los atletas.
La eficiencia y la rapidez han sido la promesa y el compromiso de los fotógrafos que quieren transmitirle al resto del mundo eso que ellos han visto con sus ojos y han capturado con sus cámaras. Pero para lograrlo se han apoyado en los avances tecnológicos, por lo que la empresa implementó una red y un software que permiten a los artistas transmitir imágenes del clic de sus equipos al sitio web en tan solo 30 segundos.
Así comenzaron unos de los días de trabajo más retadores para Vivas, que también necesitaron meses de preparación. “Somos un equipo muy grande y todos somos engranajes de una gran máquina. Han sido días lindos, pero muy largos. Empezamos con juntas hace nueve meses y allí se organizaron unos equipos. Estoy en uno en el que buscamos maneras y perspectivas diferentes de contar los Juegos Olímpicos. Estoy muy involucrado en uno que se llama ‘Layers of the Games’”. Este proyecto, que nació de su fascinación por las historias, consiste en crear varias capas de fotos, que luego resultan en una sola imagen en la que se develan los momentos que suceden en un juego o en un día de competencias.
Fue así como quedó en una foto toda la rutina de Simone Biles sobre la viga de equilibrio, que le dio la vuelta al mundo, o también el retrato de todo el recorrido de la final de los 100 metros planos masculinos.
Otro de los proyectos que está liderando es el de la proyección de fotografías en alguno de los sitios emblemáticos de París cuando llega la noche. “Es emocionante ver la expectativa de la gente por dónde vamos a proyectar nuestras fotos. También nos causa mucha felicidad evidenciar el regreso de los fans a los estadios, que no fue posible en la edición pasada, por eso estamos tomando retratos de la gente en las competencias. Todo esto resultó de esas reuniones, que me recordaron cuando estaba en la universidad y todos compartíamos ideas, y eso hacía que todo fuera más grande”, contó y, con un entusiasmo evidente en sus palabras, aseguró que nada de esto se logra sin el trabajo en equipo.
Hablando de eso que lo hace feliz, expresó que ha sido valioso para él lograr por medio de la fotografía humanizar a los deportistas y ser parte de esas historias, de alegrías y tristezas, que al final solo evidencian que son humanos y mortales, y que por eso merecen empatía y respeto. Pero también manifiesta que lo llena de orgullo ser un representante de su país y de Latinoamérica, que sean sus imágenes las que muestren su historia y la de este lado del mundo.
“Es algo único el estar aquí con nuestro idioma y nuestra cultura, pero también con un alto nivel de profesionalismo. En el equipo somos tres latinoamericanos, y para nosotros es un compromiso, además de lo grandioso, lograr abrir las puertas para que más fotógrafos latinoamericanos estén sumados en estas coberturas”, concluyó Héctor Vivas, quien es llamado por muchos “el orgullo de México”.