Publicidad

“No hay migrantes de primera ni de segunda clase, todos somos personas”

Julieth Riaño, directora del programa “Migrantes” de France 24, habla, entre otras cosas, sobre la importancia de explicar las causas del desplazamiento de estas personas para combatir la xenofobia.

Danelys Vega Cardozo
10 de agosto de 2023 - 12:00 p. m.
Julieth Riaño es jefa de edición en France 24.
Julieth Riaño es jefa de edición en France 24.
Foto: Juanita Gonzalez Cardona

Usted dirige y presenta el programa “Migrantes” de France 24. ¿Para qué hacerlo?

La migración es un tema que siempre está en los titulares de los medios, entonces nos dimos cuenta en France 24 de que no había un programa que se dedicara específicamente a tratar el tema de la migración, el refugio y el desplazamiento en el mundo. Nosotros les estamos dando una ventana a estas personas y también a su situación para mostrarle y explicarle a la gente un poco más lo que significa.

¿Cómo ha ayudado este formato a humanizar la migración?

Migrantes se centra, sobre todo, en historias humanas en las diferentes latitudes a donde se están desplazando los migrantes. Pienso que lo que tratamos de hacer es mostrar esa parte humana. Que ellos son personas y que todos en cualquier momento podríamos ser desplazados por una u otra causa, no solamente porque necesitemos encontrar un trabajo en otro país para tener mejores ingresos, sino incluso un conflicto o un desastre natural puede desplazarnos. Entonces, todos podemos ser víctimas de desplazamiento forzado, y mostrarlo de una manera humana podría ayudar a concientizar a la gente sobre la importancia de la acogida de estas personas en cada uno de los países a los que llegan.

¿Y a usted la ha hecho concientizar?

Mucho. Como colombianos, tal vez muchas personas tenemos una historia relacionada con temas de guerra o conocemos a alguien que en algún momento de su vida sufrió un desplazamiento debido al conflicto interno… Y ese es mi caso. Entonces, cuando llegó la oportunidad de hacer este programa, no solo se trataba de hablar de un tema que les afecta a otros, sino que también me afectó. Ver lo que pasa en otros países, no solo a nivel interno, y el manejo que le da cada uno de los gobiernos, te hace concientizar sobre lo que está pasando con las personas que cruzan las fronteras, quienes en muchas ocasiones no tienen los documentos para poder vivir en lugares de acogida.

Le invitamos a leer: Desvelar la soledad del espacio doméstico

¿Qué estereotipos persisten sobre los migrantes?

Por tener ese título de “migrante”, las personas te caracterizan de cierta forma, lo mismo pasa cuando tienes un acento diferente, como lo hemos visto con los venezolanos aquí en Colombia. Creo que hay una responsabilidad por parte de los gobiernos sobre cómo se desarrollan las políticas de inclusión, acogida e integración para que las personas reciban a los migrantes de una buena o mala manera y no los estigmaticen. Incluso, los medios de comunicación también tienen responsabilidad sobre cómo están informando con relación a temas de delincuencia o al titular una caravana migratoria como “una ola de migrantes”. Simplemente al usar términos como “una ola”, le estás entregando a otras personas una información que no es tan clara, que tiene un doble sentido, que tal vez es discriminatoria.

Entonces, ¿cómo sería un buen cubrimiento de temas relacionados con migración?

Hace falta mucho un buen cubrimiento, porque los periodistas a veces usamos términos que llevan a pensar en xenofobia, racismo o rechazo. Entonces hace falta cubrir la migración más desde la parte humana, desde la persona que está migrando y conocer las causas que los llevaron a desplazarse hacia otros lugares o cambiar su localidad. Es común que solo veamos que el Gobierno les está dando algún apoyo económico, pero nos falta información.

¿Es decir que un primer paso para combatir la xenofobia es entender las causas de la migración y que los migrantes viven un proceso de pérdida?

Definitivamente. La forma en que entendamos al otro puede hacernos poner en el lugar de quienes tuvieron que salir de su casa, porque ellos no lo hacen porque quieren, sino por unas causas, y creo que ellas son las que hacen falta cubrir para cambiar esa visión en los países de acogida y en las personas.

Le recomendamos: El peso de ser un foráneo

De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las personas migrantes contribuyen positivamente en sus lugares de acogida en temas económicos y socioculturales, entre otros. ¿Por qué cree que algunas veces esto pasa desapercibido?

Porque, precisamente, desde los medios a veces no se hace una cobertura de esa otra parte que hacen los migrantes en los países que los acogen. Si nos ponemos a revisar, en cada país al que llegan, están aportando con su conocimiento, porque muchas veces se trata de personas que tienen una formación académica o son profesionales. Incluso, a veces llegan a lugares en donde ni siquiera hay gente que pueda desarrollar esas aptitudes que ellos tienen y pueden beneficiar a un país. Entonces, podemos transformar el pensamiento de las personas, al enfocarnos no solo en las caravanas migratorias, la movilización y el ranking de los países de acogida o desplazamiento, sino también en el aporte que hacen los migrantes a las comunidades de acogida.

Hemos visto en procesos electorales como el “brexit” y las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 cómo la xenofobia se convierte en una ventaja electoral….

Son temas que los gobiernos de extrema derecha usan porque saben que encienden a las comunidades de acogida por ser polémicos. El tema de la migración está muy presente no solo en Estados Unidos, sino también, por ejemplo, en Europa, como lo vimos en las elecciones en España. El tema migratorio para los partidos de ultraderecha era uno de sus puntos principales, aunque ni siquiera fuera tan claro cómo iban a desarrollar esas políticas discriminatorias, que son las que proponen en muchas ocasiones para atraer a los electores.

En ocasiones los migrantes no solo deben enfrentarse a la xenofobia, sino a la discriminación por motivos raciales. También se habla de migrantes de primera y segunda clase...

Dividirlos así es un error: no hay primera ni segunda clase en ningún lugar del mundo, ni nosotros podemos ser catalogados así ni los migrantes. Creo que lo que tenemos que entender es que todos somos iguales. Tal vez desde esa división es que percibimos a las personas que migran: son menos por venir de otro país. Esa es otra de las causas de la xenofobia. Al hacer esa clasificación nos estamos equivocando porque a la final todos somos personas, que tenemos los mismos derechos, con la única diferencia de que algunos fueron obligados a salir de sus hogares por diferentes causas. Por eso, no hay migrantes de primera ni de segunda clase, todos somos personas.

Le puede interesar: Sixto Rodríguez, cuando la música traspasa fronteras

Danelys Vega Cardozo

Por Danelys Vega Cardozo

Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar