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La colección de la casa de muñecas “Un momento de fantasía” fue formada por Socorro Gómez de París, esposa del diplomático colombiano Álvaro París, e incluye muñecas elaboradas en porcelana de biscuit, madera, papel maché, cera, trapo, celuloide, plástico y vinilo, entre otros.
“Tenemos muñecas de todas las épocas, más o menos desde la Primera Guerra Mundial, hasta muñecas de la actualidad y también una parte destinada a carritos y a trenes antiguos”, explicó Adelaida París Gómez, hija de la fundadora. “Quien visita el museo se adentra en un viaje multicultural, pues, muchas de las muñecas están vestidas con trajes típicos de los países de donde provienen y esto nos cuenta una historia de cómo son esos pueblos”, agregó.
Entre las piezas destacan una de las primeras muñecas de Minnie, la novia del ratón Mickey, fabricada en Estados Unidos, y las producidas por el francés Jules Nicholas Steiner (1832-1902), quien adquirió reconocimiento mundial por sus muñecas expresivas de rostro dulce. Steiner fue el fundador de una sociedad homónima que, durante la segunda mitad del siglo XIX, se dedicó al desarrollo de mecanismos de movimiento y automatismo. De ahí que la mayoría de sus muñecas estén dotadas con sistemas para caminar o hablar.
También se encuentran muñecas de Armand Marseille (1856-1925), quien nació en San Petersburgo (Rusia) pero desarrolló su empresa de muñecas en Turingia (Alemania). La mayor parte de las piezas provienen de Europa, “donde a principios del siglo pasado quedaban las principales fábricas de muñecas del mundo”, pero también las hay de otros países, como China, pues “Oriente siempre ha tenido una producción exquisita de muñecas”, agregó París quien administra el museo. De la colección hacen parte también una de las primeras muñecas de porcelana hechas en Colombia, fabricada en 1911 en Mosquera, así como piezas de la mundialmente conocida Barbie y de Los Pitufos.
El origen del Museo
París cuenta que lo que motivó a su madre a fundar este museo no solo fue el amor que toda la vida sintió por las muñecas, sino la temprana muerte de Natalia, su hija menor, quien falleció de cáncer. Fue así como, a través de los múltiples viajes que realizaba la familia por el trabajo del padre —diplomático de carrera desde 1970 hasta 1992, año en el que falleció— se fue armando la colección que hoy exhibe el Museo. “Vivimos en Francia, Paraguay, Haití, Guatemala, India y Brasil”, relató la hija de la fundadora.
Gómez de París, fallecida en 2023, vivió sus últimos 12 años en Cartagena, donde adquirió una casa en el tradicional barrio de El Cabrero, en la misma cuadra de la Casa Museo Rafael Núñez, declarada Monumento Nacional en 1950. La casa fue restaurada completamente “para albergar el museo, que abrió sus puertas en julio de 2019 —meses antes de la pandemia— para su cumpleaños 80″.
“Desde ese momento, todo el recaudo que proviene del museo se destina para los niños enfermos de la Casa del Niño, del departamento de Bolívar”, unas de las obras de beneficencia apoyadas por su madre, señaló París. “A ella la motivaba el deseo de compartir las bendiciones que Dios le dio con personas con las que la vida no ha sido tan generosa”, concluyó.