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Ferrán Alberich, premio nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual 2022, explica en declaraciones sobre esta realidad: “Casi todas las películas españolas que fueron censuradas siguen estando censuradas. Es decir, los cortes de censura no se han repuesto en las películas”.
La asociación para la recuperación de la memoria histórica lleva tiempo alertando de esta situación y ha pedido incluso formalmente al Gobierno español que actúe para terminar con lo que considera una "agresión a la libertad de expresión".
El caso de las películas extranjeras que fueron censuradas es diferente porque lo habitual es que las distribuidoras interesadas en volver a emitirlas importen las versiones completas de sus respectivos países de origen.
Sin embargo, con la mayoría de películas españolas mutiladas en el franquismo la censura continúa, principalmente porque "no existía la práctica de guardar sistemáticamente las escenas cortadas" y solo en algunos casos sobrevivieron los fotogramas originales, dice.
"Habría que hacer un trabajo de reconstrucción, de restauración, que a muchas empresas no les interesa por razones económicas", cuenta el cineasta.
El trabajo de la Filmoteca Española
Fuentes de la Filmoteca Española constatan las dificultades para acabar con las versiones de películas españolas censuradas, ya que en la mayoría de las ocasiones sería necesario hacer una investigación "de meses" hasta lograr dar con los fotogramas originales y recomponer la obra en su totalidad.
La situación es más complicada de revertir porque “es imposible controlar qué versión se emite”, reconocen fuentes de esta institución, que alegan también el desconocimiento de esta realidad entre buena parte del sector audiovisual.
Queda mucho trabajo por hacer al respecto y, por el momento, en la Filmoteca Española tan solo están identificadas una tercera parte de las películas sobre las que conservan cortes de censura.
Libros con censura franquista en bibliotecas públicas
El filólogo español Jordi Cornellà, que trabaja en la Universidad de Glasgow, ha comprobado cómo la literatura también sigue afectada por esta problemática y es frecuente encontrar en circulación novelas españolas y extranjeras en su versión censurada por el franquismo.
Su especialidad son los autores de habla inglesa, como Ernest Hemingway y James Baldwin, de los que ha localizado obras con censura franquista tanto en España como en países de América Latina.
Cornellà comenta que en algunos casos la censura consistía en eliminar alusiones a la guerra civil o determinados comentarios que se consideraba ofensivos o contrarios a los valores del régimen, y en algunos casos la intervención podía llegar a cambiar por completo el espíritu de la obra.
Al igual que en el caso del cine, es muy difícil revertir esta situación, ya que en las bibliotecas públicas siguen disponibles versiones censuradas e, incluso cuando se reedita una obra, suele hacerse a partir de la versión alterada por el franquismo.
Un problema fuera del debate público
Ante la dificultad de solucionar esta situación, el filólogo cree que sería mucho más sencillo si se hubieran tomado medidas en los primeros años de la democracia.
Por su parte, Cornellà cree que en el mundo del cine no hay mucha voluntad para solucionar esta situación porque las películas que se siguen emitiendo en su versión censurada "funcionan perfectamente" entre un público "nostálgico" que no sabe ni siquiera que existe una versión original, por lo que no la echa en falta ni la reclama.
La Ley de Memoria Democrática de 2022 no aborda la realidad de la pervivencia de la censura franquista, una problemática que no está presente en el debate público y sobre la que el Gobierno español no tiene previsto adoptar por el momento ninguna medida.