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“La colina que escalamos”, de Amanda Gorman

Presentamos, traducido al español, el poema que Amanda Gorman declamó en la posesión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el miércoles 20 de enero.

Amanda Gorman
22 de enero de 2021 - 08:19 p. m.
Amanda Gorman en la posesión de Joe Biden, el 20 de enero de 2021.
Amanda Gorman en la posesión de Joe Biden, el 20 de enero de 2021.
Foto: Tomada de Twitter
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La colina que escalamos

Y cuando llega el día nos preguntamos

¿Dónde hallaremos luz en esta sombra interminable?

La pérdida que cargamos,

un océano que tenemos que vadear.

Hemos desafiado el vientre de la bestia

Hemos aprendido que el silencio no es siempre sinónimo de paz,

y que las normas y nociones

de lo justo no son siempre justas

Y sin embargo, el amanecer nos pertenece

aún antes de que eso lo supiéramos

De alguna manera lo hemos hecho

De alguna manera hemos capeado y presenciado

una nación que no está rota

sino sencillamente inacabada

Nosotros, los sucesores de un país y de una época

en los que una chica negra y flaca

descendiente de esclavos y criada por una madre sin marido

puede soñar con ser la presidente

sólo para encontrarse declamando para uno

Sí, no somos muy pulidos

y lejos de ser prístinos

pero saberlo no denota que estemos

batallando por formar una unión que sea perfecta

Nos esforzamos por forjar una unión con un propósito

para constituir un país comprometido con todas las culturas,

colores y condiciones de los hombres

Y por eso no miramos lo que se interpone entre nosotros

sino lo que está delante de nosotros

Y cerramos la brecha porque sabemos que, para anteponer nuestro futuro,

debemos ante todo apartar las diferencias

Y dejamos las armas

para poder abrazarnos con brazos extendidos

los unos a los otros

Buscamos que no haya daño para nadie y la armonía de todos,

que el mundo diga, por lo menos, que esto es cierto:

que incluso cuando estuvimos afligidos, crecimos

que incluso cuando era doloroso, tuvimos esperanza

que cuando nos cansamos, seguimos esforzándonos

Que por siempre estaremos unidos, victoriosos

no porque nunca más conoceremos la derrota

sino porque nunca más sembraremos divisiones

La Escritura nos dice: vislumbrar

que cada uno se sentará bajo su propia vid o higuera

y nadie lo podrá atemorizar

si hemos de vivir a la altura de estos tiempos

Entonces la victoria no estará en la hoja de la espada

sino en todos los puentes que hemos hecho,

porque esa es la promesa de la luz

La colina que escalamos

si de verdad nos atrevemos

es porque ser americano es más que un orgullo que heredamos,

es el pasado que pisamos

y cómo repararlo

Hemos visto una fuerza que destrozaría nuestra nación

antes que compartirla

Destruiría nuestro país si eso significara retrasar la democracia

y este esfuerzo por poco alcanza el éxito

Pero aunque la democracia puede periódicamente retrasarse

nunca puede ser derrotada de forma permanente

En esta verdad,

en esta fe, confiamos

Porque mientras tenemos los ojos puestos al futuro

la historia tiene sus ojos puestos en nosotros

Esta es la era de la justa redención

Temimos en su inicio

No nos sentimos preparados para ser los herederos

de una hora tan llena de terror

pero en ella encontramos el poder

para escribir un inédito capítulo

para ofrecernos, a nosotros, la esperanza y la risa

Así que mientras una vez nos preguntamos

¿cómo podríamos prevalecer sobre catástrofe?

Ahora preguntamos

¿Cómo podría catástrofe prevalecer sobre nosotros?

No volveremos ya a lo que fue

sino a lo que será

Un país malherido pero entero,

benévolo pero audaz,

feroz y libre

No daremos marcha atrás, a lo que fue

Ni habrá una interrupción por ser intimidados

porque sabemos que nuestra inacción y nuestra inercia

serían la herencia de las generaciones venideras

Nuestros errores se convierten en sus cargas

Pero una cosa es cierta:

Si fusionamos la misericordia con la fuerza

y la fuerza con el derecho y al derecho,

entonces el amor será convertido en el legado

y cambiará el patrimonio inalienable

que adquieran nuestros hijos al nacer

Así que dejemos tras nosotros un país

mejor que el que nos dejan

Con cada aliento de mi pecho de bronce que palpita,

levantaremos este mundo herido hacia un mundo fascinante

Nos elevaremos desde las colinas de oro del oeste

nos elevaremos desde el noreste barrido por el viento

donde nuestros ancestros por primera vez

entendieron lo que era rebelarse

Nos levantaremos de las ciudades bordeadas por los lagos

en los estados del medio oeste americano,

nos alzaremos desde el sur bañado por el sol

Reconstruir, reconciliar, recuperar

y en cada recoveco conocido del país

y de cada rincón de nuestra patria

emergerá nuestra gente, diversa y hermosa,

maltrecha y hermosa.

Cuando llegue el día saldremos de la sombra

ardientes y sin miedo

El nuevo amanecer florecerá

en la medida que le damos libertad

Porque siempre habrá luz

si sólo somos lo suficientemente valientes para verla

si sólo somos lo suficientemente valientes y encarnarla.

Por Amanda Gorman

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UJUD(9371)23 de enero de 2021 - 12:38 a. m.
Bellísimo poema, aplicable también para nosotros.
Álamo(88990)22 de enero de 2021 - 09:34 p. m.
¡Maravillosa mujer, maravilloso poema!
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