La esterilización forzada en Perú: ¿Cómo denunciar en una lengua que no se habla? (I)
Entre 1990 y el año 2000 se llevó a cabo en Perú el Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar (PNSRPF), como parte de una política de Estado del gobierno de Alberto Fujimori. Presentamos la primera entrega de una reflexión sobre cómo a través de diferentes expresiones esto se ha abordado, mientras que en el plano judicial los casos no avanzan.
María Paula Lizarazo
Cifras del Archivo del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar (PNSRPF) constatan que bajo el aval de ese programa se esterilizaron por lo menos 272.028 mujeres peruanas y 22.004 hombres entre 1996 y el año 2000; estas prácticas se hicieron sin el consentimiento de las personas afectadas, según su testimonio. Para la artista e investigadora Alejandra Ballón Gutiérrez -en su artículo “El Caso Peruano de Esterilización Forzada y el Arte De Género. Notas Para Una Etnografía Crítica”-: “desde una dimensión histórica el caso constituye el mayor crimen de Estado perpetrado contra nuestra población rural, femenina e indígena desde la Colonia”.
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Cifras del Archivo del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar (PNSRPF) constatan que bajo el aval de ese programa se esterilizaron por lo menos 272.028 mujeres peruanas y 22.004 hombres entre 1996 y el año 2000; estas prácticas se hicieron sin el consentimiento de las personas afectadas, según su testimonio. Para la artista e investigadora Alejandra Ballón Gutiérrez -en su artículo “El Caso Peruano de Esterilización Forzada y el Arte De Género. Notas Para Una Etnografía Crítica”-: “desde una dimensión histórica el caso constituye el mayor crimen de Estado perpetrado contra nuestra población rural, femenina e indígena desde la Colonia”.
Miles de mujeres ya han denunciado que fueron obligadas, chantajeadas o engañadas para acceder a la operación, contrario a las afirmaciones que por años se dieron desde los gobiernos peruanos. En 2014 Fujimori fue exonerado de cargos relacionados al programa de esterilización porque no se comprobó sistematización de esterilizaciones forzadas. Pero desde 2015 se abrió un registro oficial en el que ya se han entregado más de siete mil testimonios. Actualmente, testimonios de la Asociación de Mujeres Peruanas Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas (AMPAEF) se están utilizando como evidencia ante una corte peruana por primera vez en dos décadas. Sin embargo, las audiencias que se llevarían a cabo en enero de este año, fueron aplazadas por la insuficiencia de traductores de lengua quechua.
Desde los tiempos del Programa hasta la fecha, tanto artistas como cineastas han alzado una voz de denuncia con, por ejemplo, performances en espacios públicos y cortometrajes o documentales de libre circulación que se manifiestan y narran sobre las prácticas de dicho Programa.
Lo invitamos a leer sobre la propuesta PerfoArtNet: Resistencia al Performance
Está el performance Alfombra roja, que se ha presentado en el Salón de los Espejos de la Municipalidad de Lima, la Fiscalía de la Nación, el Palacio de Justicia, en el Ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables, el Palacio de Justicia de Cusco, en la Catedral de Huancayo, entre otros espacios. Se trata de mujeres vestidas de rojo, como la sangre y la bandera del Perú, acostadas sobre el piso: una alusión general a cómo sienten que han sido respetados los derechos sexuales en Perú: totalmente pisoteados. En este sentido, el performance hace referencia, pues, a diversas problemáticas con relación a los derechos sexuales en ese país, como el aborto clandestino, las violaciones sistemáticas o la esterilización forzada.
También está el performance Mi cuerpo no es tu campo de batalla, que surgió en medio de la última campaña electoral, como una manifestación contra la candidata Keiko Fujimori. Integrantes de los colectivos No a Keiko, No sin mi permiso y Poco Floro, ponían sobre sus vientres carteles que simulaban trompas de falopio sangrando.
Ahora bien, una complejidad para la justicia de las víctimas de la esterilización forzada es que el 90% son mujeres de poblaciones rurales indígenas que no hablan español. Lo que les dificulta excesivamente el proceso de denuncia. Ante esto, las artistas Maria Ignacia Court, de Chile, y Rosemarie Lerner, de Perú, crearon en 2011 el Proyecto Quipu, que consiste en recibir por vía telefónica, en la línea gratuita 080071011 de Perú, testimonios de la esterilización forzada. El testimonio queda grabado, se traduce en quechua, español e inglés y se monta en el sitio web del Proyecto.
En este caso la palabra quipu –khipu–, que significa nudo, es una resignificación de los antiguos quipus de los Incas: un sistema de información que, mediante nudos, se transmitía generacionalmente.
El Proyecto Quipu ha recogido 150 testimonios que dieron lugar a cuatro líneas temáticas principales: El programa de esterilización; Las operaciones; La vida después; y En busca de la justicia.
Este documental interactivo y transmedia permite que el espectador, tras escuchar los testimonios, pueda dejar un audio de solidaridad o incluso hacerle una petición al gobierno peruano.
Un aspecto común que se narra en los testimonios es que enfermeros llegaban a casas rurales a convencer a las mujeres y, en algunos casos, a los hombres de acceder al procedimiento para esterilizarse. Les decían que aprovecharan que era gratis, que tendrían una recompensa, y que si no lo hacían el gobierno dejaría de darles los alimentos que recibían como ayuda. Lo que seguía era el sometimiento a la fuerza y la aplicación de una inyección.
Sobre el Proyecto Quipu, el periódico The Guardian y la Bertha Foundation, apoyaron el documental Quipu: llamadas por justicia.
De otro lado, el proyecto Articulo 6: Narrativas de género, fortaleza y política es un proyecto de diseño que hace referencia al artículo de la Ley General de Salud de Perú: “toda persona tiene el derecho a elegir libremente el método anticonceptivo de su preferencia y a recibir información adecuada sobre los riesgos que su aplicación puede ocasionar”. Este proyecto también incluye testimonios, investigaciones e incluso discursos políticos.
Las piezas de este proyecto se han exhibido en performances, exposiciones y conferencias, no con un fin comercial sino de manifestación política, por lo que deben ser regresadas.
El caso de la esterilización forzada en Perú sugiere discusiones en torno al sometimiento de los cuerpos de las personas bajo políticas de Estado y la politización de un fin que bien puede ser racista. A la vez, complejiza la reflexión sobre los procesos de denuncia en los que las personas afectadas por dicha política adquieren agencia sobre sus propios cuerpos o, por el contrario, deben buscar que su voz sea escuchada en otros espacios. Esto se expondrá en la siguiente entrega.