Esta muestra, que contó con la curaduría de Juan David Zuloaga, constó de siete aproximaciones diferentes a la pintura y estuvo encaminada a fragmentar, disolver y descarnar el mural.
Foto: Cortesía
El 13 de julio pasado y hasta el 29 la Fundación Gilberto Alzate Avendaño mostró la exposición La experiencia de lo invisible, la cual podría definirse como una conversación por medio de diferentes puestas en escena que permitieron revisitar, diez años después, el icónico mural bogotano El beso de los invisibles (2013).
Por Julio José Rodríguez
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