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En el acto de inauguración estuvo el director y fundador de esta galería, Esteban Jaramillo, quien ha destacado la trayectoria de 40 años de esta galería fundada en Bogotá en 1986, y que hoy cuenta también con sedes en Medellín (Colombia) y Madrid (España), y las que ahora se suma la de Miami.
“Se está convirtiendo en un eje central en el mundo del arte”, explicó el director sobre las razones para “dar el salto al mercado de Estados Unidos” a través de la nueva sede en Miami, que se inaugura al cabo de un año y medio de trabajo y ante un público internacional como es el que se congrega en esta ciudad floridana durante la Semana del Arte.
El espacio está ubicado en el barrio de Allapattah, vecino de Wynwood, el distrito del arte de Miami, y para su muestra inaugural ha elegido a tres artistas contemporáneos “de importancia mundial”, que en conjunto brindan “una variedad y muy profunda”, como recalcó Jaramillo. Uno de ellos es Miguel Ángel Rojas, quien exhibe 400 golpes, una instalación en torno a la Amazonía, el “nuevo Dorado”, como lo define, y región en donde se deben restaurar los recursos naturales como si se tratara de “los elementos más valiosos para la vida”.
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Si bien el título de su obra es homónimo a la famosa película de 1959 del director francés François Truffaut, el artista explicó que en realidad tiene que ver con una nueva ley forestal de Brasil de 2012, que permite que una sola persona tale 400 hectáreas de bosque amazónico. “Cuando yo leí esta noticia me horroricé. Cualquier persona consciente del planeta sabe que el clima mundial depende de unos equilibrios en los que la Amazonía juega una parte importantísima”, señaló Rojas.
“Sigo pensando que el futuro de la vida está comprometido con esa decisión de permitir esa deforestación”, agregó el artista plástico, quien pronto inaugurará en el Museo Reina Sofía de España una muestra retrospectiva de su obra, que incluye dibujo, pintura, fotografía, video e instalaciones.
La exhibición inaugural de La Cometa Miami incluye también las muestras Perpetuo, de Camilo Restrepo, e Intersecciones Aleatorias II, de Ricardo Cárdenas
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Las obras de Restrepo consisten en doce calendarios mensuales que forman un círculo infinito y desde donde plantea interrogantes en torno a “la actual batalla global entre la verdad y la ficción”, con claras referencias al narcotráfico. Por su parte, Cárdenas propone un diálogo “entre las estructuras creadas por el hombre y las del mundo natural”, de acuerdo con la galería.