ARTBO 2024 y la historia de las galerías de arte en Colombia
En ARTBO 2024, la sección “Referentes” exploró el papel crucial de las galerías de arte en Colombia desde la década de 1940, analizando su impacto en la promoción de artistas, la creación del mercado local y los desafíos contemporáneos en un entorno globalizado.
La historia de las galerías de arte en Colombia ha sido clave para el desarrollo del arte contemporáneo y moderno en el país. En ARTBO 2024, la sección “Referentes” ofreció una revisión crítica que abarcó desde la década de 1940 hasta la actualidad, subrayando cómo las galerías han sido más que simples espacios comerciales, pues han jugado un papel esencial en la promoción de artistas y en la creación de un mercado de arte local.
Con curaduría de Pablo León de la Barra (Curador de Arte Latinoamericano del Guggenheim New York), María Wills (Curadora e investigadora independiente) y José Ruiz (artista, investigador y diseñador), “Referentes” exploró cómo estos espacios no solo impulsaron la carrera de artistas nacionales, sino que también introdujeron lenguajes artísticos que transformaron la escena cultural. La investigación para la exposición incluyó diálogos entre galeristas, coleccionistas y críticos, donde se reflexionó sobre los retos y oportunidades que las galerías enfrentaron, especialmente con la globalización y las dinámicas del mercado contemporáneo.
Basada en investigaciones como el proyecto “Por las Galerías” (1940-2018), que documentó más de 300 galerías en Bogotá, la curaduría proporcionó una mirada sobre la influencia de las primeras galerías fundadas por migrantes europeos y su impacto en la evolución del arte moderno en Colombia, consolidando el circuito artístico y sentando las bases para futuras vanguardias estéticas.
En Colombia, donde el arte estuvo inicialmente marcado por el academicismo y los valores decorativos, las galerías emergieron como espacios de resistencia y experimentación, promoviendo movimientos de vanguardia y tendencias artísticas que desafiaban el status quo. Desde sus orígenes, estas instituciones han sido mucho más que simples vitrinas de venta. Funcionaron como plataformas para artistas que buscaban desafiar las convenciones del arte tradicional y explorar nuevas formas de expresión. Aunque en muchos casos el mercado era un factor secundario, las galerías fueron fundamentales en la validación y difusión de lenguajes artísticos innovadores que eventualmente transformaron el paisaje cultural colombiano.
Un ejemplo de esta influencia se puede ver en el trabajo de artistas como Miguel Ángel Rojas, Beatriz González, Antonio Caro y Feliza Burstyn, quienes encontraron en las galerías el espacio necesario para exponer obras que, en su momento, rompieron con los cánones establecidos y se convirtieron en hitos del arte colombiano.
El artista e investigador José Ruiz, en entrevista para El Espectador, señaló como las galerías han actuado como “ritos de paso” para los artistas antes de llegar a las instituciones más grandes. Muchas obras que hoy son consideradas icónicas en museos e instituciones de renombre surgieron originalmente en galerías que, aunque no tenían un valor comercial inicial, les dieron la oportunidad de desarrollarse debido a su relevancia cultural y artística.
Ruiz también reflexionó sobre el papel que ARTBO ha jugado en los últimos 20 años al consolidarse como una plataforma que une al sector artístico colombiano y proporciona una vitrina internacional para los artistas del país. A través de su evolución, la feria ha permitido conectar dinámicas locales con mercados globales, aunque, como mencionó el investigador, es importante cuestionar constantemente las dinámicas de centralización y comercialización que rigen el arte contemporáneo. Para Ruiz, las ferias de arte, aunque claves para el impulso de ciertas corrientes artísticas, no son permanentes y deben adaptarse a los cambios y desafíos del sector.
El recorrido cronológico de “Referentes” incluyó 14 galerías que fueron cruciales en la historia del arte colombiano: Galería de Arte Moderno y El Callejón (Casimiro Eiger), Belarca (Aseneth Velásquez), Usted, La Oficina y Barrios Galería de Arte (Alonso Garcés y Ethel Klenner), Garcés Velásquez (Alonso Garcés y Ethel Klenner), San Diego (Rita de Agudelo), Valenzuela y Klenner (Jairo Valenzuela y Ethel Klenner), Alcuadrado (Juan Gallo y Gloria Saldarriaga), Ciudad Solar (dirigida por una comunidad de creadores), El Sindicato (dirigida por artistas), La Tertulia (dirigida por artistas y curadores locales), y Galería 44 (con Fernando Ospina y su colectivo al frente).
A lo largo de la muestra, se presentaron archivos como afiches, fotografías e invitaciones que ilustraron el papel de los diseñadores y artistas en la construcción de la identidad visual del circuito artístico en el país.
Por último, Ruiz planteó una reflexión sobre el futuro de las ferias de arte y su impacto en el ecosistema artístico colombiano. “El arte es un termómetro de la realidad y, como tal, refleja la centralización en Bogotá. La gran pregunta es cómo descentralizar sin que ello implique la pérdida de calidad o la desconexión del mercado”, expresó el artista, pues existe la necesidad de explorar nuevos modelos que permitan un desarrollo más equitativo del arte en todo el país.
La historia de las galerías de arte en Colombia ha sido clave para el desarrollo del arte contemporáneo y moderno en el país. En ARTBO 2024, la sección “Referentes” ofreció una revisión crítica que abarcó desde la década de 1940 hasta la actualidad, subrayando cómo las galerías han sido más que simples espacios comerciales, pues han jugado un papel esencial en la promoción de artistas y en la creación de un mercado de arte local.
Con curaduría de Pablo León de la Barra (Curador de Arte Latinoamericano del Guggenheim New York), María Wills (Curadora e investigadora independiente) y José Ruiz (artista, investigador y diseñador), “Referentes” exploró cómo estos espacios no solo impulsaron la carrera de artistas nacionales, sino que también introdujeron lenguajes artísticos que transformaron la escena cultural. La investigación para la exposición incluyó diálogos entre galeristas, coleccionistas y críticos, donde se reflexionó sobre los retos y oportunidades que las galerías enfrentaron, especialmente con la globalización y las dinámicas del mercado contemporáneo.
Basada en investigaciones como el proyecto “Por las Galerías” (1940-2018), que documentó más de 300 galerías en Bogotá, la curaduría proporcionó una mirada sobre la influencia de las primeras galerías fundadas por migrantes europeos y su impacto en la evolución del arte moderno en Colombia, consolidando el circuito artístico y sentando las bases para futuras vanguardias estéticas.
En Colombia, donde el arte estuvo inicialmente marcado por el academicismo y los valores decorativos, las galerías emergieron como espacios de resistencia y experimentación, promoviendo movimientos de vanguardia y tendencias artísticas que desafiaban el status quo. Desde sus orígenes, estas instituciones han sido mucho más que simples vitrinas de venta. Funcionaron como plataformas para artistas que buscaban desafiar las convenciones del arte tradicional y explorar nuevas formas de expresión. Aunque en muchos casos el mercado era un factor secundario, las galerías fueron fundamentales en la validación y difusión de lenguajes artísticos innovadores que eventualmente transformaron el paisaje cultural colombiano.
Un ejemplo de esta influencia se puede ver en el trabajo de artistas como Miguel Ángel Rojas, Beatriz González, Antonio Caro y Feliza Burstyn, quienes encontraron en las galerías el espacio necesario para exponer obras que, en su momento, rompieron con los cánones establecidos y se convirtieron en hitos del arte colombiano.
El artista e investigador José Ruiz, en entrevista para El Espectador, señaló como las galerías han actuado como “ritos de paso” para los artistas antes de llegar a las instituciones más grandes. Muchas obras que hoy son consideradas icónicas en museos e instituciones de renombre surgieron originalmente en galerías que, aunque no tenían un valor comercial inicial, les dieron la oportunidad de desarrollarse debido a su relevancia cultural y artística.
Ruiz también reflexionó sobre el papel que ARTBO ha jugado en los últimos 20 años al consolidarse como una plataforma que une al sector artístico colombiano y proporciona una vitrina internacional para los artistas del país. A través de su evolución, la feria ha permitido conectar dinámicas locales con mercados globales, aunque, como mencionó el investigador, es importante cuestionar constantemente las dinámicas de centralización y comercialización que rigen el arte contemporáneo. Para Ruiz, las ferias de arte, aunque claves para el impulso de ciertas corrientes artísticas, no son permanentes y deben adaptarse a los cambios y desafíos del sector.
El recorrido cronológico de “Referentes” incluyó 14 galerías que fueron cruciales en la historia del arte colombiano: Galería de Arte Moderno y El Callejón (Casimiro Eiger), Belarca (Aseneth Velásquez), Usted, La Oficina y Barrios Galería de Arte (Alonso Garcés y Ethel Klenner), Garcés Velásquez (Alonso Garcés y Ethel Klenner), San Diego (Rita de Agudelo), Valenzuela y Klenner (Jairo Valenzuela y Ethel Klenner), Alcuadrado (Juan Gallo y Gloria Saldarriaga), Ciudad Solar (dirigida por una comunidad de creadores), El Sindicato (dirigida por artistas), La Tertulia (dirigida por artistas y curadores locales), y Galería 44 (con Fernando Ospina y su colectivo al frente).
A lo largo de la muestra, se presentaron archivos como afiches, fotografías e invitaciones que ilustraron el papel de los diseñadores y artistas en la construcción de la identidad visual del circuito artístico en el país.
Por último, Ruiz planteó una reflexión sobre el futuro de las ferias de arte y su impacto en el ecosistema artístico colombiano. “El arte es un termómetro de la realidad y, como tal, refleja la centralización en Bogotá. La gran pregunta es cómo descentralizar sin que ello implique la pérdida de calidad o la desconexión del mercado”, expresó el artista, pues existe la necesidad de explorar nuevos modelos que permitan un desarrollo más equitativo del arte en todo el país.