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La historia del cuadro de Frida Kahlo que fue destruido por un empresario

Según la investigación adelantada, la pintura fue quemada por un empresario que quería vender la obra por internet. Conozca la historia.

13 de julio de 2024 - 12:48 a. m.
"Fantasmones siniestros" fue pintado por Frida Kahlo en 1944.
"Fantasmones siniestros" fue pintado por Frida Kahlo en 1944.
Foto: Tomada de X
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En 2022, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura inició una investigación para esclarecer los hechos sobre la presunta destrucción de una obra original de la pintora Frida Kahlo, de quien este sábado 13 de julio se conmemoran 70 de su muerte.

La pintura, que se asegura fue quemada, es Fantasmones siniestros, la cual fue creada en 1944, diez años antes de la artista. Esta pieza lleva sobre el lienzo las palabras Auxocromo y Cromoforo, dos términos científicos que la artista adoptó para referirse a Diego Rivera y ella.  “Tú te llamarás Auxocromo el que capta el color. Yo Cromoforo – la que da el color”, escribió Kahlo en una de las páginas de su diario.

A quien se acusa de la quema de Fantasmones siniestros, valuado en 100 millones de dólares, es al empresario Martin Mobarak, quien habría ejecutado esta acción para convertirla en 10.000 NTFs exclusivos, (“Non-Fungible Token”), también conocidos como “cripto arte”, una vertiente creativa basada en la creación de contenido digital único.

La incineración de la obra habría tenido lugar el 30 de julio de 2022 en Miami, Florida. Según estimaciones de Mobarak, los NFT se comprarían a través de ETH (Ethreum), una criptomoneda con un valor 1,361 dólares, unos 27,000 pesos y cada NFT se venderia por 3 ETH con lo cual esperaba recaudar más de 800 millones de pesos (unos 40 millones de dólares).

Además, aseveró entre las instituciones que saldrían beneficiadas por esta acción están la Casa Museo Frida Kahlo, el Palacio de Bellas Artes y la Escuela Nacional de Artes Plásticas. De acuerdo con The New York Times, el empresario tuvo que vender algunas piezas hasta en 11,200 dólares.

Ante ello, el Inbal de México, que recordó que existe un decreto por el que se declaró monumento artístico toda la obra de la artista mexicana, negó en un comunicado que recintos de este Instituto, como el Palacio de Bellas Artes y/o el Museo del Palacio, vayan a recibir donación alguna por parte de dicho coleccionista, como lo había mencionado públicamente.

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