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Reunidos en el marco de la segunda edición del foro Book 2.0, organizado por la Asociación Portuguesa de Editores y Libreros (APEL) en el Museo de Oriente, los especialistas aseguraron que las nuevas tecnologías ya han influido en el mercado, tanto en los hábitos de lectura como en la producción de libros, y lo seguirán haciendo.
Sin embargo, es necesario reformular su aplicación en algunos temas y modificar la visión que se tiene sobre ellas.
Ese fue el centro del debate de una mesa redonda en la que participaron el presidente de IBM Portugal, Ricardo Martinho, y Rogério Canhoto, directivo de PHC Software, quienes recordaron que la IA ha puesto sobre la mesa la amenaza a los derechos de autor, pero también ofrece optimizar la gestión de las editoriales en aspectos como las ventas y los análisis de tendencias.
“Hay un desafío enorme para todas las industrias, y en esta en particular, en la cualificación y recualificación de las personas en toda la cadena de valor”, resumió Canhoto.
En otra sesión, el copresidente de la Federación Europea e Internacional de Libreros, Fabian Paagman, alertó de la amenaza que suponen algunos partidos políticos que quieren intentan limitar con su influencia qué libros son publicados y reducir la libertad de expresión.
“Los partidos populistas disfrutan encasillando el mundo literario como una afición de izquierdas y abusan de la formulación de políticas en materia de cultura y literatura para promover su agenda personal”, denunció.
Insistió en que la libertad de expresión es un componente básico para el desarrollo de las sociedades y defendió la necesidad de hablar de esta problemática.
Otro desafío que ya está dando resultados a los autores es el papel que pueden jugar las redes sociales para promocionar libros, como puso en práctica la escritora estadounidense Jeneva Rose para impulsar su carrera y explicó hoy en el foro.
La piratería, la necesidad de la inversión pública y la reducción de la huella de carbono fueron otros retos planteados en esta jornada, donde destacaron el valor que tiene la literatura en la salud mental y desarrollo social de los lectores.
El presidente de la Asociación Portuguesa de Editores y Libreros (APEL), Pedro Sobral, explicó en declaraciones que conocer los desafíos y oportunidades es clave para impulsar el sector literario, que todavía tiene margen para crecer.
La APEL ha organizado este foro, que comenzó este jueves y acabará mañana, con un doble objetivo: analizar las tendencias y hacer frente a las bajas tasas de lectura que se registran entre los portugueses.
“Tenemos muchos especialistas nacionales e internacionales porque si hay mercados, otras áreas que están más influidas, que trabajan el libro y la lectura de una manera diferente a como lo hacemos en Portugal, entonces es necesario escuchar lo que hacen, escuchar los casos de éxito”, defendió.
Sobral avanzó este jueves que el mercado editorial portugués creció cerca del 7 % en 2023, alcanzando un volumen de 187 millones de euros (sin incluir los libros vendidos en plataformas de comercio electrónico).
Según sus datos, extraídos por la consultora Nielsen/GFK, el 65 % de los portugueses compraron libros en 2023 (un punto porcentual más que en el año anterior), y la franja etaria que más obras adquirió pasó a ser la de los 25 hasta los 34 años (un 76 %).
Por otra parte, la franja que más aumentó sus compras fue la de los 15 a los 24 años, que correspondieron al 41 % de los encuestados.
“Son buenas noticias, estamos creando estos lectores y creciendo en este campo, pero también es verdad que partimos de una base muy baja, lo que significa que todavía tenemos un largo camino por delante”, señaló Sobral en el inicio del foro.