La historia de Christine McVie, de Fleetwood Mac, el pájaro cantor del Reino Unido
La cantante, compositora y tecladista de la banda británica Fleetwood Mac, falleció ayer en horas de la mañana. Dejó atrás un legado musical que influyó el rock de los años 70 y que, junto a su banda, marcó a un género musical.
La última vez que Christine McVie habló con Rolling Stone, en junio, mencionó que sufría problemas de salud que la tenían debilitada. Luego de dedicar su vida entera a la música, la muerte de la tecladista y cantante fue anunciada a través de redes sociales por su familia. McVie fue la mente detrás de canciones como “Songbird”, “Say you love me” y “Don’t stop”.
Nacida en el distrito de Bouth, el 12 de julio de 1943, Christine McVie llevaba la música en la sangre. Su padre, Cyril Percy Absell Perfect, era violinista y profesor de música en el St Peter’s College of Education de Birmingham, y su abuelo fue organista en la Abadía de Westminster. Cargar con el nombre Christine Perfect no fue fácil para ella, en entrevistas recordaba que: “Los maestros decían: ‘espero que estés a la altura de tu nombre, Christine’. Entonces, sí, fue difícil”, el apellido que había heredado de su familia no le gustaba para nada y por eso, cuando se divorció de su primer esposo, John McVie, mantuvo su apellido de casada convirtiéndose en Christine McVie para el resto de su vida.
A la edad de cuatro años, McVie comenzó a recibir clases de piano, que luego abandonó y retomó a los once años. Sin embargo, su pasión por el rock no la desarrolló sino hasta los 15 años, hasta ese momento había recibido entrenamiento en la música clásica. Fue su hermano, John, quien despertó su interés en el rock & roll cuando le presentó un libro de partituras de Fats Domino. “Se convirtió instantáneamente al blues, desarrollando un estilo de piano boogie-woogie con la mano izquierda”, escribió en su obituario Caroline Sullivan de The Guardian.
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Aunque llevaba la música en la sangre, pensó primero en ser profesora de arte y buscando cumplir ese objetivo, estudió escultura durante cinco años en la Escuela de Arte Moseley en Birmingham. Su paso por la universidad no solo le dejó un diploma, sino también un amor renovado por la música, ya que en esos cinco años se encontró con Stan Webb y Andy Silvester quienes la incluyeron en su banda Sounds of Blue, que se había separado cuando ella terminó la universidad.
Al momento de graduarse aceptó un trabajo en Londres como escaparatista para sostenerse, hasta que se enteró de que Webb y Silvester estaban formando otra banda, bajo el nombre de Chicken Shack. Ella decidió escribirles para unirse como tecladista y vocalista en 1967. “Una de las únicas mujeres en la escena del blues británico de mediados de la década de 1960 que cantaba y tocaba un instrumento, se hizo notar. Aunque más tarde descartó a Chicken Shack como una “mediocre banda de blues blanco”, cantó la voz principal en su única canción Top 20, una versión de I’d Rather Go Blind de Etta James, y fue votada como la mejor vocalista femenina de Melody Maker en 1969)”.
Sin embargo, cuando se casó con su primer esposo, John McVie, integrante de la banda rival Fleetwood Mac, en 1968, abandonó Chicken Shack y así comenzó su carera musical con la que dejaría su legado en esta industria. Primero tuvo la intención de ser ama de casa y luego, en 1970, después de lo que denominó un esfuerzo “mediocre” para hacer un álbum en solitario, se unió como miembro permanente de Fleetwood Mac. “Tenía dudas sobre la decisión de la banda de mudarse a Los Ángeles en 1974, pero se reconcilió con la vida de estrella de rock californiana y compró la antigua casa de Anthony Newley y un par de Mercedes-Benz con los nombres de sus perros lhasa apso en las placas de matrícula”.
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Aunque la banda había tenido un par de años difíciles, en 1974 se unieron Lindsey Buckingham y Stevie Nicks. Sin embargo, los miembros originales de la banda tenían una única condición y es que Christine McVie, al ser la única integrante mujer, debía sentirse cómoda alrededor de Nicks. “Se conocieron durante una cena en Los Ángeles, y McVie, al encontrar a Nicks “divertido y agradable”, la invitó a pasar. Esa decisión llevó a que la banda ampliada se convirtiera en los sultanes del rock suave, subrayando el estatus de McVie como el pilar silencioso del aparato Mac. (Y tenía razón; Nicks complementaba en lugar de competir. Ella era la prestidigitadora etérea, McVie la contramedida “muy, muy, muy inglesa”, según la evaluación de Nicks, y ninguna eclipsaba a la otra)”.
La decisión de incluir a Nicks y Buckingham a la banda catapultó a Fleetwood Mac a la fama, aunque las dos parejas al interior de Fleetwood Mac se separaron durante esa década. “Poco más de un año y medio después, el grupo lanzó Rumours, que generó un gran interés no solo por sus cuatro éxitos Top 10 (dos de ellos escritos por la Sra. McVie), sino también por varios eventos muy dramáticos detrás de escena, dentro de las filas de la banda, que ventilaron en las letras y discutieron abiertamente en la prensa”, escribió John Farber en The New York Times.
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Cuando el matrimonio McVie terminó en 1976, ella salió con otra persona antes de entrar a su segunda relación significativa con el tecladista portugués Eduardo Quintanela, con quien contrajo matrimonio en 1986. “Tocó en su segundo álbum en solitario, Christine McVie (1984), y después de su matrimonio en 1986, la pareja escribió uno de los mayores éxitos de Mac de los años 80, Little Lies. Sin embargo, el matrimonio fracasó cuando McVie se encontró deseando una vida tranquila en Inglaterra; dejó la banda en 1998 y compró una casa Tudor en Wickhambreaux, Kent”, escribió Sullivan.
Luego de que varios de sus álbumes con la extensión creativa que buscaban no tuvieran el éxito que esperaban, ella decidió no unirse a la gira que hizo el grupo para promocionar su álbum “Time”. “Pero a principios de la década de 1990, atrajo una nueva atención con su éxito “Don’t Stop” cuando se convirtió en el tema principal de la exitosa campaña presidencial de Bill Clinton. En 1993, el Sr. Clinton persuadió a los cinco músicos para que se reunieran para tocarlo en un baile inaugural”, escribió Farber.
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La última gira en la que se embarcaría McVie antes de su retiro en 1998 fue aquella en la que se produjo el álbum en vivo “The dance”. “Cinco años más tarde, accedió a agregar algunas partes de teclado y coros a un álbum de Fleetwood Mac en gran parte ignorado, “Say You Will”, y en 2006 produjo un álbum en solitario poco escuchado, “In the Meantime”, que grabó y escribió con su sobrino guitarrista Dan Perfect”.
El año 2014 vio su regreso a los escenarios cuando decidió regresar a Fleetwod Mac para el tour “On with the show”. “A raíz de ello, la Sra. McVie comenzó a escribir mucho material nuevo, al igual que el Sr. Buckingham, lo que resultó en un álbum con los nombres de ambos en 2017, así como una gira conjunta”. Esto fue lo último que Christine McVie grabó y su última aparición en el escenario fue durante febrero de 2020 en un concierto de tributo para Peter Green, uno de los fundadores de Fleetwood Mac.
Aunque ese mismo año estrenó una compilación en solitario titulada “Songbird”, se negó a irse de gira para promocionarla. “No me siento físicamente preparado para eso. Estoy bastante mal de salud. Tengo un problema crónico de espalda que me debilita. Me pongo de pie para tocar el piano, así que no sé si realmente podría hacerlo físicamente”, dijo en una entrevista. Su familia anunció su fallecimiento el 30 de noviembre y el mundo de la música expresó su dolor ante la pérdida de un ícono del rock.
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La última vez que Christine McVie habló con Rolling Stone, en junio, mencionó que sufría problemas de salud que la tenían debilitada. Luego de dedicar su vida entera a la música, la muerte de la tecladista y cantante fue anunciada a través de redes sociales por su familia. McVie fue la mente detrás de canciones como “Songbird”, “Say you love me” y “Don’t stop”.
Nacida en el distrito de Bouth, el 12 de julio de 1943, Christine McVie llevaba la música en la sangre. Su padre, Cyril Percy Absell Perfect, era violinista y profesor de música en el St Peter’s College of Education de Birmingham, y su abuelo fue organista en la Abadía de Westminster. Cargar con el nombre Christine Perfect no fue fácil para ella, en entrevistas recordaba que: “Los maestros decían: ‘espero que estés a la altura de tu nombre, Christine’. Entonces, sí, fue difícil”, el apellido que había heredado de su familia no le gustaba para nada y por eso, cuando se divorció de su primer esposo, John McVie, mantuvo su apellido de casada convirtiéndose en Christine McVie para el resto de su vida.
A la edad de cuatro años, McVie comenzó a recibir clases de piano, que luego abandonó y retomó a los once años. Sin embargo, su pasión por el rock no la desarrolló sino hasta los 15 años, hasta ese momento había recibido entrenamiento en la música clásica. Fue su hermano, John, quien despertó su interés en el rock & roll cuando le presentó un libro de partituras de Fats Domino. “Se convirtió instantáneamente al blues, desarrollando un estilo de piano boogie-woogie con la mano izquierda”, escribió en su obituario Caroline Sullivan de The Guardian.
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Aunque llevaba la música en la sangre, pensó primero en ser profesora de arte y buscando cumplir ese objetivo, estudió escultura durante cinco años en la Escuela de Arte Moseley en Birmingham. Su paso por la universidad no solo le dejó un diploma, sino también un amor renovado por la música, ya que en esos cinco años se encontró con Stan Webb y Andy Silvester quienes la incluyeron en su banda Sounds of Blue, que se había separado cuando ella terminó la universidad.
Al momento de graduarse aceptó un trabajo en Londres como escaparatista para sostenerse, hasta que se enteró de que Webb y Silvester estaban formando otra banda, bajo el nombre de Chicken Shack. Ella decidió escribirles para unirse como tecladista y vocalista en 1967. “Una de las únicas mujeres en la escena del blues británico de mediados de la década de 1960 que cantaba y tocaba un instrumento, se hizo notar. Aunque más tarde descartó a Chicken Shack como una “mediocre banda de blues blanco”, cantó la voz principal en su única canción Top 20, una versión de I’d Rather Go Blind de Etta James, y fue votada como la mejor vocalista femenina de Melody Maker en 1969)”.
Sin embargo, cuando se casó con su primer esposo, John McVie, integrante de la banda rival Fleetwood Mac, en 1968, abandonó Chicken Shack y así comenzó su carera musical con la que dejaría su legado en esta industria. Primero tuvo la intención de ser ama de casa y luego, en 1970, después de lo que denominó un esfuerzo “mediocre” para hacer un álbum en solitario, se unió como miembro permanente de Fleetwood Mac. “Tenía dudas sobre la decisión de la banda de mudarse a Los Ángeles en 1974, pero se reconcilió con la vida de estrella de rock californiana y compró la antigua casa de Anthony Newley y un par de Mercedes-Benz con los nombres de sus perros lhasa apso en las placas de matrícula”.
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La decisión de incluir a Nicks y Buckingham a la banda catapultó a Fleetwood Mac a la fama, aunque las dos parejas al interior de Fleetwood Mac se separaron durante esa década. “Poco más de un año y medio después, el grupo lanzó Rumours, que generó un gran interés no solo por sus cuatro éxitos Top 10 (dos de ellos escritos por la Sra. McVie), sino también por varios eventos muy dramáticos detrás de escena, dentro de las filas de la banda, que ventilaron en las letras y discutieron abiertamente en la prensa”, escribió John Farber en The New York Times.
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Cuando el matrimonio McVie terminó en 1976, ella salió con otra persona antes de entrar a su segunda relación significativa con el tecladista portugués Eduardo Quintanela, con quien contrajo matrimonio en 1986. “Tocó en su segundo álbum en solitario, Christine McVie (1984), y después de su matrimonio en 1986, la pareja escribió uno de los mayores éxitos de Mac de los años 80, Little Lies. Sin embargo, el matrimonio fracasó cuando McVie se encontró deseando una vida tranquila en Inglaterra; dejó la banda en 1998 y compró una casa Tudor en Wickhambreaux, Kent”, escribió Sullivan.
Luego de que varios de sus álbumes con la extensión creativa que buscaban no tuvieran el éxito que esperaban, ella decidió no unirse a la gira que hizo el grupo para promocionar su álbum “Time”. “Pero a principios de la década de 1990, atrajo una nueva atención con su éxito “Don’t Stop” cuando se convirtió en el tema principal de la exitosa campaña presidencial de Bill Clinton. En 1993, el Sr. Clinton persuadió a los cinco músicos para que se reunieran para tocarlo en un baile inaugural”, escribió Farber.
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El año 2014 vio su regreso a los escenarios cuando decidió regresar a Fleetwod Mac para el tour “On with the show”. “A raíz de ello, la Sra. McVie comenzó a escribir mucho material nuevo, al igual que el Sr. Buckingham, lo que resultó en un álbum con los nombres de ambos en 2017, así como una gira conjunta”. Esto fue lo último que Christine McVie grabó y su última aparición en el escenario fue durante febrero de 2020 en un concierto de tributo para Peter Green, uno de los fundadores de Fleetwood Mac.
Aunque ese mismo año estrenó una compilación en solitario titulada “Songbird”, se negó a irse de gira para promocionarla. “No me siento físicamente preparado para eso. Estoy bastante mal de salud. Tengo un problema crónico de espalda que me debilita. Me pongo de pie para tocar el piano, así que no sé si realmente podría hacerlo físicamente”, dijo en una entrevista. Su familia anunció su fallecimiento el 30 de noviembre y el mundo de la música expresó su dolor ante la pérdida de un ícono del rock.
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