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La Met Ópera explicó en un comunicado que Monastyrska remplazará a Netrebko en la ópera Turandot de Puccini, que se estrenará el próximo abril.
Asimismo, la institución indicó que están buscando una sustituta para el papel de Elisabeth de Valois, de la obra Don Carlo de Verdi, que está programada para la próxima temporada, que arranca en septiembre.
En el comunicado, la Met muestra con claridad su rechazo a la posición de la soprano en relación con la guerra en Ucrania.
“Al no cumplir con la condición de la Met de que se retracte de su apoyo público a Vladímir Putin, mientras él libra la guerra contra Ucrania, la soprano Anna Netrebko se retiró de sus próximas actuaciones en la Met”, dice la nota.
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El máximo responsable de la institución operística, Peter Gelb, -citado en la nota- alabó a Netrebko, y aseguró que su retirada supone una “gran pérdida artística”, aunque insistió en que no podía seguir actuando manteniendo su apoyo al presidente ruso.
“Anna es una de las mejores cantantes en la historia de la Met, pero con Putin matando a víctimas inocentes en Ucrania, no había forma de continuar”, dijo.
El comunicado detalla que Monastyrska ya ha cantado en Turandot con la Ópera Nacional de Ucrania y con el teatro Bolshói de Moscú y explica que en 2012 debutó con la Met Ópera con la obra “Aida”, de Verdi.
Netrebko, cuyo apoyo a Putin es notorio, mostró el 27 de febrero su oposición a la guerra y llamó a su fin.
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“Me opongo a esta guerra. Soy rusa y amo mi país, pero tengo muchos amigos en Ucrania y el dolor y el sufrimiento ahora mismo me rompen el corazón. Quiero que esta guerra termine para que la gente pueda vivir en paz. Eso es lo que espero y por lo que rezo”, escribió la artista en la red Instagram.
Netrebko, rusa oriunda de Krasnodar, en el sur del país, que obtuvo la ciudadanía austríaca en 2006 y vive entre Viena, San Petersburgo y Nueva York, apoyó en 2012 la campaña electoral de Putin y en su 50 cumpleaños, en septiembre pasado, recibió un telegrama de felicitación del presidente.
En su reciente mensaje subrayó también que “no está bien forzar a artistas, ni a ninguna figura pública, a anunciar sus opiniones políticas en público y a denunciar a su patria”.
El 1 de marzo, la soprano anunció que cancelaba todas sus actuaciones de los próximos meses “tras una reflexión profunda”.
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El mismo día de su renuncia, la Bayerische Staatsoper, la Ópera Estatal de Baviera, anunció el cese de toda colaboración con la cantante rusa y con el director de orquesta ruso Valeri Guérguiev.
El 28 de febrero la ópera de La Scala de Milán ya había anunciado que prescindía de Guérguiev, que debía ofrecer varios conciertos hasta el 15 de marzo, debido a que no había condenado la invasión de Ucrania por parte de Rusia como se le había pedido.