De izquierda a derecha: Andrés Rodríguez Barros, Manuel Sierra, Julio García, Soraya Bayuelo, Daniel Del Toro, Jorge Marriaga, Juan David Vargas y José David García, quienes trabajaron para la exposición "El vuelo del Mochuelo", instalada en el Museo Nacional./ Jose Vargas
“Sergio medía 1.69 de estatura. Tenía los ojos cafés, el pelo chino y cortico, la nariz afilada y larga, las cejas gruesas, y no se puede decir si era flaco o gordo porque se adelgazaba y engordaba muy fácil. Siempre llevaba bigote, aunque más que bigote era una sombra; y usaba las patillas largas. Siempre estaba muy limpiecito, arregladito. Y era muy enamoradizo”, contó Jennifer Herrera sobre su padre, Sergio Luis Herrera Barrios, asesinado en los Guáimaros, el 30 de agosto de 2002.
Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com