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Con motivo de la celebración de la independencia de Colombia y el paso de la Orquesta Sinfónica Nacional por Buenos Aires, Argentina, los músicos, el cuerpo diplomático de Colombia y algunos gestores culturales locales se reunieron en el Teatro Colón de la ciudad para un concierto en el que se tocó un repertorio originario de los dos países.
El evento se inició con unas palabras de Jorge Telerman, director del Teatro Colón, quien opinó que “los músicos colombianos engalanaban el recinto”, además de manifestar su “envidia” por ser dirigidos por el director Yeruham Scharovsky, el líder de esta orquesta que nació en Argentina, pero estudió en Israel. A pesar de que Telerman se quedó durante un momento en la recepción debido a dos conciertos que ocurrían al mismo tiempo, se aseguró de dar su bienvenida a la agrupación artística: “Esta es la casa de las mujeres y los hombres que viven y vibran por darle belleza a esta vida, es de ustedes”.
A continuación, se presentó el Quinteto de cuerdas Catleya, compuesto por Úrzula Kopytko, Ingrid Cardozo, Ligia Perilla, Johanna Mora y Angélica Gámez, mujeres de la orquesta, quienes interpretaron “Entusiasmo” de Luis A Calvo, en versión de Alfredo Hernández.
El viceministro Jorge Zorro asistió a la ceremonia y habló de la “batalla por la democracia y la Constitución para trabajar por los municipios que son víctimas del conflicto armado” a través de la música. “Somos una Nación rebosante de talento y el gobierno del cambio busca garantizar el derecho de la cultura fortaleciendo la Sinfónica de Colombia”. Zorro también mencionó que la presencia de los músicos en el Colón y durante esta fecha, reforzaba los lazos culturales entre los países suramericanos y que, además, se sentía “complacido” por el trabajo en curso que convertiría a la agrupación en una de las mejores del continente. “Que acudamos a escenarios internacionales contribuye a que nuestras aspiraciones se hagan realidad. Nuestro deseo es democratizar la cultura y garantizarles un empleo digno a los artistas”, concluyó el funcionario.
El turno fue para el ensamble de metales, compuesto por Juan Avendaño, Jhonny Lucero, Diego Parra, Jonatan Concha, Giovanni Scarpetta, Luis Eduardo Díaz, David Pérez y Juan Erney Sepulveda, quienes se encargaron de darle paso a la intervención del embajador Camilo Romero, que recibió a los músicos como los “verdaderos embajadores del país” y aseguró sentirse “honrado” de celebrar el 7 de agosto y la “grandeza del Ejército de Colombia” con la Sinfónica Nacional. Romero afirmó que los dos países transitaban dos caminos culturales por “la misma senda” y que la cultura era el mayor punto de encuentro. Celebró la amistad bicentenaria y mencionó a figuras como Gardel, García Márquez y Fernando Botero, para ejemplificar las conexiones de hechos y artistas.
“Bambuco Ancestro”, de Germán Darío Pérez, fue interpretado por el Septeto de Música Colombia, con un arreglo de Juan Antonio Cuéllar, integrado por Rafael Aponte Diaz, Eddie Cordero Moros, Manuel Lopez Marín, Roberto Milanés Tenorio, Gabriel Borrero Chacón, Juan José Pérez Pérez y Fidel Mario Castillo Carrillo. Por su parte, el Cuarteto de cuerdas interpretó la obra “Estaciones porteñas”, una composición de Astor Piazzola, la cuota argentina de la noche.
“Me metieron en problemas: los que vinieron hoy, quieren ir mañana al concierto”, dijo el embajador Romero a los músicos, durante una cena ofrecida por la Embajada en el restaurante Casona del Nonno. Esta presentación preparó a la Sinfónica y a los Argentinos para el concierto que se realizará este 8 de agosto en el Teatro Colón de Buenos Aires, en el marco del Festival Martha Argerich.