Más de dos siglos después de la muerte de Napoleón Bonaparte, aún hay una debate en Francia entre quienes lo defienden como símbolo nacional y quienes critican su militarismo y su ambición por el poder. Retrato de Napoleón en su gabinete de trabajo, en el palacio de las Tullerías (Jacques-Louis David, 1812).
Foto: Wikipedia
¡Napoleón y Stendhal! La sola mención de estos dos nombres juntos emite una vibración especial para todos aquellos que conservan vivo el impacto que les produjo la lectura de Rojo y negro o de La cartuja de Parma. Puede que, desde la Ilustración, no se haya dado un caso equivalente de sintonía entre un gran escritor —Stendhal— y uno de los grandes poderosos de la Tierra: Napoleón. (Recomendamos: Video de la escritora...
Por Ignacio Echevarría * / Especial para El Espectador
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