La primera obra conocida de un Goya adolescente vuelve a la vida tras 85 años
Las pinturas del mural del altar de las reliquias de la Iglesia de Fuendetodos, la primera obra conocida de un Francisco de Goya adolescente, han regresado a la vida después de 85 años de su destrucción, durante la Guerra Civil, y en el mismo emplazamiento en el que se concibieron, en el templo de la localidad zaragozana donde nació el pintor.
EFE
Este jueves, cuando se cumple un año del inicio de la celebración del 275 aniversario del nacimiento de Goya, ha sido presentada en Fuendetodos, la localidad española en la que nació el pintor, la réplica de estas pinturas perdidas, hechas por el artista cuando tenía unos 16 años en un gran armario de madera situado en el crucero sur de la iglesia.
La reproducción, en formato facsímil, ha sido posible gracias a la técnica digital de reintegración del color aplicada por un sofisticado programa informático, a partir de las fotografías en blanco y negro que se conservaban de la obra, así como de los testimonios que daban cuenta de ella y comparaciones con trabajos posteriores de Goya.
El resultado es una reimpresión digital en madera, con un toque de barniz, que muestra en su emplazamiento original este conjunto pictórico que combinaba dos técnicas distintas, el óleo sobre madera, en el armario, y el temple sobre muro, en la pared.
Le sugerimos: Letras por el oído: un texto sobre el valor de los audiolibros
Este conjunto reflejaba, en la parte exterior de las puertas, la "Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza y su aparición a Santiago Apóstol y los convertidos" y, en el reverso, la "Virgen del Carmen con el Niño" (izquierda) y "San Francisco de Paula" (derecha), mientras que el interior del armario mostraba bustos e imágenes como los de San Bartolomé.
Alrededor, completaba la obra un trampantojo al temple que mostraba un cortinaje abierto por sendos ángeles para mostrar el milagro de la venida.
La reproducción, además, respeta el tamaño y las proporciones originales, con una desviación posible de cinco centímetros, una altura de 5,24 metros y una superficie total de casi 25 metros cuadrados.
El gerente del Consorcio Cultural Goya Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza, Ricardo Centellas, ha destacado en la presentación que esta reproducción supone “un hito metodológico”, ya que consigue devolver a la vida “un conjunto pictórico destruido” en septiembre de 1936.
Una obra “extraordinariamente compleja
Además, como ha destacado Centellas, se trata de una obra “extraordinariamente compleja” realizada por un Goya “de aproximadamente 16 o 17 años que estaba recién salido del taller de José Luzán”.
Sin embargo, a pesar de la juventud del pintor, el experto ha destacado que este ya tenía “todo el estilo que va a permanecer en sus más de 80 años de vida”, de manera que estas pinturas “son la piedra de toque para entender toda la pintura de Goya”.
Le recomendamos: Una reseña del libro “La mitad evanescente”, de Brit Bennett
La reproducción está basada en fotografías de alrededor de 1928 y ha buscado ofrecer la imagen que mostraba en aquellos años, por lo que incluye también desperfectos como los “churretones blanquecinos” que cayeron sobre la obra al aplicar cal en las paredes de la iglesia, donde también bautizaron al pintor, en una pila que aún se conserva.
La iglesia parroquial de Fuendetodos fue destruida por los milicianos anarquistas en sucesivas acciones a partir de septiembre de 1936, durante la Guerra Civil, y el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones de la dictadura franquista derribó por completo los restos del templo.
Este jueves, cuando se cumple un año del inicio de la celebración del 275 aniversario del nacimiento de Goya, ha sido presentada en Fuendetodos, la localidad española en la que nació el pintor, la réplica de estas pinturas perdidas, hechas por el artista cuando tenía unos 16 años en un gran armario de madera situado en el crucero sur de la iglesia.
La reproducción, en formato facsímil, ha sido posible gracias a la técnica digital de reintegración del color aplicada por un sofisticado programa informático, a partir de las fotografías en blanco y negro que se conservaban de la obra, así como de los testimonios que daban cuenta de ella y comparaciones con trabajos posteriores de Goya.
El resultado es una reimpresión digital en madera, con un toque de barniz, que muestra en su emplazamiento original este conjunto pictórico que combinaba dos técnicas distintas, el óleo sobre madera, en el armario, y el temple sobre muro, en la pared.
Le sugerimos: Letras por el oído: un texto sobre el valor de los audiolibros
Este conjunto reflejaba, en la parte exterior de las puertas, la "Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza y su aparición a Santiago Apóstol y los convertidos" y, en el reverso, la "Virgen del Carmen con el Niño" (izquierda) y "San Francisco de Paula" (derecha), mientras que el interior del armario mostraba bustos e imágenes como los de San Bartolomé.
Alrededor, completaba la obra un trampantojo al temple que mostraba un cortinaje abierto por sendos ángeles para mostrar el milagro de la venida.
La reproducción, además, respeta el tamaño y las proporciones originales, con una desviación posible de cinco centímetros, una altura de 5,24 metros y una superficie total de casi 25 metros cuadrados.
El gerente del Consorcio Cultural Goya Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza, Ricardo Centellas, ha destacado en la presentación que esta reproducción supone “un hito metodológico”, ya que consigue devolver a la vida “un conjunto pictórico destruido” en septiembre de 1936.
Una obra “extraordinariamente compleja
Además, como ha destacado Centellas, se trata de una obra “extraordinariamente compleja” realizada por un Goya “de aproximadamente 16 o 17 años que estaba recién salido del taller de José Luzán”.
Sin embargo, a pesar de la juventud del pintor, el experto ha destacado que este ya tenía “todo el estilo que va a permanecer en sus más de 80 años de vida”, de manera que estas pinturas “son la piedra de toque para entender toda la pintura de Goya”.
Le recomendamos: Una reseña del libro “La mitad evanescente”, de Brit Bennett
La reproducción está basada en fotografías de alrededor de 1928 y ha buscado ofrecer la imagen que mostraba en aquellos años, por lo que incluye también desperfectos como los “churretones blanquecinos” que cayeron sobre la obra al aplicar cal en las paredes de la iglesia, donde también bautizaron al pintor, en una pila que aún se conserva.
La iglesia parroquial de Fuendetodos fue destruida por los milicianos anarquistas en sucesivas acciones a partir de septiembre de 1936, durante la Guerra Civil, y el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones de la dictadura franquista derribó por completo los restos del templo.