Mujeres en el arte: una habitación propia no basta
Una entrevista a la escritora y gestora cultural Hana Reece, quien es la directora del evento “Mujeres en el arte.” Reece explicó que este evento surge del deseo de visibilizar el trabajo y el esfuerzo de las mujeres artistas santandereanas, promoviendo sus experiencias y luchas. La segunda edición se celebrará el 31 de octubre en Bucaramanga e incluirá a diversas artistas.
Andrés Felipe Castañeda
Si el arte sirve para algo, debe ser para mostrar lo que hay bajo la superficie. Se hace arte, tal vez, porque una vida no basta: hay que contar, pintar, dramatizar y cantar nuestras otras versiones.
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Si el arte sirve para algo, debe ser para mostrar lo que hay bajo la superficie. Se hace arte, tal vez, porque una vida no basta: hay que contar, pintar, dramatizar y cantar nuestras otras versiones.
Así tratamos de llegar hasta el fondo, ese fondo del que habló Pizarnik y por el que dejó todos sus poemas y con ellos, su vida. Ese fondo en el que late lo íntimo, lo primigenio, lo esencial. El fondo en el que somos nosotros mismos sin moldes, máscaras, espejos ni miedo.
El arte es esa voluntad de indagar, pero es también la de hacer. No hay obra sin voluntad. Virginia Woolf habló de una habitación propia. Para ella, claro, era denuncia: un espacio propio para que las mujeres pudieran librarse y en ese librarse, crear. Tal vez esa habitación, ese mínimo espacio, estaba también dentro de cada mujer que se atrevió a contar sus historias.
Pero también es cierto que la historia la escribieron los hombres, pero la padecieron las mujeres y por eso una habitación propia no basta. Se necesitan espacios para que, al igual que Woolf, puedan contar y denunciar. Habrá quienes crean que ya no faltan espacios, que la balanza ya está equilibrada. Pero el arte también sirve para ver tras bambalinas.
Mujeres en el arte es eso. Es voluntad de correr el telón para decir “nosotras hacemos arte”, sabiendo que no necesitan que nadie hable por ellas.
Hana Reece, escritora y gestora cultural, es la mente detrás de este evento, que celebrará su segunda edición el 31 de octubre en Casa del Libro Total, en Bucaramanga.
En esta segunda edición, Mujeres en el arte reunirá a siete mujeres santandereanas que escriben, cantan y ponen sobre el escenario sus experiencias, sus luchas y sus convicciones. Hablamos con Hana Reece sobre este evento.
¿Cómo nace Mujeres en el arte?
Mujeres en el arte nace desde el deseo de querer mostrar lo que mis amigas, colegas y conocidas artistas han hecho desde siempre. Mostrar el esfuerzo, el largo camino y trayectoria de cada una, que no ha sido fácil. Por eso, en la primera edición escogí a una mujer de cada gremio del arte.
Cuéntenos un poco sobre cada una de las mujeres que harán parte de Mujeres en el arte.
En esta segunda edición tendré conmigo a Lucía Orozco, poeta, dramaturga, tarotista y actriz; Roxanne Pinilla, poeta, maestra y gestora cultural; Andrea Salazar, gestora cultural y creadora del medio de difusión artístico Revista Enredarte; Paola Esteban, periodista, escritora, y feminista; Sylvia Pinto, conocida en el gremio de música popular como la Pinto, cantautora local; Vanessa León, tarotista, psicóloga y gestora cultural; Hana Reece, novelista y gestora cultural de Bucaramanga.
¿Por qué es importante que existan espacios como este en la ciudad?
Para dar a conocer lo que se está haciendo en la ciudad, la calidad de lo que los artistas están creando y que desgraciadamente desconocemos. Para visibilizar un poco más la gestión y creación de las mujeres en el arte santandereano.
¿Cómo ve la evolución de los espacios artísticos y culturales en Bucaramanga?
Es un poco más alentadora de la que teníamos hace par de años, y sé que cada día va a ser mejor si nos damos la oportunidad de escuchar, leer y ver a los artistas de esta ciudad.
¿Siente que los espacios culturales independientes terminan reproduciendo dinámicas propias de círculos que ven la cultura como algo que debe ser exclusivo?
A veces, los círculos se cierran y se vuelven discriminatorios con otros que intentan entrar, no son abiertos, o tienen ciertas especificaciones para poder ingresar. La cultura no es exclusiva de ningún estrato social, ni de ninguna ciudad, la cultura es nuestra, de nuestros sentires y experiencias.
¿Cómo siente que está el gremio cultural de Bucaramanga con respecto a temas como la inclusión de las diversidades y el posicionamiento frente a las violencias basadas en género?
Ha avanzado, pero necesita más, le hace falta. Todos, incluyéndome, tenemos que entender que el arte es de todos, que el arte no tiene edad, género ni clase social.