Andrea Echeverri en clave de sol
Una entrevista con la Ruiseñora transformada en monólogo.
Daniela Cristancho Serrano
Los de mi generación escuchamos mucho canción protesta. Yo escuché mucho a Silvio Rodríguez:
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Los de mi generación escuchamos mucho canción protesta. Yo escuché mucho a Silvio Rodríguez:
Supo la historia de un golpe/ Sintió en su cabeza cristales molidos y comprendió que la guerra/ Era la paz del futuro/ Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida
A Mercedes Sosa:
Me gustan los estudiantes/ Que marchan sobre las ruinas/ Con las banderas en alto/ Pa’ toda la estudiantina
A Violeta Parra:
La carta dice el motivo/ Que ha cometido Roberto/ Haber apoyado el paro/ Que ya se había resuelto/ Si acaso esto es un motivo/ Presa también voy sargento, sí
A Víctor Jara:
Que no es guitarra de ricos/ Ni cosa que se parezca/ Mi canto es de los andamios/ Para alcanzar las estrellas/ Que el canto tiene sentido/ Cuando palpita en las venas/Del que morirá cantando/ Las verdades verdaderas/ No las lisonjas fugaces/ Ni las famas extranjeras/ Si no el canto de una lonja/ Hasta el fondo de la tierra
A Bob Marley:
Y hasta que ya no haya/ una primera clase y una segunda clase/ de ciudadanos de cualquier nación./ Hasta que el color de la piel de un hombre/ no tenga mayor importancia que el color de sus ojos/ yo tengo que decir: guerra.
A John Lennon:
Imagina que no existen propiedades/ Me pregunto si puedes hacerlo/ No hay necesidad de codicia o hambre/ Una hermandad de la humanidad/ Imagina toda la gente/ Compartiendo todo el mundo
Una cantidad de música crítica ante una sociedad violenta y abusiva en la que llevamos viviendo mucho tiempo. Entonces yo creo que eso me marcó mucho a mí. A mí me marcó mucho conocer a Mercedes Sosa. La conocí cuando era florecita rockera. Tú conoces esos personajes tan contundentes, tan profundos y dices “sí, no todo tiene que ser ja, ja, ja”. Muchos dicen “seré liviano y hablaré de sexo”. Y funciona y venden más. Nosotros somos de otra generación que cree que la música tiene un poder también para estimular el pensamiento, para despertar consciencias. Para estar bravo, triste, descontento.
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A Vivir Quintana la conocí en un evento de ACNUR el año pasado y juntas hicimos una versión de una canción de Mercedes Sosa que se llama Todo cambia:
Cambia el rumbo el caminante/ Aunque esto le cause daño/ Y así como todo cambia/ Que yo cambie no es extraño
Entonces eso fue divino. Uno escucha esa canción y dice “está perfecta para este momento”. Y traer un poco el espíritu de Doña Mercedes con Vivir al frente mío fue divino. Con ella escribimos Ovarios:
Escucharte, tal vez, derramemos lágrimas/ Dolorosos fragmentos/ Mis canciones del desierto/ Dolorosos fragmentos/ Mis canciones del desierto
El video lo rodamos en México. Para la exposición Ovarios Calvarios hicimos otra canción con Las Añez que se llama Plañidera:
Plañidera/ Sollozante de esta horrible guerra denigrante/ Plañidera/ Alaridos, aullidos, berridos, quejidos/ No es campo de batalla el cuerpo femenino
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Yo he trabajado mucho con ellas y van a cantar conmigo el próximo 27 de abril, en el Festival Equal. Ellas lanzaron una canción que se llama Curvo Cuerpo, hermosa:
Si tu mirada fuera más honda y atravesara mi pecho/ No habría pedazo de piel que esconda si adivinaras mis miedos/ Si de todo el beso de la historia liberaras tu ego/ Yo te diría lo que anhelo
Y lo de la Muchacha Isabel, también para Ovarios Calvarios, fue buenísimo. Ella tiene 25 años y es una bomba. Es super bonito porque desde que nos conocimos hicimos un click increíble. Ambas tenemos una paisa entre pecho y espalda. Ella también pintó una vajilla que está en la exposición que dice ‘no se viola’, como la canción que hicimos juntos:
Déjenme quieta, déjenme sana (no se viola)/ Que no estoy sola, que tengo manada (no se viola)/ Mi cuerpo no es un botín (no se viola)/ Tu miembro no es un fusil
Yo estoy contenta de conocer a esas chicas. Lo de hace unas décadas era un “guachatour”. Viajábamos en camiones por Estados Unidos. Íbamos con Café Tacuba, Motolov, Los Fabulosos Cadillacs. Eran hombres, muchos hombres. Entonces estar ahora con chicas está bueno. Digamos que tampoco es que yo me vea con chicas todo el tiempo, aunque en Aterciopelados está Paula Van Hissenhoven. Son escenas. Es todo un contraste.
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Café Tacuba llevaba varios años sin tocar La Ingrata porque a la chica la mataban, en la canción había un feminicidio. Y pues claro eso era de chiste, pero ellos se lo tomaron muy en serio y dijeron “no volvemos a cantar esto”. Entonces simbólicamente fue muy lindo que me invitaran a hacer mi versión de la canción:
Ingrato/ porque soy independiente/ porque no te necesito/ no soy tu media costilla/ es respeto lo que exijo/ ingrato
Como yo fui de las primeras chicas, soy como un símbolo y mis canciones son consideradas desafiantes, rebeldes e irreverentes. Yo creo que todo el movimiento feminista ha ido creciendo de la poquitos. Votamos por primera vez en 1957 y eso no es tan lejano. Mi mamá canta y toca guitarra súper divino y cuando yo era niña la invitaron a grabar en un disco con unos músicos que se llaman Los Isleños, que eran de boleros. Y pues mi mamá es ser de canto. Cierra los ojos y toda la fiesta está pendiente de ella. Pero en esa ocasión hubo como una reunión familiar y se decidió que no, que ella era ama de casa, que ella era nuestra mamá y que eso no estaba bien visto, a principios de los 70´s. Entonces, que hace unos años no hubiera tantas mujeres en la industria musical pues era normal. Estamos logrando cosas a gran velocidad, pero todavía faltan muchas. Tratar de que diferencias empiecen a equilibrarse. Tenemos que cambiar este mundo enfermo, capitalista e hipersexulizado. Que no maten a nadie. Que vivamos en paz. En armonía. En justicia.