Obras como "El proceso" o "El castillo" hacen parte de la obra literaria de Franz Kafka.
Foto: William Niampira
No era solamente el miedo, la incertidumbre o la ya instaurada desilusión de la especie humana provocada por la guerra —que, por la época en la que Franz Kafka escribió sus libros, nos obliga a hablar de la Primera Guerra Mundial y del amanecer de los totalitarismos en Europa—, sino también el tedio o la angustia del ser humano por ver cómo la industrialización de décadas atrás empezaba a ganar terreno, a tal punto que las personas empezarían a verse relegadas y absorbidas por las máquinas, también por la necesidad y la trampa de pasar horas...