“Colombia necesita un plan integral de seguridad energética”: Luz Stella Murgas
La directora de Naturgas habló de la posible importación de gas desde Venezuela, sus implicaciones para el país y su trayectoria en el sector minero energético.
¿Cómo ve la posibilidad de importar gas de Venezuela en los últimos meses?
Colombia necesita un plan integral de seguridad energética que le dé prioridad a desarrollar los descubrimientos de gas que hemos hecho en los últimos años, 13 para ser exactos, pero que también habilite las fuentes externas de gas mientras sean viables desde el punto de vista económico, jurídico y operativo. Cuando evaluamos la posibilidad de tener una fuente de Venezuela, debemos mirar en qué estado están esas tres viabilidades.
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Teniendo en cuenta que encontraron potencial de gas natural en varias partes del país, ¿qué implicaría para estas regiones la importación de gas?
Si tenemos un plan adecuado, podremos garantizar la seguridad energética, que es nuestro propósito y la responsabilidad de la industria y el Gobierno. Esto significa confiabilidad en la prestación del servicio de gas natural y energía eléctrica. Otro impacto son las grandes inversiones en infraestructura con decisiones tomadas a tiempo para desarrollarlas optimamente. Estas son las variables que se deben tener en cuenta cuando hablamos de fuentes externas y determinar si los proyectos permitirán garantizar el acceso a este recurso de manera confiable.
¿Cuáles son los principales elementos a considerar para hablar de seguridad energética?
Confiabilidad, que significa tener la infraestructura que conecte las fuentes de gas con nuestro sistema de distribución. También, tener un gas natural competitivo, que sea asequible. Y que se implementen las fuentes de producción de gas; es decir, acelerar la actividad exploratoria para agregar reservas de gas que nos permitan ser autosuficientes a largo plazo.
Usted ha trabajado durante más de 15 años en el sector minero energético, ¿cómo se involucró en esta área?
Mi primera experiencia laboral fue en Deloitte. Ahí descubrí mi pasión por los temas tributarios, por lo que me especialicé en este tema en la Universidad del Rosario. En ese momento pude conocer el sector de hidrocarburos, luego me postulé para una vacante que había en Ecopetrol. Así entré a este mundo, desde el área de los impuestos, mientras asesoraba todas las líneas de negocio. Adquirí mucho conocimiento del sector, lo que me llevó a especializarme en exploración y producción mientras trabajaba en la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Ahora estoy incluso más especializada en gas natural, pero la gran conclusión es que el sector minero energético tiene grandes retos y esta área debe ser líder en la transición energética en Colombia: sin ella no se puede dar ese proceso de cambio.
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¿Cuáles son sus desafíos más grandes?
Sin duda, garantizar el abastecimiento a corto, mediano y largo plazo. También poder trabajar de manera articulada con el Gobierno y asegurar a los 36 millones de colombianos que usan gas natural la confiabilidad y continuidad en la prestación de servicios.
¿A qué se refiere cuando habla de soberanía energética?
A ser autosuficientes y producir nuestro propio gas para cubrir las necesidades de la demanda nacional.
¿Cuál es su objetivo personal con respecto a su cargo y su vida.
Desde el aspecto personal, lo que más me motiva es poder ayudar, desde el rol que ejerza, a más personas cada día. Esta vocación de servicio, que creo que la heredé de mis padres, es el motor que llevo dentro. Seguramente, nunca me voy a sentir limitada para lograr ese objetivo desde cualquier papel que juegue.
¿Cómo aplica esa vocación de servicio en su carrera?
Intento siempre ver los potenciales. Colombia tiene a casi 20 millones de personas viviendo en situación de pobreza y en este aspecto tenemos muchas discusiones polarizadas. Ese dato debería llevarnos a discusiones para tomar acciones y reducir ese número de manera tangible con políticas públicas e indicadores.
Le sugerimos: “Si el Amazonas desaparece, el ser humano se evapora”: María Ximena Patiño.
¿Qué lección aprendió del sector minero energético en su carrera?
Darme cuenta de que, dentro de la industria, compartimos los mismos problemas. En el fondo, tenemos las mismas oportunidades. Es algo transversal al sector minero energético. Creo que aquí es donde está la verdadera solución para abordar problemas que afectan al mundo entero, por ejemplo, la seguridad energética mientras se aplican tecnologías para reducir emisiones. Es un tema de interés global y creo que en este sector está la solución, a pesar de que muchos lo ven como la fuente del problema.
¿Qué momento de su trayectoria la ha marcado?
Diría que ha cambiado mucho la manera en que logro conectar con personas que no piensan igual a mí y eso lo he hecho durante mi carrera en el sector. Mi reto aquí es sensibilizarlos y mostrar la otra cara del gas natural, que es algo que me ha hecho crecer como persona, porque implica que he tenido que hacer un ejercicio interno para apreciar y valorar lo que las otras personas ven y desde ahí poder conectar con ellas.
Cada jueves podrán recibir en sus correos el newsletter de El Magazín Cultural, un espacio en el que habrá reflexiones sobre nuestro presente, ensayos, reseñas de libros y películas y varias recomendaciones sobre la agenda cultural para sus fines de semana. Si desean inscribirse a nuestro newsletter, que estará disponible desde la segunda semana de marzo, puede hacerlo ingresando aquí.
¿Cómo ve la posibilidad de importar gas de Venezuela en los últimos meses?
Colombia necesita un plan integral de seguridad energética que le dé prioridad a desarrollar los descubrimientos de gas que hemos hecho en los últimos años, 13 para ser exactos, pero que también habilite las fuentes externas de gas mientras sean viables desde el punto de vista económico, jurídico y operativo. Cuando evaluamos la posibilidad de tener una fuente de Venezuela, debemos mirar en qué estado están esas tres viabilidades.
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Teniendo en cuenta que encontraron potencial de gas natural en varias partes del país, ¿qué implicaría para estas regiones la importación de gas?
Si tenemos un plan adecuado, podremos garantizar la seguridad energética, que es nuestro propósito y la responsabilidad de la industria y el Gobierno. Esto significa confiabilidad en la prestación del servicio de gas natural y energía eléctrica. Otro impacto son las grandes inversiones en infraestructura con decisiones tomadas a tiempo para desarrollarlas optimamente. Estas son las variables que se deben tener en cuenta cuando hablamos de fuentes externas y determinar si los proyectos permitirán garantizar el acceso a este recurso de manera confiable.
¿Cuáles son los principales elementos a considerar para hablar de seguridad energética?
Confiabilidad, que significa tener la infraestructura que conecte las fuentes de gas con nuestro sistema de distribución. También, tener un gas natural competitivo, que sea asequible. Y que se implementen las fuentes de producción de gas; es decir, acelerar la actividad exploratoria para agregar reservas de gas que nos permitan ser autosuficientes a largo plazo.
Usted ha trabajado durante más de 15 años en el sector minero energético, ¿cómo se involucró en esta área?
Mi primera experiencia laboral fue en Deloitte. Ahí descubrí mi pasión por los temas tributarios, por lo que me especialicé en este tema en la Universidad del Rosario. En ese momento pude conocer el sector de hidrocarburos, luego me postulé para una vacante que había en Ecopetrol. Así entré a este mundo, desde el área de los impuestos, mientras asesoraba todas las líneas de negocio. Adquirí mucho conocimiento del sector, lo que me llevó a especializarme en exploración y producción mientras trabajaba en la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Ahora estoy incluso más especializada en gas natural, pero la gran conclusión es que el sector minero energético tiene grandes retos y esta área debe ser líder en la transición energética en Colombia: sin ella no se puede dar ese proceso de cambio.
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¿A qué se refiere cuando habla de soberanía energética?
A ser autosuficientes y producir nuestro propio gas para cubrir las necesidades de la demanda nacional.
¿Cuál es su objetivo personal con respecto a su cargo y su vida.
Desde el aspecto personal, lo que más me motiva es poder ayudar, desde el rol que ejerza, a más personas cada día. Esta vocación de servicio, que creo que la heredé de mis padres, es el motor que llevo dentro. Seguramente, nunca me voy a sentir limitada para lograr ese objetivo desde cualquier papel que juegue.
¿Cómo aplica esa vocación de servicio en su carrera?
Intento siempre ver los potenciales. Colombia tiene a casi 20 millones de personas viviendo en situación de pobreza y en este aspecto tenemos muchas discusiones polarizadas. Ese dato debería llevarnos a discusiones para tomar acciones y reducir ese número de manera tangible con políticas públicas e indicadores.
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¿Qué lección aprendió del sector minero energético en su carrera?
Darme cuenta de que, dentro de la industria, compartimos los mismos problemas. En el fondo, tenemos las mismas oportunidades. Es algo transversal al sector minero energético. Creo que aquí es donde está la verdadera solución para abordar problemas que afectan al mundo entero, por ejemplo, la seguridad energética mientras se aplican tecnologías para reducir emisiones. Es un tema de interés global y creo que en este sector está la solución, a pesar de que muchos lo ven como la fuente del problema.
¿Qué momento de su trayectoria la ha marcado?
Diría que ha cambiado mucho la manera en que logro conectar con personas que no piensan igual a mí y eso lo he hecho durante mi carrera en el sector. Mi reto aquí es sensibilizarlos y mostrar la otra cara del gas natural, que es algo que me ha hecho crecer como persona, porque implica que he tenido que hacer un ejercicio interno para apreciar y valorar lo que las otras personas ven y desde ahí poder conectar con ellas.
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