"Están tan juntas que podrían tomarse de la mano, como madre joven e hija anciana. No hablan por un buen rato. Es como si esperaran que la otra haga la primera jugada, mueva la primera pieza, se lance al vacío". - Juliana Vargas
Foto: Ilustración: Rodrigo Cabal Godoy
Clara
El parque está libre de muertos, así que Clara y la Muerte tienen todo el espacio para poder hablar sin interrupciones. Por más de que la Muerte piense y piense sobre ello, no sabe cómo fue posible que Clara Calderón pudiera calmar a las almas del parque. Su naturaleza no le permite creer en milagros, pero tampoco puede darle otra explicación. Y así es como la Muerte empieza a creer en lo imposible, y de ahí a la resurrección hay sólo un paso.
—Ya te ayudé, ahora ayúdame tú a mí.
Por Juliana Vargas
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