El creador de un bosque de hadas y duendes a 40 minutos de Cali
Tomás Muñoz es el creador de Bichacue Yath, que en lengua páez, significa santuario de las aves. Un lugar privilegiado para el ecoturismo, el avistamiento de aves, y la educación ambiental que de fondo se aferra a las historias más maravillosas de la literatura infantil.
Joseph Casañas Angulo
En 2013 y en medio de una crisis económica terrible, Tomás Muñoz tuvo una revelación. Cerró los ojos y empezó a repetir todas las oraciones que de niño había aprendido. Nubia Gómez, su esposa, se había quedado sin empleo y su sueldo de profesor no era suficiente para mantener el hogar y pagar las deudas.
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En 2013 y en medio de una crisis económica terrible, Tomás Muñoz tuvo una revelación. Cerró los ojos y empezó a repetir todas las oraciones que de niño había aprendido. Nubia Gómez, su esposa, se había quedado sin empleo y su sueldo de profesor no era suficiente para mantener el hogar y pagar las deudas.
“Mientras rezaba todas las oraciones que mi madre me había enseñado cerré los ojos no vi absolutamente a nadie. Yo pensaba que iba a ver al señor con bata blanca, de ojos azules y mechas largas que me dijera, ‘Tomas, vea este es el camino del éxito’, pero no vi nada, en cambio vi al Gato con Botas”.
Haberse cruzado con el protagonista del cuento popular europeo escrito por Charles Perrault y no con un dios todopoderoso que le encaminara la vida lo frustró. “Como eso que vi no tenía nada que ver con revelación divina, quedé muy frustrado conmigo mismo porque no había alcanzado el culmen después de todo lo que había rezado. Pasó el rato y un domingo en la noche cuando estaba preparando las clases y me estaba quedando dormido, volví a ver a el Gato con Botas, pero esta vez me llegó con toda la información: ‘créate un cuento’, me dijo. Y comencé a trabajarlo”. Le puede interesar: Reportaje de un recorrido por las calles de Siloé, en Cali, 200 días después del estallido social
El cuento que Muñoz empezó a trabajar no era escrito o, más bien, no solo escrito. Hadas, duendes y otros personajes mágicos celtas elaborados por el profesor se convirtieron entonces en la médula de un proyecto que integra escultura, tradición oral, turismo y educación ambiental. Bichacue Yath, que en dialecto Paez significa santuario de aves, es una finca ubicada en el corregimiento La Leonera, en zona rural de Cali, en la que se puede evidencian que los bosques encantados de los Hermanos Grimm pueden ser una realidad.
Caminar por allí es una experiencia mágica. De repente un árbol adopta forma humana, una roca tiene el poder de un dios, una libélula roja acude al llamado de Tomás Muñoz, quien hace sonar una especie de trompeta hecha con un cuerno al momento de iniciar el recorrido. El Espectador habló con él. Le invitamos a leer: Más allá del trino de Carolina Sanín sobre los Simpson
¿Cuál es el origen de esta idea?
“Esta idea comenzó medio loca. Yo había soñado tener un reino de musgos. Hace quince años eso no era no creíble. Internet todavía no estaba tan fuerte, entonces no había mucho que investigar y buscar en los libros porque la información que teníamos era muy poca.
Sin embargo, tuve una revelación. Siempre lo cuento porque fue un sueño muy interesante. Vi a una hadita que estaba sobre una roca en el jardín y eso me llaman mucho la atención. Entonces me propuse generar un jardín de gran formato.
Lo primero que hice fue hacer la hadita en arcilla y la coloqué sobre una roca y se veía muy bonito y así empecé. Ahora tenemos unos 2 mil metros de musgos que han venido creciendo con el paso de los años.
Hoy se ven los resultados hay muchos jóvenes con ganas de volver como a la tierra. Ya la tierra no es un elemento negativo ni mugre, sino que es como un cuento bonito que si no hacemos nada lo podemos destruir.
En Colombia no hemos explotado como debe ser el tema de los jardines, pero jardines de verdad. De pronto una no siembra maticas por ahí, las por cuelga y se ve muy bonito, pero en este lugar los jardines adquieren otras dimensiones. Y ese es un trabajo de muchos años. De maquillaje y de seguimiento. De entender la naturaleza y sus formas”.
¿En qué está inspirado?
“Esto se volvió un cuento eclíptico. No falta quien me critique porque trabajo con figuras hollywoodense, pues qué cojones, pero es que las figuras de duendecitos de Hollywood eran los que se vendían en mi época. Entonces empecé trabajando con esos personajes, pero últimamente estoy incluyendo muchas más imágenes nuestras. Imágenes de mitos y leyendas colombianas. Ya no tanto con imágenes celtas o con el personaje alemán, o con los hermanos Grimm, aunque los hermanos Grimm han tenido mucha influencia”.
La tormenta, la bomba atómica y el Covid
“Hay una cosa importante es yo soy acuariano y nosotros somos visionarios. Somos el signo que está 20 años adelante del resto de gente. Yo había soñado esto hace veinte años atrás y sabía que iba a dar resultado. No digamos que éxito porque esto todavía no da plata, pero sí se iba a lograr dar un impacto y tenía que ser justo más o menos en este momento, Si hubiese sido antes o después, hubiera sido complicado.
En 2019 nos llega una tormenta gigantesca que nos deja este jardín vuelto nada. 150 árboles se cayeron y pues parecía el caos. Eso parecía como si acá hubiera caído una bomba atómica. Justamente fue en esta finca. Parecía el fin del mundo. Sin embargo, yo sabía que esto iba a funcionar y comenzamos a trabajar y como en agosto o septiembre, cuando ya nos estábamos reponiendo la caída, llegó el famoso Covid y todo se fue al traste y además me quedé sin trabajo.
Sin embargo, he creído mucho en el turismo y no nos ha dejado morir. Hemos tenido para pagar el banco, para pagar las deudas y, sobre todo, que estamos mandando un mensaje: tomar de la naturaleza solo lo necesario”.
¿Por qué hay tantas figuras hechas con barro?
Comencé a hacer figuras barro porque me decían que yo hablaba mucha mierda, mucha paja y mucho barro. Esa mierda, esa paja y ese barro me da bareque y eso ha sido un boom. Trabajarlas así me permite hacer cosas en formato grande y utilizo la misma naturaleza para formar los pelos, las cejas los ojos de la escultura y eso es un cuento muy llamativo para la gente.
Su arte es una intervención de la naturaleza...
“Hay veces que sí, O puede ser magia muy dentro de la naturaleza que crea reflexiones sobre los elementos. También se juga mucho con el neopaganismo, si lo podemos llamar así, que va a permitir que nos conectemos mucho más con la tierra, mucho más con el elemental, con la parte humana y con la parte sensible que la estamos dejando perder.
Soy un manipulador del carajo, manipulo la naturaleza para enviar un mensaje, pero sé que lo estamos haciendo bien en un mundo en que se ve anda medio loco. Hoy escuchaba que un asteroide viene y va a acabar con todo en unos años. Ya todo el tiempo te están metiendo susto en las redes. pero nosotros acá nos relajamos un poquito. Y acá dentro nos podemos volver buenos salvajes, nos deshacemos de tanta cosa que no están inculcando y empleamos a usar solo lo necesario”.
Ya que su proyecto ambiental y turístico tiene mucho de literatura. ¿Qué libros lo influenciaron a usted?
A los ocho años ya me había leído el Quijote; Las mil y una noches, pero la versión que fue prohibida porque era erótica. La tenía mi tío y él me la dejó leer; La Biblia; La evolución de las especies, Chilam Balam; Popol Vuh.
Por eso motivo tanto a los niños a la lectura. Va a llegar el día en que en que se nos van a quitar Internet. ¿Y qué hacemos?