Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                14 de abril de 2022 - 01:19 p. m.

                                                                                                                                El trofeo de la gloria

                                                                                                                                Detenida en el tiempo, una bola más moderna, delirante y merecedora de nuevas hazañas, espera convertirse en el trofeo de la gloria de un equipo, de un país.

                                                                                                                                Adriana Giraldo

                                                                                                                                El balón reposa en el Museo del Deporte en el Estadio Centenario de Armenia. Lo donó Rubén Darío Hernández.
                                                                                                                                Foto: Laura Castaño
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Hace 32 años, tras el pitazo final del 1 por 1 entre Alemania y Colombia, el balón siguió su rumbo, como en rechazo a la furia del portero alemán Bodo Illgner. Tomó distancia de la euforia colectiva que se apoderó del equipo, justo al minuto 90, poco tiempo después de renombrar con fútbol, la condición de quienes pensaron que ya era justo dejar de aplazar los merecimientos.

                                                                                                                                En la esquina, los gritos, los saltos, la fuerza en las manos de Freddy Rincón y de los gladiadores de un duelo con los poderosos, los de mejor desempeño, los europeos que más habían disputado finales en los mundiales.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                En la portería, un guardapalos desanimado porque el túnel abierto bajo sus piernas, permitió el paso de la bola que premió con justicia un partido emotivo en lo táctico, memorable en la historia, comentario obligado de quienes gritan en Brasil por los nuevos héroes que celebran y bailan en la esquina mundialista, muchas veces censurada para un equipo que dejó de llamarse revelación.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Le recomendamos: Réquiem, de lo terrenal a la eternidad

                                                                                                                                Como el gran trofeo, ese balón hizo parte de la leyenda. Levantó polvo, marcó un nuevo prestigio, dejó atrás las señales del desespero por las sufridas victorias. Puso a la Selección Colombia en boca del mundo entero y ubicó el país en otras realidades, menos oscuras y más cercanas a lo que verdaderamente somos los colombianos.

                                                                                                                                Las tres cabezas del león etrusco que decoraron las 20 tríadas del balón del Mundial de Italia 90, se conectaron con quien las protegería, tiempo después, para narrar a los niños que entrena en el camino del fútbol, un cuento interminable y de mucho peso, fantasioso, como salido de la realidad.

                                                                                                                                Encontraron en Rubén Darío Hernández Ariza, exmundialista, delantero y testigo de este logro, el protector y guardián de una historia de orgullo patrio.

                                                                                                                                Le sugerimos: La cara oculta de Acandí

                                                                                                                                Amuleto que no se le despega, también en ese momento histórico la pelota lo buscó, como para recordarle las palabras de Matilde Ariza, una mamá orgullosa publicando que de niño él era enfermo por las pelotas de fútbol y que las prefería, incluso si tenía al lado el sueño dorado de cualquier infante: un cerro de carros y volquetas en miniatura.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Balón en mano, con la emoción de la exclusividad y entre los comentarios por el pivote emocional que debió sufrir Pierre Littbarski, al ver que su gol no le alcanzó para la victoria de los alemanes, Rubén Darío se negó a entregar ese trofeo a sus grandes amigos El Pibe Valderrama, Arnoldo Iguarán, Chicho Serna, Faustino Asprilla y hasta al mismo Freddy Rincón, quien tal vez debía tener derecho propio, por ser el autor del remate de esta celebración colectiva.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                En el camerino, tuvieron tiempo de refrescar los recuerdos del aporte personal de Rubén Darío Hernández a esta ruta futbolera: la emoción de haber marcado el gol con el que Colombia remontó y venció 2-1 a Paraguay, en la victoria que le permitió acceder al repechaje y luego al mundial de Italia.

                                                                                                                                Le podría interesar: Semana de pasión

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ya desinflada, de regreso de Villa Pallavicini, evitó la tentación de más solicitudes. Reposó muchos años en el Quindío, en manos de Ramón Hernández, su papá, quien luego se la devolvió con una caja de colección en la que también cabían la pantaloneta de la eliminatoria mundialista, la primera camiseta de las juveniles de la Selección Colombia y los carnets de todos los clubes en los que militó.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ahora, en una vitrina, al ladito del botín de oro, en la espera de nuevos récords y sueños, el cuero de los pentágonos desgastados, muestra menos caras y más posibilidades. Aunque perdió presión, esfericidad y parece derretirse con el tiempo, es un tesoro que sobrevive para recordar que el fútbol colombiano ha ganado magia, potencia, asombro y un nuevo lugar, como el de los etruscos, que un día dejaron de ser vistos como los débiles para sobresalir por su cultura, a pesar de que nunca formaron un estado unificado.

                                                                                                                                Detenida, habita un lugar en el que se vale soñar con un nuevo trofeo de la gloria.

                                                                                                                                El balón reposa en el Museo del Deporte en el Estadio Centenario de Armenia. Lo donó Rubén Darío Hernández.
                                                                                                                                Foto: Laura Castaño
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Hace 32 años, tras el pitazo final del 1 por 1 entre Alemania y Colombia, el balón siguió su rumbo, como en rechazo a la furia del portero alemán Bodo Illgner. Tomó distancia de la euforia colectiva que se apoderó del equipo, justo al minuto 90, poco tiempo después de renombrar con fútbol, la condición de quienes pensaron que ya era justo dejar de aplazar los merecimientos.

                                                                                                                                En la esquina, los gritos, los saltos, la fuerza en las manos de Freddy Rincón y de los gladiadores de un duelo con los poderosos, los de mejor desempeño, los europeos que más habían disputado finales en los mundiales.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                En la portería, un guardapalos desanimado porque el túnel abierto bajo sus piernas, permitió el paso de la bola que premió con justicia un partido emotivo en lo táctico, memorable en la historia, comentario obligado de quienes gritan en Brasil por los nuevos héroes que celebran y bailan en la esquina mundialista, muchas veces censurada para un equipo que dejó de llamarse revelación.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Le recomendamos: Réquiem, de lo terrenal a la eternidad

                                                                                                                                Como el gran trofeo, ese balón hizo parte de la leyenda. Levantó polvo, marcó un nuevo prestigio, dejó atrás las señales del desespero por las sufridas victorias. Puso a la Selección Colombia en boca del mundo entero y ubicó el país en otras realidades, menos oscuras y más cercanas a lo que verdaderamente somos los colombianos.

                                                                                                                                Las tres cabezas del león etrusco que decoraron las 20 tríadas del balón del Mundial de Italia 90, se conectaron con quien las protegería, tiempo después, para narrar a los niños que entrena en el camino del fútbol, un cuento interminable y de mucho peso, fantasioso, como salido de la realidad.

                                                                                                                                Encontraron en Rubén Darío Hernández Ariza, exmundialista, delantero y testigo de este logro, el protector y guardián de una historia de orgullo patrio.

                                                                                                                                Le sugerimos: La cara oculta de Acandí

                                                                                                                                Amuleto que no se le despega, también en ese momento histórico la pelota lo buscó, como para recordarle las palabras de Matilde Ariza, una mamá orgullosa publicando que de niño él era enfermo por las pelotas de fútbol y que las prefería, incluso si tenía al lado el sueño dorado de cualquier infante: un cerro de carros y volquetas en miniatura.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Balón en mano, con la emoción de la exclusividad y entre los comentarios por el pivote emocional que debió sufrir Pierre Littbarski, al ver que su gol no le alcanzó para la victoria de los alemanes, Rubén Darío se negó a entregar ese trofeo a sus grandes amigos El Pibe Valderrama, Arnoldo Iguarán, Chicho Serna, Faustino Asprilla y hasta al mismo Freddy Rincón, quien tal vez debía tener derecho propio, por ser el autor del remate de esta celebración colectiva.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                En el camerino, tuvieron tiempo de refrescar los recuerdos del aporte personal de Rubén Darío Hernández a esta ruta futbolera: la emoción de haber marcado el gol con el que Colombia remontó y venció 2-1 a Paraguay, en la victoria que le permitió acceder al repechaje y luego al mundial de Italia.

                                                                                                                                Le podría interesar: Semana de pasión

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ya desinflada, de regreso de Villa Pallavicini, evitó la tentación de más solicitudes. Reposó muchos años en el Quindío, en manos de Ramón Hernández, su papá, quien luego se la devolvió con una caja de colección en la que también cabían la pantaloneta de la eliminatoria mundialista, la primera camiseta de las juveniles de la Selección Colombia y los carnets de todos los clubes en los que militó.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ahora, en una vitrina, al ladito del botín de oro, en la espera de nuevos récords y sueños, el cuero de los pentágonos desgastados, muestra menos caras y más posibilidades. Aunque perdió presión, esfericidad y parece derretirse con el tiempo, es un tesoro que sobrevive para recordar que el fútbol colombiano ha ganado magia, potencia, asombro y un nuevo lugar, como el de los etruscos, que un día dejaron de ser vistos como los débiles para sobresalir por su cultura, a pesar de que nunca formaron un estado unificado.

                                                                                                                                Detenida, habita un lugar en el que se vale soñar con un nuevo trofeo de la gloria.

                                                                                                                                Por Adriana Giraldo

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar