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¿Qué se hace en Sistema B?
El Sistema B es una organización presente en varios países, incluyendo Colombia, y su enfoque principal es transformar la ética empresarial. Se basa en la idea de que el éxito de las empresas no debe medirse solo por criterios financieros, sino también por su impacto social y ambiental. Esto significa que las empresas certificadas por Sistema B buscan equilibrar el crecimiento económico con la responsabilidad social y ambiental, consiguiendo un desarrollo más ético.
¿Cómo se vinculó con este proceso?
Fue hace unos ocho años. En ese momento estaba buscando un propósito más profundo en mi vida y en mi trabajo. Antes me había empleado en el sector petrolero, financiero, de gas y carbón, todos relacionados con industrias extractivas. A pesar de tener un trabajo estable, no me sentía completamente feliz. Fue entonces cuando descubrí el Sistema B y su enfoque en cambiar la ética de los negocios y transformar la forma en que las empresas operan en el mundo. Me atrajo la idea de trabajar por un propósito más grande, no solo enfocado en lo financiero, sino también en generar un impacto positivo, social y ambiental.
¿Qué cambios trajo a su vida esa decisión?
El cambio del sector petrolero a trabajar en una ONG implicó enfrentar varios retos significativos. En la ONG, la dinámica es muy diferente; hay que estar siempre buscando recursos mientras se trabaja con la satisfacción de contribuir a un bien más allá del aspecto financiero. Uno de los principales retos fue promover una filosofía de negocios diferente en una economía latinoamericana, donde predominan las prácticas tradicionales. En estos lugares, estamos acostumbrados a un modelo de negocio centrado principalmente en obtener beneficios económicos, a menudo a costa de la sociedad y del medio ambiente. Mi desafío ha sido llevar esta idea a diferentes lugares dentro de Colombia y convencer a las empresas y a las comunidades de que un buen negocio no solo implica generar ganancias, sino también tratar bien a las personas, pagar salarios justos y trabajar en beneficio de la comunidad y del planeta. Ha sido un proceso duro, pero gratificante.
¿Quiénes lo inspiran a motivar estos procesos éticos en las empresas?
Me han inspirado personas como Muhammad Yunus, quien hace como ocho años fundó el Grameen Bank. Su trabajo fue revolucionario porque demostró que un banco podría prestar dinero a los pobres y ser rentable, mejorando significativamente las vidas de los más necesitados.
¿Cuál es su perspectiva del sector empresarial en Colombia?
Las empresas juegan un papel crucial en nuestra sociedad, siendo la segunda organización más numerosa después de las familias a nivel mundial. Tienen la capacidad única de llegar a lugares donde el Estado llega con limitaciones, o no llega. En Colombia, el 95 % de las empresas son pequeñas o medianas, lo cual demuestra que son el motor principal de empleo en el país. Esto es muy importante porque revela el poder del emprendimiento para generar oportunidades y dinamismo económico. Creo que es crucial cambiar la narrativa negativa que a menudo rodea a las empresas y destacar su potencial para ser fuerzas positivas en la sociedad.
¿Cuál es su concepción del éxito?
La he construido considerando diferentes perspectivas a lo largo de mi vida. Crecí en un entorno donde el éxito se medía sobre todo por el cargo ocupado, el salario obtenido y las posesiones materiales. Sin embargo, con el tiempo he adoptado una visión más amplia, influenciada por las nuevas generaciones. Para mí, el éxito no solo implica tener un salario adecuado y un trabajo que me haga feliz, sino también disponer de tiempo libre y estar alineado con mi propósito de vida. Valorar el tiempo que paso con mi familia y amigos, así como la calidad de vida en general es fundamental. Además, considero importante el disfrute personal, como viajar y explorar nuevas experiencias.
¿Qué tipo de cosas lo apasionan y se conectan con su propósito de vida?
Disfruto enormemente escalando montañas y practicando trail running; cuando no hay montañas disponibles, me dedico a hacer maratones y participar en triatlones. El movimiento físico es algo que me encanta, ya sea en bicicleta o nadando, porque me permite explorar lugares increíbles y conocer personas maravillosas. Además del deporte, la lectura es otra de mis grandes pasiones, en especial los ensayos, donde paso gran parte de mi tiempo.
¿Cómo se puede vivir disfrutando del trabajo?
Digamos que significa entender que la experiencia humana va más allá de estar en una oficina todo el día y ganar un salario. Se trata de florecer en todos los aspectos: espirituales, familiares, intelectuales y emocionales. Creo firmemente que una vida plena y con propósito es aquella que permite explorar todas estas dimensiones. Invito a las empresas y a las personas a considerar que hay formas diversas de existir en este mundo más allá del enfoque en la ganancia financiera.