El ritmo de los negocios
El empresario Nicolás Nohra, que también es DJ y modelo, habló sobre su trayectoria profesional, sus experiencias con varios proyectos y su faceta artística.
¿Qué lo llevó por el camino empresarial?
Desde niño he sido un emprendedor. En el colegio vendía gomitas, dulces, sándwiches, tenía casino, ruleta, blackjack. Más adelante estudié administración de empresas en el CESA y monté un grupo de restaurantes y una empresa de ópticas. Por otro lado, mi familia paterna, que es de origen libanés, ha tenido empresas en las que también he trabajado, y así se ha ido creando un ecosistema en el que todos nos colaboramos.
¿Cuál es la historia detrás de su primera empresa?
En la universidad surgió la oportunidad de vender gafas de sol, específicamente Ray-Ban de colores espejados, que no se conseguían fácilmente aquí. La demanda creció rápidamente, y con ella nuestra capacidad de compra y venta. Fue entonces cuando, junto con mi socio, decidimos formalizar la idea y convertirla en una empresa. Así, mientras avanzaba con mis estudios, combinaba las clases con la responsabilidad de dirigir nuestra primera empresa constituida.
Y más adelante trabajó en otros negocios...
El negocio de las gafas de sol, eventualmente, se convirtió en una cadena de ópticas llamada Ópticas Lanoff, que lleva 10 años en el mercado. Luego creé otra empresa llamada Wave Active, una marca de audífonos que diseñé y produje en China. A pesar de lo mucho que me gustaba el proyecto, el negocio no prosperó y la pandemia agravó la situación, lo que me llevó a cerrarlo después de tres años. En el mundo de los negocios es fundamental aprender a aceptar tanto las ganancias como las pérdidas y ver los fracasos como oportunidades de aprendizaje. Tras la pandemia me enfoqué en la industria de los restaurantes y ahora tengo uno de hamburguesas llamado Soul Burger.
En el mundo de los negocios un miedo común es que el proyecto se caiga. ¿Qué se puede hacer en ese caso?
Si fracasas en un negocio, no pasa nada; aprenderás mucho y eso te servirá para el siguiente intento. Lo mismo aplica para las relaciones personales: una ruptura te enseña cómo ser mejor para la siguiente persona. He tenido muchas derrotas en mi vida. Sin embargo, creo que así es este juego: a veces se gana y a veces se pierde. La clave es que, en el balance, las victorias superen a las derrotas, porque es difícil avanzar si no es así. Mirando en retrospectiva, todos estos aprendizajes me han forjado y han contribuido al éxito de los negocios que ahora funcionan bien. Sin esos aprendizajes no estaría donde estoy ahora. Esta parte es fundamental.
¿Cuáles cree que son las cualidades de un emprendedor?
La humildad, la humanidad y la honestidad. He trabajado mucho en cultivar estas cualidades con los equipos que dirijo. En lugar de imponer mi autoridad, busco que las personas me sigan por lo que soy y como actúo. No por miedo, sino por admiración. La vida es incierta y no sabemos qué nos depara el futuro. Es fácil imaginar escenarios negativos, pero la mayoría de estas preocupaciones nunca se materializan. Por eso pienso que es crucial centrarse en el presente y disfrutar el momento. Lo peor que puede pasar es que algo no funcione, y si eso sucede, simplemente no pasó nada grave. Mantener una actitud positiva y aceptar que el fracaso es parte del proceso nos permite seguir adelante. De 100 intentos solo es necesario que uno funcione muy bien.
Y usted también tiene un lado artístico. ¿Cómo se hizo DJ?
Desde pequeño la música ha sido una parte fundamental de mi vida. Mi familia siempre estuvo inmersa en un ambiente musical. Mis padres eran apasionados por la música y mi mamá incluso grabó cuatro discos como hobby. Crecí escuchando una amplia gama de géneros: jazz, blues, bossa nova, rock, electrónica, reguetón, country, salsa y son cubano. Hace siete años compré una consola para comenzar como DJ. Conocí a un promotor en Medellín, quien me invitó a su sitio, y cada nueva presentación llevó a otra invitación. Un punto crucial en mi carrera fue cuando visité el Líbano y vi a mi primo, también DJ, mezclando electrónica con ritmos árabes. Esa experiencia me inspiró a incorporar mis raíces árabes en mi música, creando una fusión única que fue muy bien recibida por el público.
¿Qué proyectos nuevos tiene planeados?
He recibido invitaciones internacionales y estamos organizando una gira para este año y el próximo, que incluirá México, Brasil y España. Mi proyecto más reciente es una canción colaborativa con amigos, fusionando música de todo el mundo. Además, planeo una serie de “showcases” en vivo, donde llevaré mi consola y mezclaré música en diversos eventos. También estoy trabajando en un álbum completo que incluirá mis propias canciones, así como colaboraciones con amigos, DJs internacionales y artistas que admiro. Creo firmemente que la música evoluciona al experimentar con diferentes géneros y ritmos, y la búsqueda de nuevos estilos es lo que realmente me motiva.
¿Qué lo llevó por el camino empresarial?
Desde niño he sido un emprendedor. En el colegio vendía gomitas, dulces, sándwiches, tenía casino, ruleta, blackjack. Más adelante estudié administración de empresas en el CESA y monté un grupo de restaurantes y una empresa de ópticas. Por otro lado, mi familia paterna, que es de origen libanés, ha tenido empresas en las que también he trabajado, y así se ha ido creando un ecosistema en el que todos nos colaboramos.
¿Cuál es la historia detrás de su primera empresa?
En la universidad surgió la oportunidad de vender gafas de sol, específicamente Ray-Ban de colores espejados, que no se conseguían fácilmente aquí. La demanda creció rápidamente, y con ella nuestra capacidad de compra y venta. Fue entonces cuando, junto con mi socio, decidimos formalizar la idea y convertirla en una empresa. Así, mientras avanzaba con mis estudios, combinaba las clases con la responsabilidad de dirigir nuestra primera empresa constituida.
Y más adelante trabajó en otros negocios...
El negocio de las gafas de sol, eventualmente, se convirtió en una cadena de ópticas llamada Ópticas Lanoff, que lleva 10 años en el mercado. Luego creé otra empresa llamada Wave Active, una marca de audífonos que diseñé y produje en China. A pesar de lo mucho que me gustaba el proyecto, el negocio no prosperó y la pandemia agravó la situación, lo que me llevó a cerrarlo después de tres años. En el mundo de los negocios es fundamental aprender a aceptar tanto las ganancias como las pérdidas y ver los fracasos como oportunidades de aprendizaje. Tras la pandemia me enfoqué en la industria de los restaurantes y ahora tengo uno de hamburguesas llamado Soul Burger.
En el mundo de los negocios un miedo común es que el proyecto se caiga. ¿Qué se puede hacer en ese caso?
Si fracasas en un negocio, no pasa nada; aprenderás mucho y eso te servirá para el siguiente intento. Lo mismo aplica para las relaciones personales: una ruptura te enseña cómo ser mejor para la siguiente persona. He tenido muchas derrotas en mi vida. Sin embargo, creo que así es este juego: a veces se gana y a veces se pierde. La clave es que, en el balance, las victorias superen a las derrotas, porque es difícil avanzar si no es así. Mirando en retrospectiva, todos estos aprendizajes me han forjado y han contribuido al éxito de los negocios que ahora funcionan bien. Sin esos aprendizajes no estaría donde estoy ahora. Esta parte es fundamental.
¿Cuáles cree que son las cualidades de un emprendedor?
La humildad, la humanidad y la honestidad. He trabajado mucho en cultivar estas cualidades con los equipos que dirijo. En lugar de imponer mi autoridad, busco que las personas me sigan por lo que soy y como actúo. No por miedo, sino por admiración. La vida es incierta y no sabemos qué nos depara el futuro. Es fácil imaginar escenarios negativos, pero la mayoría de estas preocupaciones nunca se materializan. Por eso pienso que es crucial centrarse en el presente y disfrutar el momento. Lo peor que puede pasar es que algo no funcione, y si eso sucede, simplemente no pasó nada grave. Mantener una actitud positiva y aceptar que el fracaso es parte del proceso nos permite seguir adelante. De 100 intentos solo es necesario que uno funcione muy bien.
Y usted también tiene un lado artístico. ¿Cómo se hizo DJ?
Desde pequeño la música ha sido una parte fundamental de mi vida. Mi familia siempre estuvo inmersa en un ambiente musical. Mis padres eran apasionados por la música y mi mamá incluso grabó cuatro discos como hobby. Crecí escuchando una amplia gama de géneros: jazz, blues, bossa nova, rock, electrónica, reguetón, country, salsa y son cubano. Hace siete años compré una consola para comenzar como DJ. Conocí a un promotor en Medellín, quien me invitó a su sitio, y cada nueva presentación llevó a otra invitación. Un punto crucial en mi carrera fue cuando visité el Líbano y vi a mi primo, también DJ, mezclando electrónica con ritmos árabes. Esa experiencia me inspiró a incorporar mis raíces árabes en mi música, creando una fusión única que fue muy bien recibida por el público.
¿Qué proyectos nuevos tiene planeados?
He recibido invitaciones internacionales y estamos organizando una gira para este año y el próximo, que incluirá México, Brasil y España. Mi proyecto más reciente es una canción colaborativa con amigos, fusionando música de todo el mundo. Además, planeo una serie de “showcases” en vivo, donde llevaré mi consola y mezclaré música en diversos eventos. También estoy trabajando en un álbum completo que incluirá mis propias canciones, así como colaboraciones con amigos, DJs internacionales y artistas que admiro. Creo firmemente que la música evoluciona al experimentar con diferentes géneros y ritmos, y la búsqueda de nuevos estilos es lo que realmente me motiva.