La historia de Bogotá a través de las noticias
El periodista, locutor y presentador antioqueño Yamit Palacio habló de su visión de la reportería actual y mencionó las posibilidades que hay para cubrir las noticias en el Distrito Capital.
Jorge Danilo Bravo Reina
¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo?
Comencé mi carrera en Bogotá enfocándome principalmente en el periodismo económico. Fui corresponsal para varios noticieros en Antioquia y Chocó antes de establecerme en la capital. Sin embargo, después de obtener una maestría en estudios políticos, mi enfoque viró hacia temas de política, economía y, en los últimos años, hacia temas ambientales.
Después de una larga trayectoria, ¿qué planes tiene en camino?
Estoy trabajando en la reactivación del informativo Ahora, una propuesta enfocada en análisis, opinión y periodismo. Este año, bajo una nueva administración y gerencia en Canal Capital, y con una nueva Alcaldía en Bogotá, hemos rediseñado el enfoque del programa hacia un formato más tradicional de noticias. Nuestro objetivo es ofrecer un compacto de 30 minutos con el que los espectadores se informen sobre los eventos del día en Bogotá, siguiendo el modelo clásico de los noticieros que permitían a las personas estar al tanto de los principales acontecimientos en un tiempo limitado.
¿Qué lo motivó a impulsar este proyecto?
Recuerdo principalmente una experiencia con los noticieros de los años 90, como CMI o QAP. Estos influyeron en mi visión sobre cómo deberían ser los noticieros: precisos, concisos y capaces de informar sobre lo más importante en solo media hora. En la actualidad, observo que hay canales de noticias que emiten durante 24 horas, donde se intenta cubrir todo tipo de información. No obstante, entiendo que muchas personas no tienen el tiempo para consumir todo ese contenido. Como periodistas, nuestro propósito es facilitar a nuestro público el acceso a las noticias más relevantes en poco tiempo. Además, dado que gran parte de esta información ya está disponible en las redes sociales, queremos también proporcionar un análisis y una comprensión más profunda de la realidad detrás de los eventos noticiosos.
¿Cómo se propone hacer ese cubrimiento en Bogotá?
Nuestro interés principal es contar la historia de Bogotá desde sus barrios y localidades, no solo desde el centro de la ciudad y el poder central. Este enfoque tiene como propósito reflejar las múltiples identidades que existen en Bogotá. Todos deben sentirse representados y encontrar en nuestro informativo una guía para entender lo que sucede en la ciudad, tanto lo positivo como lo negativo, lo cotidiano y las oportunidades que se presentan. Asimismo, nuestro objetivo es ser un espejo de la diversidad de opiniones y experiencias de quienes viven en Bogotá. Valoramos más las voces de los ciudadanos, con ellas se pueden construir narrativas inclusivas y representativas de la vida en la capital colombiana.
¿Qué retos ha tenido en su camino?
La percepción y la actitud hacia mis raíces. Siendo originario de un entorno campesino y provinciano, he enfrentado la idea predominante en Bogotá de que la sofisticación y lo cosmopolita son superiores. Me enorgullece mi origen y siento un fuerte vínculo con lo rural. Mi sueño es obtener más posibilidades para explorar y representar la Bogotá rural y aspirar a transmitir nuestro noticiero desde el Sumapaz, una localidad que me llama mucho. Aunque a veces en el canal se ríen de mí por esto, es algo que llevo como una cantaleta personal.
¿Cómo se maneja el periodismo en las localidades?
Pienso que algo muy importante es cumplir con el propósito de descentralizar las noticias. Es crucial que no solo reportemos desde los centros de poder, como del centro de la ciudad, sino que realmente escuchemos y representemos las voces de la gente en las localidades como Suba, Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar. Bogotá es una ciudad con más habitantes que Uruguay, El Salvador o Suecia, lo cual nos ofrece un público enorme y una diversidad de realidades que merecen ser contadas. Como menciona la canción de Rubén Blades, “ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York”, y de manera similar, Bogotá tiene innumerables historias que merecen ser exploradas.
¿Cuál es su expectativa con proyectos como “Ahora”?
Independientemente de mi continuidad en Canal Capital, me gustaría que tanto el canal como la administración distrital de Bogotá entiendan la importancia de establecer una estructura básica sólida para el noticiero. Esto implica que el proyecto sea sostenible en el tiempo, evitando las fluctuaciones en la contratación de periodistas cada pocos meses o años, y sin la necesidad de crear una burocracia excesiva. Si podemos lograr que la televisión pública sea vista como una oferta informativa y cultural indispensable para los ciudadanos, consideraré que hemos alcanzado un gran logro.
Para los periodistas que están iniciando su camino, ¿qué les recomendaría?
Un consejo importante es centrarse en principios fundamentales del periodismo que promuevan la calidad y la confianza pública. En primer lugar, es crucial volver a las raíces del periodismo, que incluyen la verificación rigurosa de datos, la contrastación de fuentes y la claridad en la distinción entre información y opinión. Esto es fundamental para mantener la integridad y la credibilidad de nuestro trabajo, ya sea en medios privados o públicos. Además, es esencial ser transparentes y explícitos sobre cualquier conflicto de intereses que pueda surgir en el ejercicio periodístico. Los ciudadanos valoran la honestidad y la transparencia y esto contribuye a fortalecer la confianza en los medios de comunicación. Invito a que nos centremos en historias que realmente impacten positivamente a la sociedad, incluyendo la diversidad de perspectivas y realidades que caracterizan a Bogotá y a Colombia en general. Finalmente, diría que trabajar para mejorar la práctica periodística en beneficio de la audiencia y la sociedad en su conjunto.
El periodismo es un ejercicio que requiere de mucha lectura, ¿podría recomendar un libro importante par usted?
Recomendaría Cien cuyes, de Gustavo Rodríguez, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2023. Esta novela peruana aborda temas como la eutanasia y habla sobre la sociedad contemporánea. Es una lectura que invita a la reflexión sobre temas éticos y sociales.
¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo?
Comencé mi carrera en Bogotá enfocándome principalmente en el periodismo económico. Fui corresponsal para varios noticieros en Antioquia y Chocó antes de establecerme en la capital. Sin embargo, después de obtener una maestría en estudios políticos, mi enfoque viró hacia temas de política, economía y, en los últimos años, hacia temas ambientales.
Después de una larga trayectoria, ¿qué planes tiene en camino?
Estoy trabajando en la reactivación del informativo Ahora, una propuesta enfocada en análisis, opinión y periodismo. Este año, bajo una nueva administración y gerencia en Canal Capital, y con una nueva Alcaldía en Bogotá, hemos rediseñado el enfoque del programa hacia un formato más tradicional de noticias. Nuestro objetivo es ofrecer un compacto de 30 minutos con el que los espectadores se informen sobre los eventos del día en Bogotá, siguiendo el modelo clásico de los noticieros que permitían a las personas estar al tanto de los principales acontecimientos en un tiempo limitado.
¿Qué lo motivó a impulsar este proyecto?
Recuerdo principalmente una experiencia con los noticieros de los años 90, como CMI o QAP. Estos influyeron en mi visión sobre cómo deberían ser los noticieros: precisos, concisos y capaces de informar sobre lo más importante en solo media hora. En la actualidad, observo que hay canales de noticias que emiten durante 24 horas, donde se intenta cubrir todo tipo de información. No obstante, entiendo que muchas personas no tienen el tiempo para consumir todo ese contenido. Como periodistas, nuestro propósito es facilitar a nuestro público el acceso a las noticias más relevantes en poco tiempo. Además, dado que gran parte de esta información ya está disponible en las redes sociales, queremos también proporcionar un análisis y una comprensión más profunda de la realidad detrás de los eventos noticiosos.
¿Cómo se propone hacer ese cubrimiento en Bogotá?
Nuestro interés principal es contar la historia de Bogotá desde sus barrios y localidades, no solo desde el centro de la ciudad y el poder central. Este enfoque tiene como propósito reflejar las múltiples identidades que existen en Bogotá. Todos deben sentirse representados y encontrar en nuestro informativo una guía para entender lo que sucede en la ciudad, tanto lo positivo como lo negativo, lo cotidiano y las oportunidades que se presentan. Asimismo, nuestro objetivo es ser un espejo de la diversidad de opiniones y experiencias de quienes viven en Bogotá. Valoramos más las voces de los ciudadanos, con ellas se pueden construir narrativas inclusivas y representativas de la vida en la capital colombiana.
¿Qué retos ha tenido en su camino?
La percepción y la actitud hacia mis raíces. Siendo originario de un entorno campesino y provinciano, he enfrentado la idea predominante en Bogotá de que la sofisticación y lo cosmopolita son superiores. Me enorgullece mi origen y siento un fuerte vínculo con lo rural. Mi sueño es obtener más posibilidades para explorar y representar la Bogotá rural y aspirar a transmitir nuestro noticiero desde el Sumapaz, una localidad que me llama mucho. Aunque a veces en el canal se ríen de mí por esto, es algo que llevo como una cantaleta personal.
¿Cómo se maneja el periodismo en las localidades?
Pienso que algo muy importante es cumplir con el propósito de descentralizar las noticias. Es crucial que no solo reportemos desde los centros de poder, como del centro de la ciudad, sino que realmente escuchemos y representemos las voces de la gente en las localidades como Suba, Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar. Bogotá es una ciudad con más habitantes que Uruguay, El Salvador o Suecia, lo cual nos ofrece un público enorme y una diversidad de realidades que merecen ser contadas. Como menciona la canción de Rubén Blades, “ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York”, y de manera similar, Bogotá tiene innumerables historias que merecen ser exploradas.
¿Cuál es su expectativa con proyectos como “Ahora”?
Independientemente de mi continuidad en Canal Capital, me gustaría que tanto el canal como la administración distrital de Bogotá entiendan la importancia de establecer una estructura básica sólida para el noticiero. Esto implica que el proyecto sea sostenible en el tiempo, evitando las fluctuaciones en la contratación de periodistas cada pocos meses o años, y sin la necesidad de crear una burocracia excesiva. Si podemos lograr que la televisión pública sea vista como una oferta informativa y cultural indispensable para los ciudadanos, consideraré que hemos alcanzado un gran logro.
Para los periodistas que están iniciando su camino, ¿qué les recomendaría?
Un consejo importante es centrarse en principios fundamentales del periodismo que promuevan la calidad y la confianza pública. En primer lugar, es crucial volver a las raíces del periodismo, que incluyen la verificación rigurosa de datos, la contrastación de fuentes y la claridad en la distinción entre información y opinión. Esto es fundamental para mantener la integridad y la credibilidad de nuestro trabajo, ya sea en medios privados o públicos. Además, es esencial ser transparentes y explícitos sobre cualquier conflicto de intereses que pueda surgir en el ejercicio periodístico. Los ciudadanos valoran la honestidad y la transparencia y esto contribuye a fortalecer la confianza en los medios de comunicación. Invito a que nos centremos en historias que realmente impacten positivamente a la sociedad, incluyendo la diversidad de perspectivas y realidades que caracterizan a Bogotá y a Colombia en general. Finalmente, diría que trabajar para mejorar la práctica periodística en beneficio de la audiencia y la sociedad en su conjunto.
El periodismo es un ejercicio que requiere de mucha lectura, ¿podría recomendar un libro importante par usted?
Recomendaría Cien cuyes, de Gustavo Rodríguez, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2023. Esta novela peruana aborda temas como la eutanasia y habla sobre la sociedad contemporánea. Es una lectura que invita a la reflexión sobre temas éticos y sociales.